Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. X, nº 593, 5 de julio de 2005

MARMOLEJO DUARTE, Carlos. Hacia una interpretación de la teoría de localización de oficina en el territorio post industrial: el caso de Barcelona. Tesis Doctoral dirigida por el Dr. Josep Roca i Cladera. Barcelona: Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universitat Politècnica de Catalunya, 2004. 4 tomos en 2 vols., 840 p. +  18 h.

Horacio Capel

Universidad de Barcelona

Palabras clave: modelos de desarrollo de oficinas, localización de actividades de oficina, mercado de oficinas, patrones de utilización del suelo, Distrito Central de los Negocios, edificios de oficinas, Area Metropolitana de Barcelona.

Key words: models of office development, location of office activities, office market, urban land use patterns, Central Bussiness District, office building, Metropolitan Area of  Barcelona.


La Tesis que ha elaborado el arquitecto Carlos Marmolejo Duarte se plantea el problema de los factores que influyen en la localización de oficinas y, de manera más concreta, trata de "desvelar el factor que determina, distintivamente, la localización de las actividades de oficinas". Se trata, pues, de una investigación ambiciosa y de gran interés, que aborda un problema esencial de la organización urbana y de la distribución espacial de una actividad de gran significado económico.

La  Tesis ha sido elaborada en el marco del Programa de Doctorado sobre "Gestión y Valoración Urbana", del Departamento de Construcciones Arquitectónicas I de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cataluña, y dirigida por el Dr. Josep Roca Cladera, en el marco del Centre de Política del Sòl i Valoracions, que él ha organizado e impulsa en la Universidad Politécnica de Cataluña. Desde el año 1991 se han presentado en relación con ese programa de doctorado un total de 17 Tesis doctorales, once de ellas dirigidas por el Dr. Roca y otras tres codirigidas por él mismo. Los temas abordados por estas Tesis están en relación con las cuestiones que se incluyen en el citado Programa: valores inmobiliarios y renta del suelo urbano, planeamiento urbanístico, utilización de los SIG para valoraciones y para análisis de usos del suelo, distribución de cargas y beneficios en la construcción de la ciudad, o la formación de los valores del suelo. Entre los temas abordados se encuentran también la gestión urbanística de los centros de las ciudades, de las grandes superficies comerciales, de las áreas de aparcamiento o de los espacios de servicios. Todas ellas son cuestiones que han sido igualmente planteadas por el director de la Tesis en sus propios trabajos de investigación, en los que existen -además de gran número de investigaciones e informes sobre el mercado inmobiliario y sobre la formación de los valores urbanos en la ciudad Area Metropolitana de Barcelona (entre los cuales su libro acerca de La estructura de valores urbanos: un análisis teórico empírico)- estudios concretos sobre el mercado de oficinas en dicho territorio.

Es en esta última línea de investigación en la que se inserta la Tesis doctoral del arquitecto mexicano Carlos Marmolejo, la cual está dividida en cuatro partes, desarrolladas en dos volúmenes que tienen en total 860 páginas. Una primera parte está dedicada a la evolución de las actividades y de los edificios de oficinas en su contexto urbano, la segunda se ocupa de la teoría general de la localización, la tercera centra la atención en la teoría específica de la localización de las actividades de oficinas, y la cuarta, por último, constituye una aplicación empírica de los resultados de esta última a la localización de oficinas en el Area Metropolitana de Barcelona. Esos dos volúmenes van acompañados de otro de 99 páginas en el que se realiza una útil "Presentación y síntesis" de las principales aportaciones de la Tesis, así como de un CD con la edición digital del texto completo de la Tesis y con los mapas en color. También se indica que existen dos anexos, no incluidos en el material facilitado: el primero, de 90 páginas, presentaría el desarrollo urbano de Barcelona y su Área Metropolitana desde 1857 hasta hoy; y el segundo, una colección de mapas en que se detallan la localización de oficinas en los 164 municipios del Área Metropolitana, con el nivel de detalle de los 60 sectores de la Clasificación Nacional de Actividad Económica en 1993.

Hacia una teoría específica de la localización de oficinas

Se trata, sin duda, de un trabajo de gran aliento. Es una Tesis que aborda un tema muy amplio y con un planteamiento que tiene en cuenta, a la vez, la dimensión teórica y la evolución histórica, que elabora un marco teórico propio y bien fundamentado, y que realiza, además, una cuidadosa investigación empírica para valorar las hipótesis que a partir del mismo se establecen[1].

Los objetivos están muy bien definidos, y el problema abordado es relevante desde el punto de vista de los estudios territoriales y del urbanismo.  El autor ha realizado un esfuerzo de lectura y sistematización de la teoría de la localización, tanto desde la perspectiva económica como geográfica y sociológica.  Los resultados obtenidos tienen un gran interés, no solo para el campo del urbanismo sino, de forma más amplia desde otras perspectivas disciplinarias, entre las cuales la geografía y la economía espacial.

La Tesis se inicia con una presentación de la evolución histórica de la localización de oficinas, dedicando atención a la constitución del distrito central de los negocios. El autor adopta la  estrategia estudiar en detalle la evolución del Distrito Central de los Negocios de Nueva York, para ver las configuraciones espaciales sucesivas que ha ido adoptando. Se insiste en que la forma de agrupación de los negocios obtenía ventajas de la proximidad y del contacto cara a cara, así como del papel de la accesibilidad al espacio central. La proximidad significa asimismo acceso a la información. El autor destaca también que las telecomunicaciones (telégrafo y teléfono) en vez de dispersar las oficinas contribuyeron a concentrarlas, por la posibilidad de gestionar negocios alejados desde un punto central que tenía la ventaja de la proximidad a otras sedes centrales y oficinas diversas.

A continuación se presenta la evolución de los edificios de oficinas a lo largo de la edad contemporánea, desde los primeros que se construyeron con usos mixtos hasta los que se dedicaron ya exclusivamente a oficinas de empresas de servicios (seguros, bancos, periodismo...) y, finalmente, a los edificios de oficinas para usos múltiples.

Las partes segunda y tercera constituyen una sistematización de la teoría de la localización, primero a partir de la bibliografía económica y de otras disciplinas científicas como la geografía y la ciencia regional. En un recorrido histórico, se examina la localización como función de la accesibilidad desde los primeros modelos elaborados en relación con la economía agraria (von Thünen) y las aplicaciones al ámbito urbano (por Richard M. Hurd con sus Principles of City Land Values, 1903) y los desarrollos posteriores (como el de Robert M. Haig, 1926), que condujeron a la elaboración de un modelo de localización del suelo urbano basado en la accesibilidad, y que se extendió posteriormente a los efectos de la suburbanización. El autor examina también otras teorías, desde las que consideran la localización desde la perspectiva de la ciencia regional (línea en la que incluye al geógrafo W. Christaller así como a A. Lösh, W. Isard y otros), y las teorías que la interpretan como función de la aglomeración, hasta las aportaciones de François Perroux y otros economistas sobre los polos de desarrollos y sobre la localización como función de la variación salarial intrametropolitana.

Se presentan luego las matizaciones y correcciones que se hicieron a las teorías de la localización, especialmente a partir de trabajos de los sociólogos y geógrafos, y de la toma de conciencia de las imperfecciones del mercado; todo ello llevó al cuestionamiento de los modelos económicos basados en el comportamiento racional del Homo Oeconomicus, y puso de manifiesto las imperfecciones del mercado y la existencia de sesgos en la información, y en la percepción de la realidad.

El autor introduce oportunamente en su Teoría General de la Localización diversas matizaciones, que tienen en cuenta los hallazgos de los estudios de percepción y comportamiento, las cuales muestran que frecuentemente por falta de información las decisiones de localización "no son las óptimas  sino las que satisfacen en grado suficiente las necesidades de la firma". E incorpora también consideraciones sobre la oferta de oficinas,  en cuanto depende de agentes que "basan sus decisiones en análisis de riesgo, disponibilidad de financiación y ciclo inmobiliario", por lo que sería "la oferta y no la demanda la que de forma directa induciría la localización de estos artefactos arquitectónicos". A todo ello podría unirse también la existencia de restricciones o de incentivos derivados de políticas de planeamiento, como la zonificación o los estímulos a la implantación de áreas direccionales.

Todo ello le permite elaborar su propio marco teórico, lo que hace en el capítulo 9, que es sin duda –y él mismo lo considera así- el esencial de la Tesis. Su objetivo es llegar a una teoría específica de la localización de las actividades de oficina. Y posteriormente considerar los cambios recientes que la revolución telemática, la postindustrialización y la aparición de la sociedad de la información han podido introducir en las estructuras de las oficinas y en su localización.

Las bases teóricas de la interpretación que el autor hace sobre los diferentes tipos de oficinas se apoyan en los trabajos de Bertil Thorngren, J. B. Goddard y otros autores que realizaron sus aportaciones a partir de los años 1970, y que destaca oportunamente. A partir de ellos elabora los fundamentos de su Teoría de la Localización de Oficinas. En ella interviene de forma destacada "la necesidad de comunicación con el exterior y la forma como ésta se realiza" y la idea de que "la actividad de oficina tenderá a localizarse cerca unas de otras de manera directamente proporcional a la intensidad de la interacción presencial que las relaciona e inversamente proporcional a su incapacidad para afrontar las deseconomías que tal aglomeración les ocasiona" (p. 498-499). Un aspecto esencial de su argumentación es que la localización es función de la accesibilidad, lo que debería llevar a un estudio de las diferentes medios de transporte utilizados para el movimiento y su influencia en la localización, algo que ya planteó en los años 1970 el sociólogo Jean Remy.

El autor distingue las actividades relacionadas con tareas materiales y las que lo están con el manejo y procesamiento de la información, y estima que son estas últimas precisamente las que se pueden considerar oficinas. Las cuales, a su vez, pueden ser clasificadas como: a) actividades de orientación, que tienen como objetivo concebir la empresa y las tareas a realizar; b) actividades de planificación, que  implican el desarrollo de proyectos concebidos por los directivos, y exigen el estudio concienzudo técnico y financiero para evaluar la factibilidad del proyecto y sus posibilidades de realización; y c) actividades de ejecución, que son las que realizan los proyectos concebidos y planificados por otros.

Cada uno de estos tipos tiene necesidades de mediación y de comunicación diferentes.  Las primeras, las de orientación, necesitan una amplia interacción con el ambiente exterior, y deben tener un nivel de información muy amplio y variado, por lo que requieren de oficinistas muy calificados, capaces de resolver problemas y de negociar; necesitan también de contactos cara a cara y de intercambios multidireccionales. Las de planificación precisan de contactos más breves, y de carácter mas especializado o monotemático, así como relaciones frecuentes con consultores o proveedores externos. Las de ejecución, en cambio, realizan tareas que les han sido encomendadas y requieren esencialmente buenas comunicaciones con el centro.

A partir de aquí el autor considera que existe una clara relación entre el tipo de actividad de oficina y la intensidad de la interacción comunicativa:

"Aquellas actividades relacionadas con la gestación de procesos productivos y la alta dirección, poseen los niveles de interacción más altos, en los que intervienen el mayor número de personas, en los que se discute una amplia gama de tópicos, o se negocia. Son, en términos comunicativos los patrones de comunicación con mayor grado de interactividad, toda vez que se establecen procesos de retroalimentación, tanto de comunicación como de conocimiento. Asimismo, los patrones de comunicación de estas actividades orientativas están prioritariamente basados en la interacción presencial cara a cara, medio a través del cual se verifica el intercambio de información más cualificada. Muy por el contrario, las actividades de oficinas con tareas más preestablecidas, aún cuando pueden tener niveles de comunicación intensos, su grado de retroalimentación es menor, como menor es también la interacción presencial que requieren, puesto que los medios telemáticos les permiten estar conectadas en cualquier lugar sin importar la proximidad física con sus contactados".

Esto le permite formular dos hipótesis fundamentales.

1) "Las actividades de oficina que tienen una necesidad de intensa interacción presencial tienden a minimizar el espacio entre ellas, por cuanto éste ejerce una fricción importante en términos de costo energético, y sobre todo, de tiempo malgastado en el desplazamiento. Mientras que aquellas oficinas con patrones de interacción presencial exiguos, o que pueden sustituirlos por medios telemáticos tienen, desde esta perspectiva, una mayor independencia para elegir su emplazamiento espacial. Es decir, que la intensidad de aglomeración espacial es una función que, desde el punto de vista funcional, depende de las necesidades de interacción presencial.

2) La interacción presencial que cohesiona a las actividades de oficina orientativas dentro de los clusters, aporta beneficios a las firmas cuya cuantía es superior a los costes de transporte salvados por la proximidad espacial.

Esas dos hipótesis se resumen en una más general, que se formula así;

"Las actividades de oficina tienden a localizarse cerca unas de otras de manera directamente proporcional a la intensidad de interacción presencial que las relaciona e inversamente proporcional a su incapacidad para afrontar las diseconomías que tal aglomeración les ocasiona".

Es decir, que las oficinas de los primeros grupos, con elevada intensidad de interacción presencial y elevada capacidad para afrontar los costes de la aglomeración, tenderán a formar agrupaciones espaciales (o clusters, en la bibliografía anglófona), mientras que las otras tendrán un patrón más disperso y mostrarán una tendencia a la descentralización.

La localización de oficinas en el Área Metropolitana de Barcelona

A partir de esta base teórica el autor aborda el análisis empírico, con el que trata de comprobar si hay intensidades profundamente diferenciadas de utilización del territorio metropolitano, y con patrones de localización distintos: las oficinas con tareas más cualificadas se situarían centralmente y de manera más compacta, mientras que las oficinas con tareas preestablecidas se localizarían de manera más periférica y dispersa. Así se configura una diferenciación del territorio con un centro altamente especializado en tareas cualificadas y una periferia especializada en tareas rutinarias.

Para examinar la validez del marco teórico establecido el autor dedica toda la cuarta parte de la Tesis a estudiar la localización de oficinas en 164 municipios del Área Metropolitana de Barcelona (de un total de 227 municipios que tenía el Área Metropolitana Estadística Consolidada en 2001). Elabora un modelo para encontrar "las regularidades espaciales del comportamiento locativo de las distintas clases de oficinas".  Para ello utiliza la Clasificación Nacional de Actividad Económica en 1993, que permite identificar 60 sectores de actividad,  y examina la localización de los mismos en los municipios del área. Emplea diversas técnicas estadísticas multivariantes para detectar el peso implícito de los diversos factores en la agrupación y localización concreta de las oficinas en el Área Metropolitana barcelonesa. Al mismo tiempo trata de examinar si existe un mercado único de oficinas o si éste está segmentado en diferentes submercados, con demandas distintas y específicas de oficinas, y si las distintas localizaciones son competidoras o complementarias entre sí.

Los capítulos 11 a 13, que constituyen el cuarto tomo, tienen un excelente planteamiento, ya que el autor señala de forma explícita las hipótesis que van a ser sometidas a prueba, presenta los instrumentos de análisis estadístico, y discute la fiabilidad de los datos.  Aunque lo esencial de su análisis se efectúa a escala metropolitana, realiza también un esfuerzo de análisis a escala intramunicipal, que le permite identificar lo que califica como "el corazón del epicentro metropolitano", caracterizado como un "centro duro" (articulado por una parte de la avenida Diagonal, Ronda General Mitre y Paseo de Gracia-Rambla de Cataluña) y una "corona semidura".

Su análisis le permite también sugerir la existencia de submercados de oficinas; y avanzar, finalmente, hacia un modelo de interacción espacial basado en el comportamiento locativo de las actividades de oficinas. Lo que, según el autor, hace posible a realizar una prognosis de los emplazamientos que tienen un mayor potencial de localización de oficinas.

En este sentido, el autor recuerda que su modelo es limitado, ya que trabaja con un factor esencial, que no es el único que afecta al comportamiento locativo de las oficinas, y que además aborda el problema solo desde la perspectiva de la demanda. Aún así, cree estar en condiciones de realizar una prognosis sobre las localidades con mayor potencialidad para convertirse en emplazamientos de oficinas, teniendo en cuenta la evolución del periodo 1991-2001, y siempre que se cumpla la cláusula ceteris paribus, es decir, que se mantenga todo lo demás igual.

Es muy posible que la estructura policéntrica del Area Metropolitana de Barcelona afecte al resultado del análisis que se realiza sobre la localización de actividades a distancias crecientes del centro de la ciudad, ya que hay una o varias coronas de estas ciudades centrales.  Identifica en ese sentido como potencialmente destacados una serie de subcentros del arco metropolitano, y de manera muy especial los núcleos de Terrassa, Granollers, Mataró y Sabadell, y en mucha menor medida Vilanova y Vilafranca del Penedés. Se trataría así de un proceso de "descentralización concentrada", a la vez que de "descentralización diferencial": las oficinas con más necesidad de interacción presencial se descentralizarían menos, lo que implica que la ciudad de Barcelona se consolidará como un centro cada vez más especializado en las actividades más cualificadas y situadas en la cúspide direccional. Es decir, que "se vislumbra una metrópoli que avanza hacia una economía más terciarizada, cuyo epicentro emerge como la ciudad basada en el conocimiento".

Una aproximación histórica y un enfoque positivista

Estamos, como se ve por el resumen que hemos hecho, ante un excelente trabajo. La bibliografía que se maneja es pertinente y bien seleccionada, y en muchos casos representa sistematizaciones de gran interés; por ejemplo, por citar un aspecto, la que reúne a partir de la sistematización de bibliografía sobre la influencia de las tecnologías de la información y la comunicación en la localización de oficinas. A veces se echa en falta la cita de las fuentes; por ejemplo sobre la evolución de Nueva York no siempre se indica claramente la fuente de los datos que se dan, y solo de vez en cuando hay alguna referencia bibliográfica. Hay también algunas cuestiones de terminología y traducción, que no es necesario tratar en este comentario, ya que serán fácilmente corregidas antes de la publicación.

Como es lógico, teniendo en cuenta la ambición de trabajo y la variedad de campos disciplinarios considerados, siempre puede echarse en falta alguna que otra referencia, pero eso no afecta en ningún caso a la validez del trabajo y a las conclusiones que se obtienen. Existe, en particular, sobre algunas de las cuestiones abordadas en esta Tesis una amplia bibliografía geográfica que puede ser también de utilidad. Por ejemplo, sobre el Distrito Central de los Negocios, tanto desde la perspectiva histórica, y especialmente sobre su organización en relación con Revolución Industrial (p. ejemplo, los de David Ward acerca de Boston) como acerca de los límites y la configuración de dicho distrito.

La Tesis tiene, como hemos dicho, una parte sobre la evolución histórica de las oficinas y su localización. En esa parte se echan de menos algunas referencias complementarias.  El autor dedica amplia atención a la evolución de las estructuras administrativas en capitales como Londres y París, y a la de centros económicos como Nueva York. Pero seguramente en una Tesis presentada en una universidad española debería haberse prestado mayor atención a la bibliografía hispana e iberoamericana. Un cierto número de cuestiones abordadas en esta investigación podrían haber sido útilmente ilustradas con ejemplos de las ciudades españolas o hispanoamericanas. Tanto en lo que se refiere a los centros de las ciudades antiguas, y medievales, como a las modernas y contemporáneas. Podrían haberse aportado ejemplos de la compleja administración de los monasterios medievales (obtenida a partir delos cartularios y otras fuentes), de la organización de los ayuntamientos y la puesta en marcha de una administración municipal a partir de la edad media, o de las estructuras administrativas y fiscales de las monarquías medievales. Sin duda, además de los ejemplos que se aducen sobre la organización de los imperios francés e inglés, debería haberse hablado de la que fue en buena medida un modelo para éstos, la organización del imperio hispano desde siglo XVI. Son ya numerosos los estudios sobre la preocupación gestora de los reyes españoles, entre los cuales de forma destacada Felipe II, y la compleja máquina administrativa que se fue poniendo a punto para gobernar los territorios de la Monarquía Hispana, o sobre la influencia de la estructura administrativa en el desarrollo urbano de Madrid. De manera similar, en lo que se refiere a América podría haberse aludido a la organización de virreinatos; sin duda, en ese sentido, el ejemplo de México como capital de Nueva España, era en el siglo XVIII mucho más significativo que el de otras ciudades que se citan y podría haber sido aducido con mayor propiedad, aprovechando los estudios ya existentes.

Los datos sobre Barcelona son también esporádicos y limitados, y a veces no tienen en cuenta la amplia bibliografía histórica y geográfica existente, que habría permitido ejemplificar algunas cuestiones aludidas en la Tesis. Así, por ejemplo, la separación entre producción y gestión gracias al telégrafo se produce en Barcelona ya en los años 1860 en algunas fábricas, y el impacto del teléfono fue también grande en esta ciudad de forma temprana, cuestiones sobre lo que existen ya algunos estudios publicados. Al igual que sobre la iluminación por gas y elecricidad en industrias y oficinas en Barcelona, o sobre la gestión empresarial de esas actividades.

Es también oportuno aludir en este comentario a la necesidad de tener en cuenta la jerarquía urbana a la hora de considerar la localización de oficinas y servicios. Existen datos sobre la trascendencia de la organización del Estado liberal durante el siglo XIX, con la creación de gran número de organismos y oficinas para la administración del territorio: desde ministerios a diputaciones provinciales, audiencias territoriales y juzgados, hasta oficinas especializadas como las dedicadas a la elaboración del catastro o al servicio de correos. Y los hay también sobre la concentración de sociedades científicas y académicas en las grandes ciudades españolas y sobre la mayor capacidad innovadora de éstas.

A pesar de que hay en la primera parte de la Tesis una aproximación histórica, puede decirse que en el núcleo esencial de la misma se adopta un enfoque que el mismo autor califica explícitamente como positivista. Especialmente en evidente esta aproximación en los capítulos dedicados a elaborar el modelo y validarlo con referencia al Area Metropolitana de Barcelona. Se acepta también, sin mayores consideraciones, la transferencia de teorías de la física al campo de lo social, por ejemplo, la utilización de la teoría de la gravitación, la fricción de la distancia, las fuerzas centrípetas y centrífugas, los intercambios de flujos de materia, de energía y de información. La utilización de algunos modelos elaborados recientemente por P. Krugman le permite transitar con comodidad por todo ello.

También se utilizan ideas que proceden indirectamente a la Escuela de Chicago, como la de "áreas naturales" en las ciudades, que serían "resultado de un proceso de 'selectividad social' de manera tal que las mejores localizaciones son utilizadas por los individuos más capacitados".  Sin duda, el autor está en su derecho a adoptar ese enfoque positivista, que puede ser, además, muy refrescante en un momento de dominio de aproximaciones calificadas de postmodernas. Pero es posible que  una relectura de las páginas dedicadas a ello permitiría introducir matizaciones oportunas.

El papel del planeamiento y de los agentes urbanos

Algo que está ausente en esta Tesis es el capital y sus estrategias, por no hablar del capitalismo. La inversión en edificios de oficinas puede verse también como una estrategia del capital, que a veces no encuentra hoy en la industria los beneficios que ésta antes generaba. La producción de espacio construido para vivienda y para oficinas es una orientación alternativa que puede dar elevados beneficios en las metrópolis más dinámicas. En ellas faltan en ocasiones edificios compatibles con las necesidades de los nuevos sectores de actividad terciarios. Hay por ello necesidad de nuevos espacios preparados para acoger estos edificios tecnológicamente acondicionados.

La construcción de dichos edificios avanzados atrae al capital financiero e inmobiliario, especialmente en áreas de mayor calidad y aprecio. A veces hay una necesidad de intervención pública a través del urbanismo para preparar el suelo que permita levantar esas nuevas construcciones. En este sentido sería interesante estudiar las estrategias que se siguen para obtener en el centro o cerca de él espacios adecuados para las nuevos edificios de oficinas. La creación de nuevas centralidades en el tejido consolidado es, por ello, de gran interés así como los mecanismos a través de los cuales se consigue el cambio de calificación y la construcción de nuevas tipologías de edificios. Por ejemplo, en el caso de Barcelona, en relación con las nuevas centralidades de la calle Tarragona o de Poblenou, podemos preguntarnos si la función de la administración pública para preparar las nuevas centralidades  es inocente; o si debe hablarse, como algunos pretenden. de articulación entre la acción pública y las necesidades del capital.

Los estudios existentes sobre grandes áreas metropolitanas han podido en ocasiones plantear estas cuestiones. Con respecto a Sâo Paulo, por ejemplo, se ha podido constatar que que los nuevos servicios exigen un tipo de instalaciones incompatibles con las construcciones que existen en el centro o en tejido consolidado. Por ello

"la creación de mecanismos capaces de liberar área construida residencial para el crecimiento del sector de servicios en Sâo Paulo, como exensión de la antigua área central se realizó por medio de dos operaciones urbanas, coordinadas por la Prefectura, en asociación con el sector privado, como las Operaciones Urbanas Faria Lima, permitiendo así la relación de dos áreas de oficinas antes sepradas por dos barrios residenciales, para la construcción contigua del eje empresarial a partir de cambios profundos en las formas de ocupación de esas áreas, permitiendo que la propiedad mude de manos, cambios en la ley de uso del suelo, que permite el agrupamiento de terrenos y la construcción de edificios corporativos, por la modificación de los coeficientes construtivos".

De esta forma, se ha escrito, a través de la Operación Urbana Faria Lima, "la Prefectura expropió un area ocupada, transformando la propiedad individual del suelo urbano en área de 'interés social', y con ello permitió que esta área volviera al mercado con posibilidades de reagrupación de pequeños terrenos convertidos en residencia, lo que permitió que se situase en el mercado inmobiliario terrenos baratos en una región plana, articulada por un nuevo sistema viario circundado por barrios residenciales y solo a 10 minutos del aeuropuerto de Congohas".  El papel de  la administración pública ha sido así muy importante, preparando la actuación del capital privado; en el caso de Sâo Paulo, es ella la que "derriba las barreras al desenvolvimiento de acumulación, creando una nueva área para un nuevo uso en expansión" dando, además la posibilidad de construcción en altura' y contribuyendo a establecer una nueva jerarquía espacial (Carlos p. 61-62)

De manera similar, en lo que se refiere a otras ciudades, entre las cuales Barcelona, podríamos preguntarnos sobre el papel de la administración pública en la creación de las nuevas centralidades que se hacen necesarias por los requerimientos del capital.

En la Tesis falta tal vez una mayor atención a los agentes urbanos que toman decisiones para la localización, o para la aparición de centros direccionales o de centralidades periféricas. La naturaleza de los agentes que intervienen (por ejemplo, la creación de diversos polígonos de oficinas en el Área Metropolitana de Barcelona, como Augusta o el polígono Muntadas junto al aeropuerto), la estructura de la propiedad, los intereses inmobiliarios serían aspectos que deberían incorporarse al análisis de la centralidad y en los modelos que se elaboran. Incluso la corrupción, y el 3 por ciento, son factores que deberían ser integrados en los modelos de localización. Los análisis estadísticos son, sin duda, útiles como exploración inicial, pero deberían complementarse con otros tipos de datos y de análisis, que tal vez permitirían proponer nuevas hipótesis.

Por ejemplo, tal vez habría que prestar más atención al papel de los inversores institucionales dirigiendo las inversiones en determinadas direcciones a través del planeamiento o, incluso, de decisiones tomadas al margen del planeamiento, y en beneficio de determinados inversores o de agentes que poseen propiedades en ese sector –con comisión o sin ella, para los políticos o los partidos. Sería interesante pasar de los análisis generales a la investigación concreta sobre decisiones que han afectado al crecimiento de determinadas localizaciones en las grandes áreas metropolitanas, incluyendo Barcelona. Sin duda el autor puede argumentar, como hizo oportunamente en su defensa, que no era posible tratar todos estos aspectos ya que su trabajo se centra esencialmente en la demanda y no en la oferta de oficinas. Aún así, sería interesante saber qué decisiones institucionales han contribuido a convertir un sector en una zona atractiva atrayendo luego a localizadores solventes que elevan la renta del suelo (de lo que se habla teóricamente en la página 535).

Una tesis básica de esta obra es que el Distrito Central de los Negocios ha desbordado sobre los municipios del entorno; ocupa, pues, todo el municipio de Barcelona y otros municipios periféricos  (p. 686). Tal vez convendría también hacer algunas matizaciones a ello. Dentro del municipio de Barcelona, no todo es distrito central, sino que existen áreas privilegiadas de especial significado. Desde el siglo XIX ha habido una evolución de su localización en relación con la misma ampliación del tejido urbano y la anexión de  municipios periféricos.  Esa evolución es compleja, y se ha visto afectada por factores diversos, que invalidaron las previsiones de Cerdá sobre el papel central que había de desempeñar la plaza de las Glorias. Hay una amplia bibliografía histórica sobre el tema (Ferrás, Casasas, Culell..) y fuentes que podrían ser de utilidad para posteriores estudios sobre esta cuestión.

Están también por estudiar los procesos de terciarización del espacio residencial, y las actividades "oficinescas" que no están localizados en edificios de oficina sino en bloques residenciales reconvertidos, así como su incidencia en los patrones de organización de la actividad  la relación con grandes y pequeñas empresas.

En el futuro será preciso profundizar más sobre las pautas de interacción que han llevado a la formulación de las hipótesis antes señaladas sobre las actividades de orientación, planificación y ejecución.

Tal vez la necesidad de interacción presencial es diferente según las actividades. Existen ya estudios sobre las interacciones que realmente realizan los directivos de las grandes empresas multinacionales cuyo cuartel general está situado en el centro de una gran ciudad, y a algunos de ellos alude el autor en su trabajo.  Pero habría que produndizar más sobre la cuestión de si  necesitan más acceso rápido a otras oficinas cercanas o a las lejanas; si fuera esto último la congestión del centro y la construcción de vías rápidas (autopistas y ferrocarriles) así como el acceso a los aeropuertos sería más decisivo. Podrían formularse, tal vez, hipótesis alternativas o complementarias a las que se sostienen en este trabajo: por ejemplo; con el desarrollo de las telecomunicaciones y la globalización, unida a la congestión de los centros urbanos, las actividades de dirección pueden desplazarse desde el centro urbano congestionado hacia localizaciones periféricas del Area metropolitana bien conectadas por autopistas y cercanas a los aeuropuertos, lo que permite la fácil llegada e interacción de directivos procedentes de todo el mundo.

La interacción que necesita una empresa es diferente si pensamos en las relaciones con otras empresas, en las que han de tener con los empleados y en las que realizan con el público o con los consumidores de un servicio. Puede haber también radios de interacción diferentes, desde los de las sedes de dirección de las empresas que tienen un alcance global a las de ámbito nacional o regional. Y desde las que realizan las sedes centrales que pueden tener contactos habituales por videoconferencia, hasta las sucursales locales que tienen relaciones puramente locales y necesitan de los contactos cara a cara con el público (en contra de lo que se se formula en alguna de las dimensiones del modelo elaborado).

Son, sin duda, cuestiones que necesitan de mayor investigación. En todo caso, es ya mucho lo que se aporta en esta Tesis, entre lo que vale la pena señalar el interés de la distinción entre actividades de orientación, de planificación y de ejecución. Sin duda a partir de investigaciones como la realizada será posible pasar a análisis más detallados sobre los requerimientos de los diversos servicios de oficinas (financieros...)., sobre la localización en el interior del tejido urbano consolidado, sobre las nuevas centralidades en el mismo y en la periferia, así como, finalmente, sobre la expresión morfológica de los mismos y la organización interna de los espacios de las oficinas. Podemos esperar estas contribuciones tanto del autor como del mismo grupo de investigación en el que se inserta.

Notas

[1] El acto público de lectura y defensa de la Tesis se celebró en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona el día 30 de junio de 2005. El tribunal estuvo constituido por los siguientes miembros: Presidente, Dr. Manuel Ribas Piera, Catedrático Emérito de Urbanismo de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona; Vocales, Drs. Horacio Capel Sáez, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, Dr. Javier García-Bellido, Profesor Asociado de la Universidad Politécnica de Barcelona y Técnico del Ministerio de Fomento de España, Dr. José AntonioTenedorio, Profesor de Geografía y Planeamiento Regional de la Universidade Nova de Lisboa, y Dr. Agustín Hernández Aja, Profesor Titular de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Obtuvo la calificación de Sobresaliente cum laude.
 

Bibliografía

CARLOS, Ana Fani Alessandri. Sâo Paulo: do capital industrial ao capital financeiro. In CARLOS, Ana Fani Alessandri e OLIVEIRA, Ariovaldo Umbelino de (Organizadores). Geografia de Sâo Paulo. 2, A metropole do século XXI. Sâo Paulo: Contexto, 2004, p. 51-84.
 

© Copyright: Horacio Capel, 2005
© Copyright: Biblio3W, 2005

Ficha bibliográfica

CAPEL, H.  Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, nº 594 10  de julio de 2005. http://www.ub.es/geocrit/b3w-591.htm]. [ISSN 1138-9796].


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