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EL PAISAJE AGRARIO DE SAYAGO: ESTADO DE LA CUESTIÓN
Esther Isabel Prada Llorente
Dr. Arquitecto. Universidad SEK, Segovia
Palabras clave: medio rural, paisaje, antropología cultural
Key words: rural environment, landscape, cultural anthropology
En el número 144 de Ciudad y Territorio. Estudios territoriales que vio la luz a comienzos del presente año, se publicó el artículo Paisaje agrario: antropología d e un territorio, parte de la memoria doctoral de la autora.
En ese artículo referido a la imagen actual y a la historia de formación del paisaje agrario sayagués, se define la escala territorial del “sistema paisaje agrario” a travé s de un ámbito municipal concreto, Escuadro, describiendo el “su bsistema propiedad del terrazgo” con base en sus elementos constituyentes: las cortinas o campos privados y cercados con paredes de granito o mampostería en seco, las tierras abiertas o campos comunales sin cercar y las dehesas, propiedades privad as ubicadas en el límite del término municipal, distribuidos según un esquema gráfico en franjas concéntricas en to rno al núcleo de poblamiento al que se superpone la partición de la hoja, base de los sistemas de rotación de cultivos de “añ y vez” o “al tercio” para un aprovechamiento agropecuario sostenible.
Asimismo se describe como nuevas formas de intervención sobre el territorio, que no tienen en cuenta las componentes territoriales que constituyen su propia morfología ni cuál ha sido su lógica de formación y crecimiento, caso de las concentraciones parcelarias, devienen ejemplos de intervenciones destructivas motivadas por factores que obedecen la mayoría de las veces, al desconocimiento de las componentes descritas.
Pero el “sistema paisaje agrario” se configura además por las etapas o escalas urbana y arquitectónica, sin que pueda faltar ninguna de ellas para el entendimiento de dicho paisaje.
En cada una de ellas, los “subsistemas” “unidad bá sica de aprovechamiento” o “heredad” para la primer a y la “casa de labranza” para la segunda, son las que establecen el nexo de unión con la escala territorial.
La morfología de los núcleos de poblamiento ganaderos de Sayago reflejan aún hoy en día, esa estructura ancestral de colonización del territorio con sus cercas y tapias antiquísi mas, siempre con formas curvadas nunca en ángulo recto para una mejor adecuación al tránsito de carros y ganado, aspecto que Javier consideraba fundamental en la organización en planta de estos núcleos ganaderos.
Estas formas curvadas son perfectamente apreciables organizándose las distintas “heredades” como “células” de un todo orgánico nunca en “manzanas”, término acuñado por Cerdá, ni regulares ni ortogonales tal es el caso de Escuadro, núcleo de poblamiento a través del que se explica la totalidad comarcal (cfr. Prada, 2005).
Cada una de estas células puede agrupar tanto tierras de cultivo, huertos, prados o cortinos, como edificaciones, aglutinando éstas a la vivienda y a las dependencias anejas para el ganado y para elaboración y transformación de productos, pajares, comederos o cernideros.
La suma de unidades básicas de aprovechamiento o “heredades", estas células base de la colonización del territorio, se agrupan a su vez en pagos o barrios, unidades en origen de grupos suprafamiliares que formalizaron posteriormente la aldea con el establecimi ento de los fueros en la Alta Edad Media (cfr. Martín, 1996).
Javier pensaba seguir publicando en números sucesivos las escalas urbana y arquitectónica, entendiendo que forman parte de un todo, estando preparado ya y a la espera de su publicación Paisaje agrario: antropología de un territorio II.
La muerte inesperada de Javier dejó en suspenso este proyecto así como muchos otros que ocupaban su tiempo, tales como la investigació n sobre el ensanche de Barcelona y los artífices del mismo Pascual Madoz e Ildefonso Cerdá, basada en la ingente documentación que se encuentra localizada en el Archivo General Militar y que tuve el honor de comenzar con él una mañana en Segovia.
Curiosamente y aunque parezcan en principio temas tan dispares, así como ámbitos geográficos tan alejados, a Javier le interesó sobremanera la comarca de Sayago y la génesis de su paisaje porque en esa correlación de escalas, de subsistemas de paisaje así com o en los elementos constituyentes que explican la esencia de este lugar, fue en la “unidad básica de aprovechamiento agrícola" o “heredad” donde encontró el origen de lo que constituía según el pensaba, el “coto redondo acasarado” entendido por Cerdá como el elemento base de la colonización y que “según costumbre de Sayago estaba constituida por: una casa, un herreñal, un prado, un huerto y una tierra de pan llevar”.
El caleidoscopio que supone la multitud de aspectos que definen el paisaje agr ario sayagués se hace comprensible a través de la sucesión de escalas y las situaciones análogas que se establecen en todas y cada una de ellas, tal es el caso de los espacios comunales, pero también mediante el conocimiento de factores antropológicos y sociales reflejados en el lenguaje, que aportan datos muy valiosos para establecer cuál ha sido la evolución de un paisaje entendido como síntesis territorial.
Javier García Bellido, interesadísimo como en tantos otros temas en las palabras y su orige n, estuvo descifrando conmigo muchos de los significados de los términos utilizados en Sayago hallando similitudes con los utilizados por Cerdàen su Indicador Urbano publicado por él, en el mismo número 144 de Ciudad y Territorio Estudios Territoriales como homenaje a Juan Ramón Lodares “ uno de l os temas que vimos mas le preocupara al final de su vida, como muy recursivo e insistente, fue el de la filología y la estructura de la lingüística, con una referencia que aparecía en su Diario del 14 de junio de 1875 y un largo escrito que llevaba el sonoro nombre de “Clave racional de la estructura de la palabra”, fechado el 19 de junio de 1876... Pero, no obstante el interés de Cerdá por las palabras lo había expresado extensa y densamente en El Indicador urbano insertado en la Teoría General de la Urbanización (1867)” (García-B ellido, 2005), incluyendo además alguno de los capítulos del mismo:
“hemos visto que todavía no tenemos una idea completa y cabal de la urbe, porque constituyendo esta un todo muy complicado y complexo, seria moralmen te imposible que el hombre pudiese servirse de ella como instrumento para los actos de su vida, si préviamente no tuviese un prontuario de todos l os nombres, divisiones, signos o medios cualesquiera, empleados ó que hubiesen de emplearse para espresar de una manera clara y distinta que pued a ser fácilmente comprendida, no solo el conjunto, sino además todo s y cada uno de los detalles que comprende ese instrumento de vida social, pues to que á cada momento se encontrará en la necesidad de designar algo de lo que constituye la urbe. Por esto, antes de introducir é instal ar, por decirlo así, el hombre en ella, hemos creido conveniente hacer c on él lo que la prudencia y prevision aconsejan á todo viajero q ue vá por primera vez á visitar una urbe cualquiera, á sa ber: suministrarle lo que vulgarmente se llama indicador ó guía del viajero”.(cfr. Cerdá. García-Bellido, 2005).
Las plantas cultivadas, la propiedad de la tierra o la organización del terrazgo, han variado fuertemente aún en comarcas que parecen estacionadas, pero para la explicación del paisaje agrario actual y su conservación a largo plazo, es indispensable investigar sobre el pas ado, por eso creo de suma utilidad facilitar a quiénes investigan sobre regiones en nuestra península, cuántas fuentes sean indispensables para la historia del paisaje agrario español, tal es el caso de filologías y etimologías propias del mundo rural, asp ecto fundamental para el entendimiento de su vida social, a modo de indicador rural o guía del viajero siguiendo las pautas de Cerdà y de Javier García-Bellido.
En estas líneas daré noticia del fondo etimológico transmitido de forma oral cuál es el lenguaje propio de Sayago que supone una revisión de lo publicado en Ci[ur]40, útil porque conserva características ancestrales de trabajos y formas de vida tradicional, intercalado con las etimologías del Indicador urbano de Cerdá tal y como las publicó Javier en Ciudad y Territorio Estudios Territoriales que se utilizan en el lenguaje del quehacer diario sayagués.
ABALEADERA: Escoba para barrer el corral o la era, realizada con una planta o matorral denominada baleo.
ALBAÑAL: Zanja para evacuación de aguas sobrantes fundamentalmente en las cortinas, de 70 u 80 cm de profundidad rellena de cantos o “jejos” cubiertos con pajas generalmente de centeno y una capa exterior de arena.
ALCOBA: Del ár. gúbba ‘bóbeda’. 1ª doc. como ‘cuartito junto a una sala’ a finales del XIII. La acepción ‘dormitorio’ se documenta en el ár. desde el XIV. Cor. explica así la relación: “en las antiguas casa tradicionales de la capital valenciana y sus afueras (la alcoba) estaba en el fondo de la casa (...) al pie de la pared medianera, con armario abierto en esta, debajo de la viga central del edificio y cubierta por una bóveda. De ahí la evolución semántica del vocablo ár. “La acepción moderna aparece en español a principios del XVI. COV.: “Es aposento para dormir, con el techo de bóveda”.
De existir la relación con el significado ‘cueva’ del que habla Cerdá, sería algo propio del ár. que en nada condiciona la historia española de la voz. §1577 (…) La palabra habba de los árabes, que significa una pieza abovedada, y tal vez en su orígen cueva, no es mas que una eufonizacion del cau de las lenguas orientales. De esta manera la palabra que en las primeras manifestaciones de la urbanizacion significó la guarida del hombre de las selvas, en nuestros tiempos ha venido á significar tambien la guarida artisticamente construida, donde se cobija para su descanso y tranquilidad el hombre de la mas refinada civilizacion, porque nuestra alcoba no es mas que dicha palabra árabe precedida del artículo al (…) (p. 573-4)
ALCOBA. Dormitorio asociado a una sala únicamente separado de ésta por cortinajes y prácticamente del mismo tamaño que la cama, constituyendo la unidad de habitación la sala y las alcobas.
ALDEA: Del ar. daica ‘campo’ ‘aldea’. 1ª doc. 1030 (Cor.). El influjo ár. no fue solo léxico, pues estuvo favorecido también por la costumbre árabe de establecerse en zonas rurales antes que en urbanas; al menos durante los primeros siglos de dominación musulmana.
§1357 Aldea, nos dá la espresion de un pequeño agrupamiento de edificaciones que no tiene jurisdiccion propia, sino que depende de la villa ó ciudad en cuyo territorio se encuentra establecido (…) (p. 449)
1358 En cuanto á su etimología, despues de examinado este asunto con toda detencion, y atendida la naturaleza del objeto á cuya indicacion sirve la palabra aldea, hemos creido encontrar la etimología de la misma en el pronombre altera (…) (p. 449)
APAJAR: Dar de comer al ganado la paja recolectada.
ARICAR: Arar por segunda vez sobre los surcos ya realizados para airear la raíz de la planta.
ARRASTRAR: Descabezar los cerros una vez realizada la siembra.
ARROYO: Palabra prerromana adaptada al latín como ARRUGIUM ‘galería subterránea’. En fecha indeterminada ‘canal en las calles por donde circula el agua’ y, de ahí, ‘vía urbana’. No guarda relación con las palabras que propone Cerdá.
[ver ut infra topónimo París]
§1465 Arroyo, no es mas que el rívulus, riachuelo, eufonizado por los árabes con el aditamento de su preposicion a, al, convertido aquí en ar por ser r la primera letra de la palabra rívulo. La derivacion de rivus y de todos los que de él emanan, arranca del verbo ruo, que significa entre otras cosas fluir ó correr los líquidos, y siempre el movimiento de arriba á bajo, por cuyo motivo traen el mismo orígen las palabras aplicadas para significar los instrumentos que ayudan á facilitar ese movimiento, como rueda, rodillo, rollo, etc. Llamóse arroyo la zona central de la via urbana, y tuvo ese nombre con mucha propiedad en la época en que, sin haberse introducido todavía los carruages en el interior de las urbes, esa parte de la via era el receptáculo y cauce, canal ó conducto, así de las aguas inmundas provenientes de los usos domésticos, como de las llovedizas y aun de las perennes, si las habia en la localidad. (p. 536) [continúa el texto con París]
ARTESA: Gran recipiente o barreño de madera utilizado generalmente para amasar.
AVENTAR: Separar el grano de la paja una vez trillada la mies.
BARDAL: Barda, quejigo, roble, monte bajo.
BARDALICOS. Paraje de monte.
BARRILA: Recipiente de barro de dos asas más pequeño que la cántara.
BARRIO: Del ár. barr ‘afueras de una ciudad’. Adaptado al latín medieval como BARRIUM. 1º doc. 949 (Cor.). El derivado barriada es palabra moderna, documentada a partir del XVIII. Aut.: “Es lo mismo que barrio”. §1448 A la division por distritos corresponde otra inferior, á ella subordinada, cuyas partes se llaman barrios (del burg teutónico convertida la u en a, como la pronuncian los ingleses) (…) (p. 527)
BARRIO. Pago o trozo de un poblamiento
BARZÓN: Barra de hierro que forma parte del yugo y que sujeta el cambizo.
BIELDA: Especie de rastrillo de madera de picos planos utilizado para juntar la paja y el grano en un montón una vez realizada la trilla.
BIELDO: Más pequeño que la bielda. Se utiliza para aventar o “limpiar”, es decir separar el grano de la paja.
BURACO: Abertura situada en las partes más bajas de los cerramientos exteriores de las construcciones para el paso de animales (gatos, gallinas, perros) desde la calle a los corrales.
BURRO. Palabra que proviene de la raíz celta REBUR que significa roble.
BURRIEZA. Apellido de Sayago.
CABRIO: Palo de encina o roble que constituye la estructura base de formación de pendientes en una cubierta.
CALDERA: Recipiente de cobre utilizado generalmente en las matanzas para cocer las morcillas.
CALDERO: Más pequeño que la caldera, se suele colgar de las llares en la lumbre para procurarse agua caliente.
CALLE: Su origen lat. es dudoso, pero no parece emparentado con calx ‘talón’. Del lat. CALLIS ‘cañada’ ‘sendero de ganado’. Con la acepción urbana que hoy conocemos aparece desde los primeros documentos escritos; como calleja, en doc. riojanos de 1112; como calle, en el “Fuero de Avilés” (1155).
§1483 Calle es el callis de los latinos en ablativo, que es como se han españolizado todas ó casi todas las palabras de tal orígen, sin mas diferencia que la de pronunciarse en español las dos eles unidas formando elle, al paso que se supone que los latinos las pronunciaban separadas cal-lis. Esta palabra latina no siempre significaba la via urbana entre los pueblos del Lacio. Cal-lis originariamente, y aun seguramente mucho antes que Roma existiese, era una palabra puramente rural, aplicada á la designacion de toda senda ó vereda, y mas especialmente aquellas que servian como divisorias entre propiedades contiguas y para los usos y esplotacion de esta. Era equivalente á lo que se llama en español surcaño, ese surco mayor que los demas y abierto entre dos heredades colindantes, que sirve de paso, y al propio tiempo recibe las aguas para esportarlas donde no perjudiquen al cultivo. Cal-lis viene de calx, is, palabra cuya dura eufonia revela su orígen etrusco, calx significa carcañal ó talon, y al derivar de esa voz la callis, quisieron significar los etruscos el medio único en los tiempos primitivos de establecer una via, cual era el trillarla ó mejor apisonarla con los carcañales ó con los pies (…) (p. 542)
CALLE. Denominación actual para la red caminera anterior adecuada al tránsito de carros y ganado.
CAMBIZO: Viga de madera que une el trillo con el yugo de la pareja generalmente de vacas, utilizadas para la trilla.
CÁNTARA: Recipiente de barro de capacidad medio cántaro con dos asas.
CÁNTARO: Recipiente de barro de un asa.
CAÑADA: Camino de ganado
CAÑIZO: Entramado de hojas y ramas situado sobre los cabrios y debajo de las tejas en una cubierta.
CARRERA: Procede de la abreviación lat. (VIA) CARRARIA ‘camino para carros’. Es una de las denominaciones más antiguas y comunes para denominar los caminos interurbanos; aparece documentada desde principios del siglo IX y es general en la Edad Media: “E así cumo va la carrera de Toledo ad Arcicolla” (1191). La introducción de la voz carretera a finales del XIII y, sobre todo, la propagación de la voz camino –documentada también desde los orígenes del idioma– relegaron a carrera al área dialectal: “Carrera, en algunas partes de España, vale caminos, y así dezimos caminos y carreras”. (Cova.)§1488 Carrera, (de correr), aplicado á una via sígnifica, la que tiene un punto de partida y uno de término particulares preestablecidos. Damos generalmente en urbanizacion este nombre á las vias esteriores, que partiendo de la puerta de una urbe, van á un sitio que en dias determinados, ó tal vez constantemente, atrae gran concurrencia. Esas carreras, al agrandarse las urbes, tuvieron la misma suerte que las rondas, fueron incluidas en los recintos, donde conservaron tambien, como estas, sus condiciones peculiares y sus nombres distintivos y habiendo llegado á ser muchas, se convirtió su nombre de particular en genérico, y vino á ser, en lo que cabe, sinónimo de calle; aunque con acepcion mas restringida. (p. 545)
CARRETERA: Construcción que flanquea los corrales con aberturas a los mismos denominadas “bocas” para guarda de ganado.
CARRETERO. Construcción independiente para la guarda del “carro”.
CASA: La etimología greco-latina procede de una raíz *gat ‘cubierto’. El lat. CASA ‘choza, casita’ sustituyo a domus ‘casa de patricio’ ‘casa grande con establecimientos anejos’. La sustitución es reflejo de un proceso socio-histórico: “La mayoría de la gente, por el empobrecimiento que provocaron las reiteradas incursiones germánicas, vivía en chozas, en casitas improvisadas, que se construían y abandonaban con facilidad”. (IORDAN – MANOLIU.: Manual de Lingüística Románica. Madrid, 1980, vol. II p. 82). 1º doc. 938 (Del.) §1577 La palabra casa que es la mas habitual y comun con que designamos toda construccion destinada á vivienda, trae á no dudarlo un origen antiquísimo, anterior á todas las lenguas vivas y aun á las que llamamos muertas. En el griego tenemos kasas que significa vivienda, y en el latin casa,ae, aplicado á la vivienda rústica, equivalente á nuestra choza. ¿De dónde, pues, tomaron el latin y el griego esas palabras? Hay en el hebreo una palabra que tal vez pueda darnos alguna luz en esta investigacion, Casa ó caza significa en hebreo cubrir con ramage; y como en los climas meridionales las primeras construcciones para albergues, hubieron de reducirse á chozas, es decir, cubiertas con ramages, esto parece indicar que las palabras griega y latina se derivaban, ya que no del hebreo, de otra lengua oriental hermana de este, significando en un principio las construcciones sencillas que la naturaleza enseñó al hombre, acepcion genuina que el latin conservó, por mas que despues se haya aplicado á construcciones mas sólidas, mas estudiadas, mas artísticas. Si, pues, ni los griegos enseñaron á los latinos, ni estos á los pueblos á quienes trasmitieron su idioma, la palabra casa que se encuentra, asi en el italiano, como en el español, no menos que en el francés, pues el chez no es mas que una eufonizacion gálica del casa; si esta palabra se encuentra á la vez en la mayor parte de los idiomas antiguos y modernos muertos y vivos, preciso es que tenga un orígen anterior á todos esos idiomas y comun á todos ellos. Nosotros nos guardaremos bien de fijar cual sea esa lengua primitiva, y lo único que hemos procurado en nuestras investigaciones ha sido determinar la raiz, el monosílabo de donde procede la palabra secundaria admitida despues con las variaciones y eufonizaciones propias del carácter de cada idioma, y tambien de los cambios que sufrió el objeto designado. El monosílabo originario no puede ser en nuestro concepto otro que el de ca, ó mejor, cau, palabra con que aun hoy en las vertientes orientales del Pirineo se significa un hueco ó cueva en un monte que sirve de madriguera á animales montaraces, de cuyo monosílabo emanan visiblemente cava (latin, francés, árabe y español) y el cueva que no es mas que una eufonizacion de cava ó del cau, y que es una palabra que ha dado en España nombre á un gran número de urbes cuyas viviendas no fueron en su orígen, y en algunas no son todavía hoy, mas que cavas ó caus abiertos en las peñas. Para comprender mejor y dar mayor fuerza á esta etimología, conviene tener presente que los antiguos españoles pronunciaban indistintamente cas ó casa, como si la desinencia a fuese indiferente (…) (p. 572-3)
CASA: Grupo de tierras de cultivo y edificaciones que incluye tanto a la vivienda como construcciones anejas para ganado, elaboración y transformación de productos y guarda de aperos y alimentos, todas ellas entorno a un corral a través del que se producen los accesos.
CENCERRA: Campana cilíndrica que se cuelga a las ovejas.
CENCERRO: Campana cilíndrica mayor que la cencerra que se cuelga a vacas y carneros.
CERNIDERO: Construcción aneja a la vivienda. Lugar donde se amasaba y se hacía el pan.
CERRILLO: Del lat. CIRRUS ‘rizo, copete’. [No de SERRA > sierra].§1495 Cerrillo (de sierra), se llama la calle que corre á lo largo la divisoria de una pequeña colina, aun cuando mas frecuentemente se aplique á toda la barriada que ocupa en la urbe semejante situacion topográfica. (p. 547)
CERRO: Superficie elevada de tierra resultado de la penetración del arado. Teso
COBERTERA: Piedra de remate o terminación de una pared.
COCINA: Del lat. COCINA, ‘id.’. Derivado de COCERE ‘cocer’. 1ª doc. 947 (Del.)§1632 La en que esas provisiones se cuecen y preparan, cocina (de cocer), y donde se sirven y comen, comedor (lugar de comer). (p.589)
COMARCA: Del germ. *MARKAN ‘señalar’. Con el sentido ‘territorio fronterizo’ procede del fránquico y, a través de la zona occitano-catalana, se extendió tempranamente por el dominio hispánico. Hasta el siglo XIV sólo se conoce la voz marca como ‘frontera’.
A principios del citado siglo se hace común la voz comarcar ‘delimitar un terreno’ y de ahí comarca ‘lo que se ha delimitado’ hacia mediados del XVI. §1299 Comarca es un compuesto del antiguo nombre marca que trajeron consigo los celtas, é hicieron vulgar los pueblos del Norte que vinieron á destrozar el imperio romano, y de la preposicion con. Marca viene á significar límite ó término. En nuestro concepto, la palabra marca deriva del celta mar, voz que aun cuando se haya aplicado generalmente para significar el gran depósito de aguas que circunscribe la tierra, formando con sus límites ó márgenes los continentes y las islas, en su origen indicaría genéricamente fin ó término, porque los hombres que en medio de su selvática libertad no reconocian límites naturales ni artificiales de ningun género, no podian dejar de reconocer el límite natural que oponia el mar á sus correrías. (…) Marca, pues, significa límite, y comarca, un territorio mas ó menos dilatado, circunscrito, envuelto y definido por unos mismos límites, tomando el continente por el contenido. (p.469)
COMARCA DE SAYAGO. Ubicada en al SO de la provincia de Zamora en la frontera con Portugal. Uno de sus núcleos de poblamiento se denomina Muga (frontera). SAYAGO. Posible relación con yacimientos mineros de época celta derivando de la palabra céltica Salliacum. Sus formas medievales serían: Saliago, Salago, Salagu y Sayago. De sayo, sayal, capa o sagum celtibérico y lusitano de color pardo, buriel o vellorí de las ovejas llamadas negras. Se pagaban como tributos por los vencidos celtíberos a las tribus romanas. Con el “paño sayal” se confeccionaron hasta finales del siglo XIX, principios del XX todas las prendas externas de la indumentaria sayaguesa.
COMEDERO. Construcción aneja a la vivienda para dar de comer al ganado.
CORRAL: Etimología incierta. Se proponen dos: del lat. CURRERE ‘correr’ (GdD.) o de una forma CURRALE ‘lugar donde se guardan los carros’ (Cor.) Documentado desde los orígenes del idioma como ‘patio’. Es dudosa la fecha en que empieza a usarse con su aceptación urbanística o toponímica, aunque debe tratarse de una creación del esp. moderno.§1362 Corral, que es una palabra relegada hoy á significar en el habla comun un sitio sucio, asqueroso, y que si se emplea alguna vez á espresar algun objeto de urbanizacion, es únicamente para darnos una idea, ó bien de una urbe en que por falta de policía urbana se encuentra la suciedad por todas partes, ó bien un grupo de viviendas adosadas á un patio tambien por lo comun fétido y asqueroso; la palabra corral, tan degradada hoy por su aplicacion, tiene, sin embargo, un orígen muy encumbrado, y sus títulos nobiliarios que ostentar, dignos por cierto de la atencion del observador filósofo. Corral, en el antiguo romance ibérico, es una palabra compuesta de con y real: real, que significa campamento, y con, que significa comunidad ó participacion de muchos en el mismo campamento; y en virtud de esta etimología puede y debe atribuírsele una significacion análoga á la de castrum ó burgo, como sitios de refugio y seguridad. El verbo derivado acorralar nos revela con mucha elocuencia la genuina significacion primitiva de la palabra radical de que emana, pues equivale á reducir á las personas ó fieras á quien se persigue, á su último refugio (…)
§1363 (…) En este sentido, corral ha sido uno de los orígenes de la urbanizacion, de lo propia suerte que el castrum romano, (…); al paso que para establecer un corral, lo mismo que un burgo, bastaba el mútuo convenio, aunque fuese tácito, de algunos convecinos ó amigos para establecer un real comun ó lugar cerrado como garantía de la seguridad de todos. Por esto, á la palabra corral va siempre unida la idea de muros de resguardo y de defensa, que es lo que constituye un lugar fuerte (…) (p. 495-6)
CORRAL: Patio enlosado con cantos o “jejos” en torno al que se sitúan tanto la vivienda como las dependencias anejas a la misma a través del que se realizan todos los accesos.
CORREDOR, Escurrirse. Escurrirse no guarda relación etimológica con correr. Procede de *EXCORRIGERE deriv. De CORRIGERE ‘enderezar’. En español medieval tuvo el sentido de ‘acompañar a alguien’: “Fata cabo del abergada escurriolos el Castelano” (Cid. 1067).
Corredor, sin embargo, es un derivado de CURRERE ‘correr’, que en la acepción ‘corredor de casa’ aparece en Nebrija. En Aut. ofrece ya su significado actual. §1492 (…) En cuanto á la palabra corredor, (que tambien viene de correr, aunque por antifrasis) se ha aplicado por traslacion de lo que esa palabra significa en lo interior de una casa, donde indica un paso ó pasillo adosado á una pieza de estancia, como para escurrirse por lo que se llama una puerta de escape, que da al corredor. ¡Tan humilde es el orígen de esa palabra aplicada á la via urbana, y tan humilde, por consiguiente, debe ser la idea que espresa! (p. 546)
CORREDOR. Galería abierta situada en el sobrado para entrada de luz y guarda de alimentos.
CORTINA. “Cohorte” o unidad de explotación agrícola medieval de propiedad privada y cercada con pared de piedra. Probablemente del latín cohors-tis. Se siembra “a cerro” para cultivo de cereal. Normalmente situada en el entorno del casco urbano. El conjunto de cortinas se denomina cortineo o cortiñedo y las situadas de forma esporádica en las tierras abiertas casales.
CORTINO. Parcela cercada con pared de piedra de menor superficie que la cortina y muy próximo a la vivienda. Tipo de siembra “a manta” para “segar de verde” para el ganado. El masculino es utilizado en Sayago de forma un tanto despectiva.
COSTAL. Saco de lana para guardar cereal.
COTO. Piedra esquinera para señalización de límite de parcela.
COYUNDA. Para atar parejas de reses.
CUADRA: La apreciación geográfica de Cerdá “en algunas comarcas de España” debe ceñirse a Cataluña; fuera de ella no se ha documentado la acepción ‘grupito de casas’. Lo que no quiere decir que no existiese, pues en algunas zonas americanas (Ecuad., Venez), se documenta como ‘pequeña propiedad rural contigua a la ciudad’.
La palabra procede del lat. QUADRA ‘un cuadrado’. Su acepción más antigua es ‘sala’. Muy común hasta el siglo XVI. En este siglo comienzan a documentarse otros significados: ‘espacio de terreno cuadrado sobre el que se edifica’ y de ahí, a finales del siglo ‘manzana de casas’.
Desde el XVII la voz va a tener doble evolución según se trate de su uso peninsular o americano. En el primero, a partir del XVIII, se va extendiendo el uso rural de la voz ‘caballeriza’; mientras que Hispanoamérica conservará, “grosso modo”, los antiguos usos peninsulares. Así, ‘manzana de casas’ (Méx., P. Rico., Amér. Merid.), ‘un lado de la manzana o espacio comprendido entre dos calles transversales’ (general en Amér.), ‘medida de longitud’ (íd.).§1364 Cuadra, es la palabra con que en algunas comarcas de España se espresa la idea de un grupo pequeño de casas de escaso número é importancia, agregado y dependiente de otro municipio. Viene esta palabra, seguramente, de la forma cuadrilátera que tienen, en todas partes, por lo comun, las islas de edificacion, que es lo que serian antiguamente las cuadras, por mas que en tiempos modernos hayan adquirido alguna mayor estension y diversa figura. (p. 497)
ESCUADRO (TOPÓNIMO). Aldea de la comarca de Sayago. Es-CUADRO. Algún tipo de parcelación romana. Ex-CUADRO. Asentamiento fuera del cuadro.
ESQUADRO. Es-QUADRO. Denominación medieval del mismo núcleo de poblamiento.
ESCUADRA. Apellido de Sayago.
CUESTA: Del lat. COSTA ‘costilla’, ‘costado’, ‘lado’. La acepción ‘terreno pendiente’ se documenta desde 972 (Del.). El paso a dicha acepción es incierto pero, al hallarse en todos los romances, no sería erróneo suponer que en propio latín costa se aplicara a la falda de una montaña (como se aplicó, p.e., al costado de una nave) y de ahí a cualquier terreno pendiente.§1494 Cuesta (del latin costa, ae, que significa la costilla, y por consiguiente, toda la série de ellas que forman el costado, de manera que cuesta es equivalente á ladera, en que el declive mas ó menos violento es natural, y que, por otra parte, con sus regatos ó pequeños talvecks presenta una singular analogía con el costillaje), cuesta se aplica á las calles que tienen gran pendiente, por lo comun la máxima que ofrece la topografía natural. Costanilla, diminutivo del anterior, significa tambien una calle en que la pendiente debiera ser diminuta; y decimos debiera ser, porque no lo es siempre,; y costanillas hay en algunas urbes, que son en rigor cuestas mayúsculas, pero el lenguaje urbano usa á veces de estas pequeñas hipocresías para disimular defectos urbanos. Como equivalente de cuesta y costanilla, se usan tambien en el lenguaje urbano las palabras subida y bajada, con idéntica aplicacion, por mas que gramaticalmente signifiquen estas el acto de vencer las pendientes, y aquellas las pendientes mismas. (p. 546)
CUESTAS (LAS). Paraje de tierras de labranza situadas en pendiente.
CUMBRE. Pared o cerramiento exterior de una vivienda o construcción generalmente sin huecos, ubicada bajo la cumbrera y dos aguas de la cubierta.
CHOZO. Caseta de pastores por lo general de forma circular construida en piedra y situada en las tierras abiertas.
DEHESA. Del latín deffesa. Finca cerrada y cercada “en coto redondo”, es decir todo en torno a ella.
DERROTA (DE MIESES). Una vez segada la hoja correspondiente al cultivo de un año convertir tanto la hoja incultivada o barbechera como el rastrojo de la cultivada, en pasto para el ganado del común de vecinos.
ERA. Tierra inculta destinada a la trilla.
ESGARRAR. Hacer montones más pequeños de un muladar o mudadal y esparcirlos como abono antes de la siembra.
ESTANCIA: Es derivado del lat. STARE ‘estar de pie’ ‘permanecer’. Aparece en el siglo XIII con un significado muy general de ‘circunstancia’ ‘opinión’. El significado propiamente doméstico se documenta en Nebrija “Estança donde alguien está: mansio”. A principios del XIII ya aparece con las dos acepciones que conocemos hoy: ‘habitación’, ‘casa’. Cov.: “El apsento [sic] donde se reposa, la casa o lugar abrigado donde nos recogemos”.
El idioma no ha hecho precisiones sobre esta voz. De modo que el comentario de Cerdá “de uso individual” hay que considerarlo como opinión suya.
En Arg. Chil. Par. y Urug.: “Hacienda de campo destinada especialmente a la ganadería”. En Cuba y P. Rico: “Finca dedicada a cultivos menores” (Mor.)§1634 El nombre genérico, comun á todas las piezas de la vivienda, es el de departamento, aun cuando para traer consigo esta palabra alguna indicacion de holgura que ha desaparecido de la generalidad de las habitaciones, se ha relegado casi al olvido, quedando como mas usual la de pieza que es la que nosotros por lo mismo hemos preferido. Se llama tambien estancia, aun cuando esta palabra por su etimología (de estar) se emplea mas especialmente para las piezas de uso individual. En el lenguaje doméstico, reciben las piezas, sobre todo las de estar, diversas calificaciones, ora por su situacion como de delante, de atrás, del norte, solana, etc., ora por sus luces, claras, oscuras, ora de la forma redonda, cuadrada. (p. 590)
GURRIATO. Cerdo pequeño.
HERRADA. Cubo de zinc.
HINCÓN. Piedra hincada. Parte de la estructura de composición de una pared de piedra.
HOJA. Partición de un término municipal en zonas para cultivo y barbecho según un sistema de rotación que puede ser bienal o trienal.
HUERTO. Pequeña tierra cercada y muy próxima a las viviendas para cultivo de legumbres y hortalizas.
JEJO. Piedra pequeña o “canto” para solar los corrales o rellenar albañales.
JERA. Trabajo comunal (arreglo de caminos, recolección de bellota, reparto de leña, etc.).
LANCHA. Piedra de grandes dimensiones para solar portales, interiores de vivienda o cubrir fuentes.
LINDE. Surco incultivado entre tierras de labor de diferentes propietarios.
LONGUERO. Parcela larga y estrecha que aprovecha dentro de su perímetro distintas calidades de tierras.
LUGAR: La palabra procede en todos los casos de lat. LOCALIS ‘del lugar’. LUCUS ‘bosque’ (no luccus) no deja derivados en español, salvo topónimos de los que el más conocido es Lucus Augusta > Lugo. Con la acepción ‘sitio poblado’ puede rastrearse en textos del siglo XIII.
§1356 Lugar. Es la espresion usada para designar el grupo de urbanizacion mas insignificante en la escala de los que tienen existencia municipal propia, puesto que, como veremos luego, la aldea, en su acepcion genuina, envuelve dependencia. Lugar, tiene dos acepciones bien distintas y diversas entre sí, que revelan dos orígenes igualmente diferentes. Cuando significa un sitio ó parage cualquiera, puesto de órden ó categoría, viene lugar del latin locus, cuyas acepciones genuinas conserva; mas cuando significa un agrupamiento de edificios mayor del que constituye una aldea, y menor que el de una villa, entonces deriva de luccus, bosque, que viene á recordarnos otro orígen y causa de urbanizacion distinta de los demás (…) (p. 493)
LUGAR DE ESQUADRO. Poblamiento perteneciente al Señorío de Fresno de Sayago. Fuero otorgado en 1270.
LLAR. Cadena metálica situada en las chimeneas de la que se cuelgan herradas o calderos.
MANCERA. Barra de madera con la que se maneja el arado.
MONDAR. Limpiar las dependencias para el ganado.
MUELO. Montón de grano (trigo, cebada o centeno) una vez separado de la paja.
NAVA. Valle.
NEGRILLO. Olmo. En Sayago prácticamente desaparecidos. Antiguamente existía en casi todas las plazas de los pueblos alrededor del cual se reunía el concejo.
NIAL. Lugar de puesta de huevos.
OCHAVA. Recipiente de madera con uno de sus extremos terminado en cuña, que constituye una medida de peso de cereal. También constituyen medida de peso los correspondientes recipientes de madera referidos a, “media ochava” (tres celemines) igual que el anterior pero más pequeño y medio celemín.
PAGO: Del lat. PAGUS ‘comunidad rural’. Relacionada con la raíz *pag ‘emparentado’. No puede afirmarse que sea etrusco.
En general, los derivados que cita Cerdá son correctos; salvo dos disparates: payaso procede del it. pagliaccio ‘titiritero’ (GdD.) y paja, que procede del lat. PALIA ‘id.’.
Pago aparece en español con el significado ‘comarca pequeña’ hacia 1095 (Del.), pero nunca fue palabra de uso frecuente.
Algunos despropósitos filológicos de Cerdá habría que comentar:
Pagano ‘infiel’, procede de PAGANUS ‘aldeano’ y su tranformación semántica se debe a que, siendo el cristianismo originariamente un fenómeno urbano, los rústicos apenas conocían las nuevas doctrinas o seguían apegados a sus dioses. En español, la voz aparece hacia el siglo XIII.
Pago ‘cantidad entregada a un acreedor’ procede del lat. PACARE ‘pacificar’ y de ahí ‘satisfacer una deuda’. Se documenta desde los orígenes del idioma.
Pagano ‘quien paga’ es una creación humorística, un juego de palabras que no se documenta hasta mediados del XVII.
Como se ve, las opiniones de Cerdá son excesivamente aventuradas.§1366 (…) Pago en castellano es ni mas ni menos el pagus de los latinos. Es probablemente pagus una voz etrusca, tomada del griego pagos, que significa colina, y que trasportada al Lacio fué aplicada para significar un conjunto de tierras de labor con su casa ó casas de labranza para los cultivadores , por la obvia razon de que general y naturalmente las tales construcciones se levantan en una colina desde la cual se descubren mas fácilmente las tierras, á cuya contemplacion por interés y por una especie de afecto son tan inclinados los labradores, y tambien porque desde tales puntos elevados se pueden vigilar con mayor eficacia las labores. Cuando, andando el tiempo, fué estendiéndose el cultivo y aumentándose por ende las familias cultivadoras, y las casa á tales familias destinadas se agruparon en torno de la primitiva, formando un conjunto mas ó menos numeroso segun la importancia del pago; semejantes grupos siguieron con la misma denominacion, denominacion que ha continuado todavía hasta nosotros, significando siempre un grupo de viviendas con relacion precisamente á las tierras por los moradores de aquellas cultivadas. De ahí es que todavía se denominen pagéses, los moradores del campo, y que se dedican á cultivarlo, los cuales antiguamente fueron llamados paganos. Es probable, en nuestro concepto, que de pagi en plural, es decir, los pagos, varios pagos, muchos pagos, un conjunto de pagos, cuyo ablativo, que es el caso que mas generalmente hubo de emplearse como designacion del lugar en donde, cuyo ablativo se pronuncia pagis, se deriva de la palabra pais, payes, paisano, payaso, payo (…)
§1369 Esperamos que no se llevará á mal que, pues tratamos de pagus y de sus derivados, digamos de pasada que la palabra paganos, que en su genuino sentido etimológico, significa del habitante de un pago, en los tiempos mas florecientes de la Iglesia primitiva fué aplicado á designar á los gentiles ó idólatras. El fundamento de esta acepcion está, ora en que los habitantes de los pagos, como apartados del comercio de los hombres urbanos, menos ilustrados y mas aferrados á las costumbres antiguas, rechazaron por mas tiempo la nueva doctrina, y ora tambien en que se podia considerar á los gentiles viviendo separados del gremio de la Iglesia cristiana, del pueblo de Dios, de la misma manera que á los habitantes de los pagos que vivian relegados de los centros urbanos. (p. 497-500)
PAGO. Barrio, paraje, o tierra de cultivo.
PAJAR. Construcción aneja a la vivienda para guardar la paja.
PANERA. Construcción independiente o adosada como dependencia aneja a la vivienda, para guarda de harina resultado de la molienda del cereal recolectado para alimento del ganado.
PARDAL. Gorrión.
PARED. Separación de fincas particulares o “cortinas” realizada en piedra.
PARVA. Montón de haces.
PIORNO. Escoba pequeña realizada con un matorral del mismo nombre.
PORTAL: Derivado del lat. PORTA ‘puerta’. Como portale lo documentamos en una escritura aragonesa de 1148: “de illo portale primo unde intrant in illas casas”. §1626 Portal (del latin porta), es el vano dejado para entrar y salir de la casa, así como puerta el armazon de madera con que se cierra ese vano. Portal comprende á veces la pieza inmediata que constituye un lugar de recibimiento y espera, y se llama técnicamente vestíbulo (del latin vestibulum, de vectis por la costumbre romana de arreglar ó acicalar sus vestidos antes de penetrar en el interior de la casa), y en el lenguaje comun zaguan, que es como si dijésemos en zaga ó detrás de la puerta. (p. 589)
PORTAL. Acceso a la vivienda ubicado dentro del corral. Zona estancial donde se realizaban los solanos.
PORTALADA. Puerta de acceso al corral para el carro o el ganado. Normalmente la “puerta de fuera” está enmarcada dentro de aquella.
PRADO o “PRAO”. Parcela cercada con pared de piedra muy próxima a la vivienda de propiedad particular, destinada a “verde” para el ganado.
POSTIGO. Puertas de entrada a la vivienda.
PUEBLO: Del lat. POPULUS ‘conjunto de ciudadanos’, en lat. tuvo un significado más político que urbanístico. Asimismo, en los orígenes del español significaba ‘gente’; solo a mediados del XIV adquiere su acepción de ‘localidad rural’: “Recíbenlo en sus pueblos” (Libro de Buen Amor, 1222). El pueblo suponía una unidad menor que la villa o ciudad, aunque mayor que la aldea. Pero sus límites semánticos no siempre estuvieron fijos. §1353 Pueblo. Pueblo es otra de las palabras que se emplean para designar un grupo de construcciones urbanas de menos consideracion que el de villa, y de mayor que el de lugar. Se deriva visiblemente de populus, voz con que los romanos espresaron, no la parte material de una urbe, sino al conjunto de sus moradores. Haremos notar aquí de paso, que segun la significacion que conservan todos sus derivados populo, as, y popular, aris populatio, etc., populus habia de tener una acepcion poco agradable y honrosa en nuestros dias, puesto que dichos derivados presentarian, como resultado de populus, el saqueo y la destruccion. A ser exacta esta razon etimológica, cabria decir que los romanos habian consagrado, con el nombre que dieron á la poblacion de Roma, la tradicion tan generalizada de que el orígen del primer núcleo de urbanizacion, de que arranca la historia de aquel pueblo que llegó á dominar el orbe entero, lo formaron unos cuantos bandidos populatores que se propusieron vivir á costa de los pueblos circunvecinos. No obstante, nosotros presumimos que el orígen etimológico de populus es algo mas honroso. Los griegos, de los cuales en la mas remota antigüedad procedieron los etruscos, primer pueblo que se estableció de una manera algo regular en Italia, los griegos, repetimos, tenian la palabra polis para significar ciudad. Es muy probable que los etruscos traerian consigo á Italia esta palabra que, ora porque en la época de su emigracion de Grecia no tuviese una pronunciacion bien definida, ó bien porque en su trashumacion, ó por el transcurso de los siglos se corrompiese y tomase un nuevo giro, de la propia suerte que sucedió á otras tantas palabras latinas de orígen visiblemente griego, pudo ser muy bien la raíz de la voz populus, en cuya constitucion, aparte de la desinencia us, propia de la lengua del Lacio, no entran mas consonantes que la p y la l, que son las que constituyen la esencia del polis griego. Tambien conserva cierta semejanza con el is, atendida la facilidad con que se confunden en la pronunciacion la i y la u, que son seguramente las dos vocales mas análogas, de tal manera, que los griegos tenian la y (ypsilon), cuyo sonido, era el de una u cerrada. Por todas estas razones, creemos que la palabra populus viene del griego polis, modificada por los latinos con tanta mas razon y fundamento, cuanto que no la aplicaban á la significacion del conjunto de edificios que componian su urbe, y ni siquiera á la complexidad de edificios y moradores, sino precisamente á la colectividad de estos, á todos indistintamente, patricios y plebeyos, á la plebe y al Senado, por mas que, andando el tiempo, esta última corporacion quiso formar como una clase distinta del pueblo. (p. 491-492)
“PUERTA DE FUERA”. Puerta de acceso al corral para paso de personas.
RASPADERA. Rastrillo metálico para raspar el suelo de la era una vez realizada la trilla.
RASTROJO. Pajas cortas que quedan en la tierra después de la siega.
RAYA. Límite de un término municipal, provincia o nación en este caso Portugal.
RAYANO. Que limita con (término, provincia o nación).
REGATO. Arroyo pequeño o con muy poco caudal.
RIVERA. Ribera. Dialecto leonés.
RODILLO. Prado sin cercar ubicado en las tierras abiertas y cuyos pastos se aprovechan generalmente por el común de vecinos.
RODILLO CONCEJO. Prado de “propios” es decir, del ayuntamiento.
ROMANA. Especie de balanza para pesar masas constituida por una barra de hierro en la que están grabadas las medidas de peso (kilos y libras), por la que se va moviendo la “pesa” y de la que pende un solo platillo.
TENADA. Construcción auxiliar para guardar leña o guarecer al ganado.
TESO. Cerro. Cueto. Superficie elevada de terreno
TORNADERA. Rastrillo de madera de picos redondeados ejecutado en una sola pieza que sirve para “esgarrar” los haces de l as “parvas” antes y durante el proceso de la trilla.
SOBRADO o “SOBRAO”. Segunda planta ubicada sobre la vivienda para almacenamiento de cereal, legumbres, hortalizas, etc.
TORNO. Parte del arado que sirve para hacer los “cerros” más o menos grandes.
TRILLAR. Separar el grano de la mies.
VALLE. Zona incultivada para pastos ubicada entre tierras de labor.
VASAR o VASAL. Despensa situada al fondo de la vivienda.
ZAJÓN. Protector de piel para las piernas.
ZARANDA. Criba realizada en piel y atirantada por un aro de madera.
REFRANERO
Si lo quieres segar, por san Sebastián retira el burro del pan.
El que de este mundo quiera gozar, tiene que oír, ver y callar.
¿Porqué no engordaste ajo vil? Porque no me sembraste por San Martín.
De San Martín a Enero estoy igual en la tierra que en el humero.
Por la Magdalena la avellana llena.
Le dice el trigo al centeno ¡zancas vanas, mucho creces pero poco granas!, responde el centeno ¡calla, calla repompolludo que en las faltas bien que te ayudo!.
Le dice el albañil a la pared ¡tente en pie mientras no cobre!.
El padre llama al hijo ¡hijo levántate que fulano su bolsa encontró!, no padre, no me levanto porque más madrugó el que la perdió.
Si el cuco no canta ni en Marzo ni en Abril, o el cuco se ha muerto o “la fin” va a venir.
Cuando la “rolla” oigas cantar, prepara la hoz para ir a segar.
Por San Vicente cigüeña vente.
Por San Blas cigüeña verás y si no la vieres año de nieves.
Si en Enero oyes tronar, guarda la paja en tu pajar.
Aire solano agua en la mano, en invierno no en verano.
Galleguiño darás “el coz”, tarde o temprano si señor.
En Viñuela son mandiles, en Almeida taponeros y en Alfaraz y en Escuadro, ni se que deciros de ellos.
Por Puercas (dehesa) las de Piñuel, pasan hace mucho tiempo, cuando a Zamora caminan siendo “novenas” ejemplo.
Cuando la perdiz canta el nublado viene y no hay mejor señal de agua que cuando llueve.
Marzo, espigarzo.
© Copyright: Esther Isabel Prada Llorente , 2007
© Copyright: Biblio3W, 2007
Ficha bibliográfica
PRADA LLORENTE, E.I. El paisaje agrario de Sayago: estado de la cuestión Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol.XII, nº 699, 15 de enero de 2007. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-699.htm]. [ISSN 1138-9796].