REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 Vol. XVIII, nº 1043, 30 de septiembre de 2013 [Serie documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana] |
LA DIFICIL RELACIÓN DE GALICIA CON LA INDUSTRIA DEL GAS (S. XIX-XXI).
MARTÍNEZ,
Alberte (coord), MIRÁS ARAUJO, Jesús, LINDOSO TATO, Elvira. La industria del gas en Galicia: del alumbrado por gas
al siglo XXI, 1850-2005. Barcelona:
Fundación Gas Natural/Lid, 2009. 446 p. [ISBN: 978-84-613-5597-6]
Mercedes
Arroyo
Universidad
de Barcelona
Recibido: 5 de noviembre de 2012 Aceptado: 25 de noviembre de 2012
Palabras clave: gas de hulla, innovación tecnológica, Galicia
Key words: coal gas, technological innovation, Galicia
El libro que reseñamos –cuya edición ha sido financiada por la Fundación Gas Natural- constituye una obra fundamental para conocer las diferentes etapas por las que pasó la industria del gas manufacturado en Galicia a partir de la reconstrucción, nada fácil, de la historia de su instalación para el alumbrado público y particular; su posterior proceso de obsolescencia y su sustitución por la electricidad en dichas ciudades. Desde unos problemáticos inicios y una transición no exenta de conflictos, la industria del gas se enfrentaría a los cambios tecnológicos que marcarían su declive. Sin embargo, y bajo condiciones diferentes, el gas conseguiría finalmente afianzarse en algunas ciudades gallegas como un artículo de consumo imprescindible.
Sus autores, Martínez, Mirás y Lindoso integran el Grupo de Estudios de Historia de la Empresa y desempeñan su actividad docente en la Universidad de A Coruña en el área de Historia e Instituciones Económicas. Con una amplia experiencia en el estudio de la historia empresarial, han focalizado parte de su atención en la trayectoria de algunas empresas significativas de Galicia, en especial, de A Coruña. Los tres autores cuentan con una amplia bibliografía esencialmente referida al estudio de la instalación de redes técnicas en la ciudad, así como a las condiciones económicas y la historia empresarial. En la bibliografía final, ofrecemos una breve selección de sus obras.
Su actividad científica abarca desde la coordinación de dossiers monográficos[1], hasta la asistencia a diversos eventos científicos relacionados con su trayectoria intelectual. Entre ellos, destacamos su reciente aportación al Simposio Internacional de Geocrítica Globalización, innovación y construcción de redes técnicas urbanas en América y Europa, 1890-1930. Brazilian Traction, Barcelona Traction y otros conglomerados financieros y técnicos, celebrado en Barcelona en enero de 2012, de cuya comunicación, disponible en las Actas de dicho Simposio Internacional, también indicamos el título[2].
Fruto de la consulta sistemática de más de veinte archivos, entre ellos, los respectivos archivos municipales de cuatro ciudades gallegas -A Coruña, Santiago de Compostela, Ferrol y Vigo- La industria del gas en Galicia: del alumbrado por gas al siglo XXI, 1850-2005 muestra un trabajo minucioso que permite entrever el volumen de documentación manejada. Además, los autores han tenido acceso a varios fondos documentales de importancia, como el de la Fundación Gas Natural de Barcelona, los depositados en los Archives Nationales de París o en la Biblioteca Nacional de Madrid a los que han integrado la consulta de numerosas páginas web. Todo ello dota a este trabajo de una amplitud y una profundidad considerables.
Sin duda, el material de consulta disponible ha condicionado el tamaño de cada uno de los capítulos en que los autores describen y explican de manera cronológica el desarrollo del gas en las cuatro ciudades gallegas que hemos señalado. A través de su lectura se puede identificar las diferentes etapas por las que transcurrió dicha industria: sus inicios en cada una de las cuatro ciudades; la situación de competencia y más tarde de coexistencia entre el gas y la electricidad y, por último, su resolución en la que se reacomodaron ambas formas de obtención de energía, de manera similar a lo que sucedía no sólo en Galicia sino en España y Europa y que haría variar de forma drástica el equilibrio de fuerzas en el campo de la utilización de ambas.
Los inicios del gas en Galicia
La primera parte del libro trata de manera pormenorizada la entrada del gas en las cuatro ciudades. En A Coruña, en época tan temprana como 1844; en Santiago de Compostela dos años después; y en Ferrol y Vigo desde 1883. Es importante subrayar que, a partir de la documentación manejada, los autores han trazado un panorama diferenciado para cada una de las ciudades. Así, se da a conocer las dificultades de financiación; las reticencias de las propias autoridades municipales, ya que, como servicio público, el inicio del alumbrado a gas debía contar con la aquiescencia de los respectivos ayuntamientos. Después vendría, con suerte, la instalación de gas para el consumo particular, centrado al principio, en la industria y el comercio y, más tarde, en el doméstico.
Asimismo, en el libro se muestra las dificultades económicas por las que se desarrollaron las relaciones entre las respectivas empresas y los ayuntamientos de las cuatro ciudades. El gas fue, desde el inicio, una innovación tecnológica con la que los ayuntamientos en general deseaban dotar sus respectivas ciudades. El alumbrado público a gas suponía un plus de modernidad y de seguridad para el espacio urbano; pero esa innovación exigía una estructura unitaria de producción y de distribución que debía extenderse por la totalidad del territorio de la ciudad, lo que implicaba la bien conocida tendencia al crecimiento constante de la red. Ello, a su vez, exigía cantidades económicas siempre en aumento que, en consecuencia, incrementaban, también constantemente, su valor como infraestructura pero, como contrapartida, los gastos de mantenimiento. Por otro lado, y dada la carestía de los carbones adecuados en España, la fabricación del gas manufacturado implicaba la necesidad de utilizar materias primas de importación, que encarecían sensiblemente el precio de producción.
Esencialmente, fueron esas dos condiciones las que determinaron que los ayuntamientos en general se viesen envueltos en una espiral de deudas a pesar de que las mayores prestaciones del gas respecto de los métodos de iluminación tradicionales fuesen claramente superiores. Para suplir esta desventaja, las empresas gasistas necesitaban contar con otra fuente de ingresos, diferenciada de la demanda procedente del alumbrado público, que compensase los déficit que surgieron casi de inmediato; y esa se centraría en la procedente de la industria y el comercio. Un bloque de consumo particular sólido y numeroso sería la condición necesaria para el éxito de la instalación de la industria del gas en las ciudades. Si ese bloque de consumo se retraía o no adquiría el suficiente peso sobre el alumbrado público, la expansión del gas se vería seriamente comprometida.
La primera ciudad gallega en contar con alumbrado a gas fue A Coruña, pero con anterioridad y como sucedería en la mayoría de ciudades españolas, una larga sucesión de empresarios –muchos de ellos de procedencia extranjera- intentarían tomar el compromiso de instalar el alumbrado público con la intención de, en primer lugar, utilizarlo como medio de propaganda del nuevo sistema de iluminación para pasar seguidamente al suministro a particulares. Una serie de tentativas y proyectos fallidos dan la medida de las condiciones adversas que se produjeron en cada una de las cuatro ciudades, condiciones que los autores tienen buen cuidado en mostrar.
El caso de Santiago de Compostela es, en ese sentido, bien significativo. Una estructura económica bastante estancada; un tejido industrial precario y un carácter de la población “tradicional, levítica y carlista” como la describen los autores, explica que el gas no llegase nunca a cuajar y que, con la llegada de la electricidad, Santiago y con ella otras ciudades gallegas, se decantase rápidamente por el nuevo sistema de iluminación y abandonase el gas. Al menos, por unos cuantos años.
Ferrol, por su parte, experimentó las mismas o mayores dificultades en la relación con el alumbrado a gas. En esa ciudad, y a diferencia de las otras tres, a una primera tentativa sin éxito siguió la entrada de empresarios españoles, que, a pesar de que en Barcelona y en otras ciudades catalanas, así como en Sevilla, experimentasen una trayectoria exitosa, se estrellaron contra unas circunstancias sociales adversas que los autores analizan de manera detenida.
El caso de Vigo también es significativo aunque por otras razones. En términos de población, Vigo era la menor de las cuatro ciudades; la tardía época de su instalación, en la década de los años 1880 - cuando prácticamente ya estaba entrando la electricidad en el mercado energético europeo y español- y la escasa capacidad económica del ayuntamiento de la ciudad justificarían por sí solas que el gas no arraigase de manera clara en el espacio urbano de esta ciudad. En una época en que las redes de gas se extendían en el territorio mayoritariamente a escala local, da la impresión de que la empresa gasista que actuaba en A Coruña habría entendido la posibilidad de entrar en Vigo como una extensión de su actividad, pero no como una entidad diferenciada[3]. Creemos que el escaso número de faroles del alumbrado público que finalmente se instalarían en contraste con lo que se había especificado en el contrato entre ayuntamiento y empresa refuerza esa percepción. Un escaso volumen de demanda particular frenaría, sin duda, la instalación de un mayor número de elementos de alumbrado público.
Por otro lado, es interesante observar los nombres de los sucesivos empresarios gasistas que se brindaron a instalar el gas en las cuatro ciudades; nombres que, con una cierta periodicidad se repitieron en otras ciudades españolas y, en general, con escaso éxito. La razón principal la apuntan los propios autores: en un momento determinado, pareció que todos los empresarios gasistas europeos se hubiesen puesto de acuerdo para recalar en ciertas ciudades españolas, fiados en que la necesidad de introducir mejoras en sus respectivos territorios les allanaría todas las dificultades, esencialmente, las de carácter económico. Y no fue así. Los Partington, Manby, Wilson, Vautier o Saunier, entre otros; pero sobre todo el francés Charles Lebon, son bien conocidos por los historiadores del gas en España.
Subrayamos el interés del quinto capítulo (El gas en Galicia hasta la llegada de la competencia eléctrica, una visión de conjunto) en el que se realiza unas a modo de conclusiones parciales sobre la trayectoria anterior del gas (“gestación, desarrollo e impacto”) a la entrada en firme de la electricidad en el mercado energético gallego. Unos útiles cuadros resumen en sus principales características la historia del gas en Galicia hasta los años finales de la década de 1880.
Así, podemos conocer de manera sucinta el año de instalación de la industria gasista en las cuatro ciudades, el número de faroles en cada una de ellas, el gasto que suponía para los respectivos ayuntamientos el alumbrado a gas y su relación con el número de habitantes así como la superficie ocupada por los municipios, cuestión ésta de la mayor importancia, dado que con estos datos se puede deducir el desequilibrio entre las respectivas densidades de población y el elevado coste que suponía la instalación del gas en un territorio caracterizado por la dispersión de la población. A partir de este capítulo, el discurso entra en una dinámica diferente. Ahora se trata de observar la situación de competencia creada por la entrada de la electricidad y el progresivo desplazamiento del bloque de consumo particular hacia esta nueva fuente de luz y energía.
El desigual proceso de transición del gas a la electricidad
(1899-1936)
De la misma manera que se ha realizado en la primera parte, en esta segunda se analiza detenidamente el declive del gas en las cuatro ciudades y la transición a la electricidad. A Coruña, Santiago y Vigo terminarían su experiencia gasista en 1936, mucho más tarde que Ferrol, cuya trayectoria gasista había finalizado en 1898. Quizás –y ésta es una opinión personal- es en estos capítulos donde descansa la parte más importante y enjundiosa del libro. Qeremos subrayar que la experiencia en las cuatro ciudades respecto a la entrada de la electricidad en el espacio urbano se encontró con unas circunstancias diferentes para cada uno de los distintos contextos urbanos que se estudian.
A Coruña entraría a formar parte del número de ciudades que, ante la competencia de la electricidad, también realizaría un cambio tecnológico con el objetivo de adaptarse a las nuevas demandas de la población. La percepción general en esa ciudad era la de encontrarse sometida al monopolio ejercido por la empresa gasista. De tal manera fue así, que, siguiendo el ejemplo de otras ciudades españolas y europeas, se intentó llevar a cabo un proceso de municipalización; si éste no fue posible, la vía alternativa para salir de la dependencia respecto del gas sería la fundación de compañías eléctricas.
Ése sería el cambio tecnológico con el que se podría romper el monopolio del gas que pudo refugiarse, sin embargo, en nuevas aplicaciones, centradas, ahora, en el ámbito doméstico. Ello permitiría abrir mayores perspectivas a la industria gasista, pero la batalla del gas manufacturado ante la electricidad se podía dar por perdida ya antes de la guerra civil española (1936-39).
En otro orden de cosas, pero vinculada a la situación española de posguerra, es altamente ilustrativa la composición del Consejo de Administración de las Fábricas Coruñesas de Gas y Electricidad en los años 1937, 1939 y 1942 (p. 319). En un contexto de dificultades económicas, el oligopolio formado por la Sociedad General Gallega de Electricidad (SGGE) y la empresa Fábricas Coruñesas de Gas y Electricidad (FCGE) estaba vinculado al mismo grupo financiero -el Banco Pastor-, de manera que entre ambas se repartía los consumos de gas y de electricidad, práctica que, por otra parte, fue habitual en toda Europa; de esta forma, el monopolio económico sobre las energías continuaría vigente. Cambiaría el sistema de alumbrado; pero no el control sobre éste.
Santiago de Compostela experimentó de primera mano el efecto de las concesiones a largo plazo. A pesar del interés de las elites de la ciudad en introducir el alumbrado eléctrico en el espacio urbano y a pesar también de los propósitos de expansión urbanística de la ciudad, el proceso de sustitución del gas por la electricidad fue bastante más lento de lo deseable. Es interesante observar cómo, de manera soterrada, y bajo la apariencia de normalidad, empresa y municipio defendieron sus derechos.
El ayuntamiento de dicha ciudad, exigiendo que se cumpliesen todas y cada una de las condiciones del contrato de suministro; la empresa, por su parte, y sin oponerse frontalmente a la entrada de la electricidad en el espacio urbano, se escudaba en sus derechos como único suministrador de gas a la ciudad. Finalmente, una solución de compromiso consistió en tender algunos cables eléctricos, con lo que la coexistencia de ambos sistemas de iluminación sería ya una realidad. La fundación de la Sociedad de Gas y Electricidad de Santiago, en 1902, marcaría el cambio de rumbo del gas manufacturado. En 1917 debería salir del alumbrado público para concentrarse en el consumo doméstico, franja de demanda que, tarde o temprano –antes del inicio de la guerra civil- también perdería.
Tal vez el caso de Ferrol no ha merecido un comentario más extenso en esa parte del libro, dado que la historia del gas en esa ciudad finalizó en 1898, a escasos quince años de su inicio. Las desavenencias entre los distintos agentes que debían intervenir en su trayectoria, terminaron de hundir una empresa que, de hecho, nunca se había distinguido por su prosperidad, sino más bien por lo contrario.
La “conquista pacífica” del espacio urbano de Vigo por parte de la electricidad se realizó mediante el expediente de ofrecer el alumbrado eléctrico a consumidores particulares con lo que, en teoría, no se ponía en entredicho la potestad del ayuntamiento ni la de la empresa gasista que, recordemos, construyó su primera fábrica de gas en 1884 y que sólo doce años más tarde, en 1896, se apresuró a efectuar el cambio tecnológico necesario para dotar de electricidad una parte del espacio urbano.
Tal como se ha realizado para la primera parte, aquí también se ofrece una síntesis del período en que gradualmente se sustituyó el gas por la electricidad, lo cual facilita conocer los trazos más sobresalientes de una historia cuyas variaciones económicas, territoriales, sociales y políticas no dejan de constituir el complejo entramado de la instalación del gas en las cuatro ciudades de Galicia que los autores resuelven con buen pulso.
A pesar de que, como nos recuerdan, Galicia quedaría en el bando de los sublevados en el conflicto 1936-39, la consiguiente precariedad económica derivada de la situación de autarquía, producto de una situación de posguerra en que faltaba mucho de lo esencial; el desmantelamiento de las rutas marítimas y las dificultades de aprovisionamiento de materias primas serían los factores decisivos para la obsolescencia del gas manufacturado, que sería aprovechada por la entrada de la electricidad de lleno en la vida urbana.
Cerrada la fábrica de gas de Ferrol, en 1898 y con las de Santiago, A Coruña y Vigo en competencia con la electricidad, la situación entre las dos energías no permitió que se alargase la vida del gas durante el período franquista. Había entrado con fuerza el gas butano, apto para los hogares de menor capacidad adquisitiva y con la ventaja de no necesitar tender redes que, como ya se ha señalado, constituía la infraestructura más costosa de instalar y de mantener con el consiguiente ahorro financiero, necesario en un país en plena autarquía. Finalmente, la electricidad había ganado la partida al gas en el alumbrado, tanto público como particular.
La resolución de una historia complicada
La década de 1960 vio la aparición de un importante cambio tecnológico que hizo posible la llegada del gas natural procedente de Argelia mediante buques metaneros, primero, y más tarde, por medio de los gasoductos que cubren el territorio español, tal como se explica en la última parte del libro. En ésta se muestra, además, un panorama pormenorizado de los diferentes centros de emisión de gas natural en la región. El último cambio tecnológico se produjo, finalmente, en los años 1990, en que se volvería a construir en el territorio gallego una nueva estructura unitaria de distribución, la red de gas natural cuya vigencia, de momento, es incontestable. Con la construcción de esta red de gas se ha conseguido con los años dotar de coherencia la distribución de un tipo de energía necesario a varias escalas, desde la doméstica a la industrial.
En el capítulo de conclusiones se realiza un interesante ejercicio de síntesis en el que se pone de relieve algunas cuestiones cruciales para entender la trayectoria del gas en las ciudades gallegas que se han estudiado, entre ellas, el factor demográfico. Es evidente que por debajo de un cierto umbral de población, la rentabilidad de la instalación del gas no estaba asegurada, así como también es indiscutible que fuesen necesarios un tipo de dinamismo económico, un determinado nivel de renta de la demanda y ciertas características de las elites locales, tanto económicas como sociales y políticas. Eso explica que, como afirman los autores, ninguna de las iniciativas gasistas fuese acometida por capitales gallegos, a diferencia, por ejemplo, de Cataluña, donde ello fue posible. Seguramente, muchas de las variables que incidieron negativamente en Galicia fueron de signo positivo en Cataluña. La fallida aventura del capital catalán en Ferrol así parece indicarlo.
En las mismas conclusiones se alude, también, al papel desempeñado por la electricidad como competidor directo del gas que, durante un tiempo intentó competir y luego coexistir con el nuevo sistema de alumbrado. Los autores han detectado que, como se había iniciado ya con el gas, se reforzó la seguridad urbana, la extensión de la jornada laboral, así como se favoreció el ocio nocturno, las pautas de diversión y el hábito de la lectura.
Ciertamente, las deudas municipales pesaron con fuerza en el desarrollo de la industria gasista gallega, de igual manera que sucedió en otras ciudades españolas. Ése, creemos, fue un escollo prácticamente insalvable para muchas empresas gasistas que fiaron el éxito futuro de su negocio en un bloque de demanda –el vinculado al tejido industrial- que seguramente en Galicia no tuvo la necesaria consistencia.
Los diferentes avances tecnológicos –esencialmente el craking de naftas- sólo haría que retrasar la obsolescencia del gas manufacturado; pero después, el gas butano y la electricidad marcarían su final, tanto en Galicia como en el resto de España.
Queremos concluir este comentario señalando que el libro que reseñamos contiene, además de múltiples lecturas, un interesante anexo que ofrece el testimonio de las dificultades legales que supuso la instalación del gas en España, ya que los documentos que se han incluido son, con sus diferencias específicas, fiel reflejo de lo que llevaba aparejada la instalación de una innovación de la que, en sus inicios, se sabía muy poco.
Hemos de felicitar efusivamente a los autores y a la Fundación Gas Natural por la publicación de este bien documentado y novedoso estudio.
Notas
[1] TST, Transportes, Servicios y Telecomunicaciones, nº 16, 2009. Número monográfico dedicado al desarrollo del gas en el área mediterránea.
[2] Mirás, J. y Martínez, A. 2012, La transición energética en las ciudades de Galicia. Del gas a la electricidad, 1880-1936. Véase la referencia completa en la bibliografía adjunta.
[3] Aunque no fue en absoluto una práctica habitual de las empresas gasistas en España, vale la pena recordar que por esa misma época, la fábrica de Premià de Mar, en el Maresme, suministraba gas a otros núcleos cercanos (Masnou, Premià de Dalt, Sant Genís de Vilassar, Sant Pere de Premià, Alella, Teià y Cabrils), y la de Badalona atendía la demanda de los municipios de Sant Adrià de Besòs, Tiana y Montgat. Ello era debido al hecho de que en esos municipios se estaba formando una demanda sólida de consumo particular centrado en la industria y el comercio. Véase respecto a esta cuestión Arroyo, Mercedes. Los cambios en el proceso de producción y de distribución de gas en Barcelona y su hinterland (1930-1961). Entre el gas de hulla y el gas natural. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, núm. 218 (29), 2006. [En línea]: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-29.htm
Obras escogidas de los mismos autores
LINDOSO, Elvira. El ahorro de los gallegos. Orígenes e historia de Caixa Galicia (1876-2002). A Coruña: Fundación Caixa Galicia, 2003.
LINDOSO, Elvira. Los pioneros gallegos. Bases del desarrollo empresarial (1820-1913). Madrid: Ediciones Lid, 2006.
LINDOSO, Elvira et alii. Construyendo empresas. La trayectoria de los emprendedores coruñeses en perspectiva histórica, 1717-2006. A Coruña: CEC, 2008.
LINDOSO, Elvira. Declive y restauración del gas en Galicia, 1936-2005. Transportes, Servicios y Telecomunicaciones. Revista de Historia, nº 16, 2009, p. 156-178.
MARTÍNEZ, Alberte (dir); GIADÁS, Luis; MIRÁS, Jesús; PIÑEIRO, Carlos; REGO, Gustavo. Aguas de La Coruña, 1903-2003, Cien años al servicio de la ciudad. Madrid: Editorial Lid, 2004. 310 p. Reseña en Biblio 3W, Revista bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales nº 701, 2007 [En línea: http://www.ub.es/geocrit/b3w-701.htm]
MARTÍNEZ, Alberte (dir) PIÑEIRO, C.; VELASCO, C. Compañía de Tranvías de La Coruña (1876-2005) Redes de transporte local. Madrid: Editorial Lid, 2006.
MARTÍNEZ, Alberte (dir), LINDOSO, Elvira; MIRÁS, Jesús. ENGASA, Un grupo pioneiro no sector enerxético galego (1982-2007). A Coruña: ENGASA, 2008. 181 p. [ISBN: 978-84-9745-276-2] Reseña en Biblio 3W, Revista bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales nº 897, 2010. En línea: [http://www.ub.es/geocrit/b3w-897.htm]
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MIRÁS, Jesús. El puerto y la actividad económica en la ciudad de A Coruña, 1914 – 1935, Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. VIII, nº 177, 2004. [En línea: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-177.htm]
MIRÁS, Jesús. Continuidad y cambio en la España urbana en el período entreguerras. Análisis de una ciudad española. A Coruña: Netbiblo, 2007
MIRÁS, Jesús. Crecimiento urbano y transformaciones en la localización de la actividad económica en A Coruña, 1914 – 1935. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. XI, nº 252, 2007.[En línea: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-252.htm].
MIRÁS, Jesús et al. El impacto del nuevo marco regulador sobre la gestión del agua en España. El caso de Aguas de La Coruña S.A. (1975-2008). Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. XV, nº 364, 2011. [En línea: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-364.htm]
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VILAR RODRÍGUEZ, Margarita; LINDOSO TATO, Elvira. El negocio de la guerra civil en Galicia, 1936-1939. Revista de Historia Industrial nº 39, p. 153-192, 2008.
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Ficha bibliográfica:
ARROYO, Mercedes.La difícil relación de Galicia con la industria del gas (s. XIX-XXI). Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 30 de septiembre de 2013, Vol. XVIII, nº 1043. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1043.htm>. [ISSN 1138-9796].