Ar@cne |
CARTOGRAFÍAS DE LA INDIGNACIÓN
Jordi
Nofre
Centro de Estudos de Sociologia-UNL
(CesNova)
Faculdade de Ciências Sociais e Humanas
Universidade Nova de Lisboa
jnofre@fcsh.unl.pt
Cartografías de la indignación (Resumen).
En la tercera semana de Mayo de 2011, miles de jóvenes españoles de las principales ciudades del país tomaron las plazas reivindicando una mayor justicia social, una mejor distribución de la riqueza y una mejora real del sistema democrático liberal parlamentario. Este artículo muestra de los principales y más significativos productos cartográficos que fueron generados con motivo de la eclosión del Movimiento 15M. Además de realizar una explicación técnica de cada uno de ellos, se llevará a cabo una lectura geográfica de sus respectivos contenidos con el objetivo de verificar la naturaleza esencialmente urbana del propio movimiento.
Palabras clave: cartografía, 15M, indignados, España.
Cartographies of Outraging (Abstract).
In the third week of May 2011, thousands of Spanish young people from the greatest cities of the country occupied their main squares. They claimed for social justice, a better wealth redistribution, and the improvement of democracy. This paper aims to show the main as well most relevant cartographic products derived from the 15M Movement. A technical explanation of each product showed in this paper will be accompanied by a geographical reading of its content in order to verify the urban nature of the ‘Los Indignados’ Movement.
Keywords: cartography, 15M, ‘Indignados’, Spain.
En la tercera semana de Mayo de 2011, decenas de miles de personas, en su gran mayoría jóvenes, ocuparon las plazas más céntricas de las plazas españolas para mostrar su indignación contra la corrupción política y contra el bipartidismo protagonizado por los dos principales partidos políticos españoles -PP y PSOE[1]- que tiende a marginar deliberadamente otras asociaciones y partidos políticos democráticos (generalmente de izquierdas aunque de menor entidad) como fruto de los llamados Pactos de la Moncloa de 1977 y con el beneplácito implícito de los nacionalismos periféricos de signo católico-conservador[2]. Los manifestantes clamaban también por la instauración de la dación en pago de la hipoteca como solución a los ilegítimos desahucios que sobre todo han venido caracterizando la cotidianeidad de una buena parte de los barrios obreros de las mayores ciudades españolas durante estos últimos cinco años[3], mientras que a su vez expresaban su indignación por las ayudas del Estado a la banca privada con dinero del erario público. Pero sin duda alguna, ese clamor popular juvenil de la tercera semana de Mayo de 2011 constituyó un grito colectivo de desesperación por el escenario de ‘no-futuro’ que caracteriza –y caracterizará durante mucho tiempo- a la llamada Generación Indignada[4].
A diferencia de las convocatorias realizadas por los sindicatos mayoritarios, los cuales suelen utilizar los principales medios de comunicación gráficos para publicitar sus mayores actos reivindicativos como las huelgas generales, esta convocatoria fue lanzada a través de las redes sociales virtuales por la ‘Plataforma Democracia Real Ya’, colectivo que surgió de la agrupación de un significativo número de asociaciones vecinales, plataformas ciudadanas y colectivos sociales radicados sobre todo, aunque no exclusivamente, en la conurbación madrileña:
“Esta convocatoria ciudadana y apartidista se ha forjado al calor de internet y de las redes sociales, a través de un grupo de discusión completamente informal denominado ‘Plataforma de Coordinación de Grupos Pro-Movilización Ciudadana’, cuyo único fin es fomentar la discusión abierta entre todos aquellos que quieran implicarse en la preparación y coordinación de acciones comunes. En la misma participamos personas de toda condición en calidad de ciudadanos disconformes con el actual sistema político y económico. Algunos actuamos a título individual y otros pertenecemos a plataformas ciudadanas, foros, blogs o páginas y grupos de las redes sociales.”[5]
A tenor de lo acontecido aquel Mayo de 2011 en España, no cabe duda que el espacio público y las redes virtuales presentan una interrelación mucho más acentuada que la que pudo ser pensada desde diferentes ámbitos de las ciencias sociales hace tan sólo quince años[6]. De hecho, aquellas plazas cuyo espacio público ha ido paulatinamente siendo privatizado tanto por la ocupación más que temporal de promociones publicitarias de grandes centros comerciales (Puerta del Sol, en Madrid, p.e.) como por un elenco variopinto de estrategias desarrolladas por asociaciones de pequeños comerciantes –quienes temen que ‘la plaza’ vuelva a ejercer su histórica función de ágora de la ciudad mediterránea[7]– topa con las múltiples y diferentes apropiaciones del espacio público ejercidas tanto por individuos como, especialmente, por diferentes colectivos sociales críticos con la reciente instauración del Estado Penal neoliberal[8]. Todo ello acompañado de la reforma –en tan sólo 48 horas y pactada exclusivamente entre los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE- del artículo 135 de la Constitución española, en el que se introduce la prioridad absoluta del pago de la deuda pública y sus intereses asociados, conllevando, por consiguiente, una disminución sensible del gasto público en educación, investigación científica, sanidad y servicios sociales.
Por otra parte, quienes olvidaron o incluso despreciaron el significado político de los espacios centrales de la ciudad[9] han podido contemplar recientemente cómo, bajo una perspectiva lefebvriana, sus intereses particulares de carácter lucrativo han topado con el papel del ciudadano como uno, aunque no el único, de los agentes más importantes de producción del espacio urbano. Así lo recoge Juan Manuel Checa para quien “El comedor de pájaros que tradicionalmente constituía la Plaza de Cataluña [de Barcelona] o el nudo del tránsito peatonal que era la del Sol [Madrid] han ido dejando sitio a la reivindicación, a la fantasía. La ciudadanía ha vuelto a recuperar las calles”[10]. Sin embargo, nadie se explica por qué no había ocurrido antes. ¿Dónde había estado hibernando aquella frugalidad y rebeldía que han alimentado numerosas revueltas populares a lo largo de la historia contemporánea de España? Historiadores, sociólogos, geógrafos, antropólogos y politólogos, periodistas y economistas, y muchos ciudadanos anónimos sienten tener aliviada esa angustia intelectual contenida durante tanto tiempo. El pueblo ha salido a la calle y ha recuperado su ágora.
A ello cabe sumarle el hecho que los límites del sistema político español constitucionalmente establecidos en 1978 han adquirido cierta permeabilidad posibilitando la creación de espacios de disidencia al orden social y político establecidos por la respectiva democracia monárquica parlamentaria: quizás ello deba ser visto como la visibilización de una estrategia llevada a cabo por los diferentes aparatos ideológicos del Estado de asimilar las recientes –y crecientes- resistencias sociales[11]. Sin embargo, estos nuevos espacios de contestación y disidencia no fueron detectados en su día por los respectivos think tanks de los partidos políticos españoles con mayor representación parlamentaria (PP y PSOE), quienes, a lo largo de estos treinta y cinco años de democracia, han consolidado un parlamentarismo prácticamente impermeable a las inquietudes de la ciudadanía, y especialmente, de los jóvenes. Precisamente las redes sociales se han posicionado en la arena político española como el ágora virtual en donde aquellos ciudadanos disidentes proponen, debaten y reproducen un sinfín de estrategias de protesta social en contra del orden monárquico parlamentario heredero directo -por decisión propia del dictador Franco- del fascismo nacional-católico español de 1939-1975. El clamor por una democracia real y más participativa expresada colectivamente por los indignados en Mayo de 2011 constituye un serio desafío a ese continuismo reformista de la dictadura de clase instaurada en España durante casi cuarenta años[12] cuya “Transición Democrática” (1975-1978) no hizo nada más que afianzar cierto ‘franquismo sociológico’ de claro carácter transversal en lo ideológico, social y generacional que caracteriza, hoy día, ciertas facciones de la esfera política, pública y cultural española –¿o más bien madrileña? ¿Ruptura a la portuguesa[13], o reformismo del reformismo?
En los intersticios creados por esa tímida –aunque toda vez controlada- permeabilidad del orden político y social actualmente establecidos en el Reino de España, surgen nuevas topografías del poder y de la resistencia, nuevas topias y utopías evocadas por el clamor de una indignación colectiva –inicialmente de izquierdas y actualmente transversal en ideológico- cuya gestación ha contado con el papel decisivo, fundamental, de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y, muy especialmente, de las redes sociales surgidas en los últimos cinco años. Precisamente el papel de las redes sociales en la gestación y reproducción del Movimiento 15M ha sido ampliamente estudiado tanto por la academia como por algunos medios de comunicación englobados bajo la etiqueta “periodismo de investigación” o incluso “periodismo crítico”. De hecho, desde ambos campos han sido publicados diferentes productos cartográficos los cuales constituyen tanto una herramienta indispensable para entender en toda su amplitud el Movimiento 15M. Es por ello que este artículo que se presenta pretende analizar los principales productos cartográficos producidos con motivo de la eclosión del Movimiento de ‘Los indignados’, focalizando el análisis en los mapas de geolocalización de la información en tiempo real, los mapas georeferenciados generados con ayuda de Sistemas de Información Geográfica y, por último, los principales croquis publicados acerca de la estructura espacial de las acampadas. Pero antes de ello se antoja como necesario contextualizar la atención recibida del 15M por parte de la academia.
El 15M, objeto de interés científico
No fue hasta la década pasada que los movimientos sociales en España empezaron a constituir un objeto de estudio de notable interés científico para la comunidad académica internacional. Sin embargo, y tan sólo como nota aclaratoria, cabe advertir al lector que fruto de la hegemonía anglosajona en la gestión de las principales casas editoriales de revistas científicas –incluidas, evidentemente, sus respectivas versiones online- los casos de estudio de países periféricos aunque no lo suficientemente “exóticos” como es el caso de España sufren de cierta marginalización en la producción bibliográfica internacional en el campo de las Ciencias Sociales, algo que ya incluso puede ser tildado de situación secular. Quizás no seamos los suficientemente “globales” como para ser objeto de atención por parte de la academia internacional, excepto cuando las ya anteriormente citadas frugalidad y rebeldía ibérica –hoy día, muy matizadas e incluso algo diluidas- salen a escena: es el caso del Movimiento de los Indignados.
A los clásicos trabajos sobre la llamada cuestión agraria especialmente focalizada en el caso de Andalucía y su anarquismo agrario, sobre los movimientos de clase –incluidos los vecinales-, estudiantiles y sindicales en las grandes ciudades españolas, le siguieron, ya a finales de los años noventa e incluso de los primeros compases del nuevo milenio, varios trabajos sobre los nacionalismos vasco y catalán entendidos como movimientos sociales[14]. Recientemente, las facilidades que indudablemente ofrece internet en la mejora sobre el conocimiento de la producción bibliográfica acerca de cualquier tema científico y la progresiva democratización y consecuente crecimiento del cuerpo académico-investigador en países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, España, Portugal, Brasil, Argentina, Chile, México, o Colombia –entre otros-, ha permitido que los movimientos sociales en España empiecen a aparecer con cierta frecuencia- en la agenda científica de las revistas internacionales más prestigiosas –léase “mejor indexadas”. En esta última década pasada, el protagonismo lo obtuvieron los movimientos antiglobalización, anticapitalista y/o okupa (squatters, en terminología internacional). Así lo certifica la cantidad nada desdeñable de trabajos publicados acerca de esta temática, los cuales constituyen, ciertamente, los puntos de partida teórico-conceptuales para los estudios más recientes sobre el Movimiento 15M o, otramente conocido, Movimiento de ‘Los Indignados’[15].
No constituiría error alguno si se afirmara que nadie, tampoco desde la academia, intuía que un 15M pudiera realmente tener lugar en España: como mucho, formaba parte del ámbito de lo utópico o incluso de los deseos individuales… De ahí que el año 2011 constituya un punto de inflexión en el ámbito de la producción bibliográfica académica. Así lo demostraría, por ejemplo, los números especiales 3 y 4 del volumen 11 que la revista Social Movement Studies, a finales del año pasado 2012, dedicó a los movimientos Occupy, ‘Los Indignados’ y, en general, a las protestas sociales juveniles que tuvieron lugar en 2011 tanto en Europa como en América. Se trata de un par de números especiales consecutivos que pretenden continuar la senda abierta, en la misma revista, por el Profesor Neil Hughes -del College of Arts and Science, School of Arts & Humanities de la Nottingham Trent University, quien analiza el papel de las redes sociales en la configuración y posterior reproducción viral del Movimiento 15M a la vez que se preguntaba acerca de las sus implicaciones tanto en el orden político establecido en España como en el orden social español, dominado este último por unas elites económico-financieras que han regido el país desde mediados de los años 70[16] –aunque esta afirmación cabría matizarla ligeramente, si cabe, a tenor de lo expuesto magistralmente por Isidro López y Emmanuel Rodríguez[17].
En los citados números especiales de Social Movement Studies, Ernesto Castañeda –de la Universidad de Texas en El Paso- lleva a cabo una observación no participante del Movimiento 15M en Barcelona, presentándolo tanto como consecuencia de las revueltas juveniles del Norte de África (Túnez y Egipto) como también como antecedente directo del Movimiento Occupy Wall Street en los EE.UU –aunque si bien cabría preguntarse si el hecho de estar en la Plaza de Cataluña, por ejemplo, tomando fotos de la asamblea del día podría ser considerado observación participante no intrusiva o, en todo caso, flotante. Aparte de consideraciones metodológicas, el artículo de Castañeda carece de un soporte bibliográfico mínimamente exigible para constituir un texto científico con un mínimo de rigor. Del casi medio centenar de títulos que surgieron inmediatamente después de la eclosión de ‘Los Indignados’, el trabajo de Castañeda tan sólo hace referencia a unos pocos[18], lo que conlleva que su trabajo se asemeje más a un reportaje periodístico que no a un artículo científico. Sin embargo, Jacobo Abellán, Jorge Sequera y Michael Janoschka (de la Universidad Autónoma de Madrid excepto Sequera que es de la Universidad Complutense), presentan un trabajo cuyo interés científico radica en el análisis del significado político de la ocupación del antiguo Hotel Madrid (#HotelMadrid). Para los autores, la ocupación de este legendario hotel de la capital de España simboliza la resignificación y consiguiente legitimización del acto de ‘ocupar’ como respuesta tanto a la violación sistemática por parte del Estado del derecho constitucional a una vivienda digna como al incremento de desahucios que afecta especialmente a capas bajas de la población urbana española.
El 15M entró también en la agenda editorial de otras revistas internacionales de cierto prestigio, aunque a menudo de manera ‘tangencial’ e incluso ‘exótica’. En Capital & Class, Greig Charnock, Thomas Purcell y Ramon Ribera-Fumaz[19] parten de un análisis crítico-materialista de la estructura socioeconómica de España de mitad del siglo XX[20] para explicar los motivos y acciones de ‘Los Indignados’ y promover, de esta forma, una nueva sinergia entre indignación y crítica al sistema capitalista que tenga como objetivo final la propuesta de un nuevo paradigma de desarrollo social y económico. Charnock, Purcell y Ribera-Fumaz destacan la insatisfacción con el sistema político bipartidista, la mediocridad de las elites políticas y económicas, la corrupción generalizada y la crisis económica y las políticas de austeridad como las principales causas de la eclosión del Movimiento 15M. En un plano mucho más teórico, Ghassan Hage[21] presenta en la revista Critique of Anthropology una contribución sobre el estudio del 15M desde la antropología crítica, partiendo de la definición de la especificidad del pensamiento crítico y antropológico acerca de la forma en que puede articularse el Movimiento de ‘Los Indignados’ con la política radical. Por su parte, cabe destacar también la contribución de Parvati Nair[22] –de la University of London- quien en Citizenship Studies, toma el caso de ‘Los Indignados’ españoles para reflexionar acerca de la reapropiación del espacio público por parte tanto del ciudadano autóctono como de los ‘inmigrantes sin papeles’ a través de una praxis democrática de naturaleza performativa tanto en lo que se refiere a la reapropiación del espacio público como en la redefinición del concepto de ciudadanía.
Cabe destacar también otras aportaciones significativas al debate acerca del fenómeno del 15M, como la del profesor Carlos Taibo[23], quien en la revista European Urban and Regional Studies presenta una caracterización del Movimiento 15M ciertamente interesante. Según Taibo, el 15M presenta ‘dos almas’: una conectada a activistas de movimientos sociales alternativos (como los anticapitalistas, por ejemplo) y la otra al recientemente constituido colectivo de indignados jóvenes. Ello conlleva a que ‘Los Indignados’ constituya un fenómeno eminentemente urbano[24], afirmación que estaría en consonancia con lo afirmado por Carles Feixa et al. en su artículo “The #spanishrevolution and beyond”, publicado a finales de Julio en la versión online de la revista norteamericana Cultural Anthropology[25]. En el artículo escrito por parte del grupo de investigación asociado al proyecto GENIND[26], los autores reflexionan acerca de un “matiz” del 15M que hasta la fecha no ha sido tenido en cuenta en los diferentes estudios sobre el Movimiento Occupy en los EE.UU y, en general, en las diversas protestas sociales juveniles que vienen sucediéndose desde los últimos cinco años: el papel de los antropólogos en las diferentes acampadas y, más generalmente, en el propio Movimiento 15M. Tal y como se afirma en el artículo:
“Muchos de los estudiantes de antropología en Madrid y Barcelona acamparon desde el primer día y participaron activamente en las comisiones y en el diseño del campamento. Algunos profesores de antropología dieron clases en el campo, y muchos otros expresaron su solidaridad y han publicado sus reflexiones sobre el movimiento. [Junto a los acampados] ponen en práctica sus conocimientos en interculturalidad, culturas nómadas, orígenes del urbanismo, la relación entre la persona y el entorno, las formas segmentarias del poder político, las ciberculturas nacidas en la red,… ¿Antropología aplicada o implicada?”[27]
Precisamente esta reflexión nos permite contextualizar el gran volumen de bibliografía producida por la academia española justo después de la eclosión del Movimiento 15M. Y es que Puerta del Sol y Plaza de Cataluña estuvieron colonizadas por investigadores antropólogos, sociólogos, politólogos, etc. De ahí que en estos dos últimos años hayan sido publicados numerosos títulos que tanto recogen reflexiones acerca del 15M como también una recopilación de los primeros resultados de los trabajos etnográficos llevados a cabo en las respectivas acampadas principalmente de Barcelona y Madrid[28]. Más concretamente y a pesar del ingente volumen publicado sobre pensamiento político y sociológico sobre el 15M[29], sorprende –e incluso apena- que dicha bibliografía no sea ni tan siquiera citada en la práctica totalidad de los artículos científicos publicados en prestigiosas revistas internacionales de ciencias sociales, como, por ejemplo, las que han sido anteriormente citadas en este artículo. A ello cabe sumarle el hecho que, hasta la fecha, la publicación científica sobre el 15M en revistas nacionales dista mucho de ser catalogada como importante, si bien es cierto que algunas revistas como Teknocultura. Revista de Cultura Digital y Movimientos Sociales, Telos. Cuadernos de Comunicación e Innovación o Prisma Social. Revista de Investigación Social[30] han contribuido a construir cierto cuerpo epistemológico sobre el 15M especialmente en el campo de la comunicación, la cultura digital y la sociología. Sin embargo, y teniendo en cuenta el tiempo que demora la revisión, aceptación y publicación final de cualquier artículo científico, no sería sorprendente observar una oleada de artículos sobre el 15M en revistas científicas españolas de primera categoría a partir de finales de 2013 e inicios de 2014. Veremos entonces la atención real que la academia presta al fenómeno de ‘Los Indignados’.
Para ser justos –si se permite la expresión un tanto coloquial- no deberíamos pasar por alto las dos primeras publicaciones que surgieron, a finales de la primavera e inicios del verano del mismo 2011, acerca del 15M. Se trata de sendos trabajos enviados por Antón Fernández de Rota y Lola García Ajofrín a Etnicex: Revista de Estudios Etnográficos y a Cuadernos de Pedagogía, respectivamente. Para el primero, el uso de la antropología reflexiva acerca de las llamadas “políticas de la multitud” permite colocar en la arena del debate científico y social el hecho que en España –y tal como ocurrió en Túnez y Egipto previamente- la multitud, tecnológicamente conectada en redes sociales, lucha por una democracia real en los países donde ésta no existe[31]. Por su parte, García Ajofrín considera que las acampadas constituyen espacios en los que se habla de educación y de empoderamiento, se piensa, se discute y se aprende a todas horas, constituyendo “auténticas ágoras”. Cabe remarcar que el texto de García Ajofrín constituye una de las poquísimas aportaciones –si no la única- que la pedagogía española ha llevado a cabo –al menos públicamente- en la reflexión científica conjunta acerca de ‘Los Indignados’.
De hecho, las notas bibliográficas comentadas hasta este punto no deberían servir de pretexto para extenderse excesivamente en la valoración del contenido de todos y cada uno de los textos publicados hasta la fecha, ejercicio que ciertamente constituiría otro artículo con esa finalidad específica. Tan sólo cabría mencionar que las 99 contribuciones recogidas por Dialnet[32] –entre artículos en revistas científicas de menor entidad y en revistas de investigación periodística como pueden ser Cambio 16, El Viejo Topo, Cáñamo o Le Monde Diplomatique en español, pueden ser agrupadas en cinco grandes grupos: redes sociales y medios de comunicación; pensamiento político; sociología y antropología; teología; y periodismo crítico[33]. Como último nota bibliográfica cabría citar cuatro referencias clave para entender el Movimiento 15M desde una óptica transdisciplinar, reflexiva y crítica a su vez. La primera de ellas, como no podría ser de otra forma, es el libro recientemente publicado en 2012 por Manuel Castells, Redes de Indignación y esperanza. Los movimientos sociales en la era de internet, en el que partiendo de la ruptura de la confianza entre ciudadano y políticos que le representan, Castells denuncia la aniquilación del contrato social welfariano conllevando a que el ciudadano focalice todos sus esfuerzos en la supervivencia urbana cotidiana. Para Castells –quien recupera parte de su primer discurso sobre movimientos sociales urbanos publicado en La Question Urbaine de 1972-, la indignación entendida como reto al orden político establecido es contestada por el poder mediante la intimidación, la disuasión y la pura violencia, aspectos característicos del Estado Penal neoliberal[34], lo que confirmaría la instauración de la ‘ecología del miedo’[35] como característica esencial de las relaciones sociales en la ciudad neoliberal. Aunque implícitamente Castells sitúa esta estrategia represora de las instituciones como parte de ese neoliberalismo considerado como expresión máxima de la crisis del fordismo[36], el sociólogo español sugiere que la extensión viral de la indignación a través de las redes sociales[37] conllevó a una movilización ciudadana generacionalmente transversal y global que tenía como objetivo ocupar los espacios públicos simbólicos de la ciudad central para escribir ‘su’ historia, aspecto que siempre caracteriza, según Castells, a los movimientos sociales urbanos más importantes.
En la línea del pensamiento crítico se sitúa también el artículo de José Luís Moreno Pestaña titulado “Pensar la palabra libre con Michel Foucault: Una etnografía de las asambleas del 15M”, publicado en Pasajes: Revista de Pensamiento Contemoporáneo, de la Universidad de Valencia. En él, Pestaña advierte de la inmediatez de lo que él denomina –en términos foucaultianos- como “la verdad política existencial” o, lo que es lo mismo, de “la necesidad de promover alternativas e intervenciones [que] pesarán de manera mucho más grave. Es de suponer que el ritual será más tenso y que las condiciones para ejercer la palabra exigirán intervenciones políticamente cada vez más en forma”[38]. Sumándose a la crítica constructiva del 15M como la realizada por Pestaña, Carlos Taibo advierte de algo que, aunque ya ha sido comentado en párrafos anteriores, ha quedado relegado como mínimo al rango de lo tangencial en casi todas publicaciones –bien sean libros, bien sean artículos, bien sean reportajes periodísticos- que han aparecido sobre ‘Los Indignados’: el 15M tiene una presencia mínima de la clase trabajadora y de la ‘España rural’ y no otorga la significancia que merece la lucha feminista en España –y más teniendo en cuenta el pasado fascista relativamente reciente del país[39]. Precisamente, el 15M como fenómeno exclusivo de la ‘España urbana’ en contraposición con la pasividad de la ‘España rural’[40] forma parte de uno de los capítulos del libro La Generación Indignada. Topías y Utopías del 15M, obra editada por Carles Feixa y Jordi Nofre[41]. La gran novedad de esta obra en relación al conjunto de volumen bibliográfico producido hasta la fecha es el análisis geográfico que Jordi Nofre lleva a cabo de la #spanishrevolution o, lo que es lo mismo, del Movimiento 15M, el cual puede ser considearado como un “choque entre la España urbana, joven y moderna y la España, rural, tradicional y envejecida”[42].
Esta voluntad de analizar la espacialidad de la indignación en España aparece como el punto de partida del presente artículo, el cual tiene como objetivo describir las diferentes cartografías de la indignación. De hecho, el uso del término ‘cartografías’ en relación a la ‘indignación’ no es del todo novedoso, aunque sí anecdótico. En relación al estudio de las cartografías de la indignación, expresión homónima al título que encabeza este artículo que se presenta, cabe citar el trabajo de Ronald Walter Green y Kevin Douglas Kuswa (ambos investigadores de sendos departamentos de estudios de la comunicación de la Universidad de Minnesota y de la Universidad del Estado de California, respectivamente) acerca de la “cartografía retórica del poder”. De hecho, la primera parte del título de su trabajo, “From the Arab Spring to Athens, From Occupy Wall Street to Moscow” viene a confirmar lo que ya ha sido denunciado en este texto unos párrafos atrás: el Movimiento 15M español –que recordemos, fue el precursor más directo del posteriormente surgido Movimiento Occupy de 17 de Septiembre de 2011- es un objeto de estudio el cual sufre una desconsideración galopante en la academia anglosajona. Tanto es así que el punto de partida del presente artículo no proviene de la esfera científico-académica, sino de la blogosfera, y más concretamente, de un excelente trabajo de Pablo de Soto, hackitecto y “tecnómada investigador de la tekné del nuevo movimiento global”, titulado Los mapas del #15M[43].
El trabajo de De Soto cabe enmarcarlo como el de una simple ‘presentación’, ya que no tiene como objetivo valorar ni la metodología ni el contenido utilizada de cada uno de los mapas que el autor presenta. Ello no quita el enorme interés de su trabajo, todo lo contrario. De Soto estructura su trabajo en cinco puntos: 1) Mapas de análisis y de diagnóstico, como el mapa de viviendas vacías o el de la corrupción urbanística en España; 2) Mapas de representación del movimiento 15M, que incluye un mapa de las acampadas que tuvieron lugar esa tercera semana de Mayo de 2011, así como un mapa de las conversaciones realizadas en el espacio virtual en el ámbito del 15M, y un mapa de las interacciones del 15M, es decir, del consumo de twits; 3) Mapas conceptuales, en donde destaca el mapa conceptual de #acampadasol y el mapa de la no violencia (aunque estos dos cabría denominarlos como diagramas y no como mapas); 4) Mapas para la acción, en donde destaca el mapa de acciones relacionadas con los desahucios; y, por último, el 5) Mapa de la movilización global del 15 de Octubre. En cada uno de los mapas presentados, destaca un común denominador: la geolocalización en tiempo real de los fenómenos que son objeto de cartografiado sobre una base de Google Maps, bien sea una acampada, un caso de corrupción urbanística o bien un desahucio, por ejemplo.
Objetivos y metodología para un estudio de los productos cartográficos del 15M
El objetivo de este artículo es presentar y analizar algunos de los productos cartográficos con mayor interés científico relacionados con el 15M, que fueron generados tanto fuera como dentro de la academia (sobre todo en la blogosfera) y que pueden ser agrupados bajo tres grandes tipologías de productos cartográficos: a) mapas de geolocalización de la información en tiempo real que fueron creados en esa tercera semana de Mayo de 2011; b) mapas georeferenciados generados por instituciones, universidades y/o empresas con ayuda de Sistemas de Información Geográfica; y c) croquis de la estructura espacial de las acampadas.
Figura 1. Organización de los elementos de análisis de este artículo
Fuente: elaboración propia.
Para cada una de la tipología de productos cartográficos especificados, se incidirá en cuatro aspectos que constituirán, a su vez, el cuerpo analítico del texto. Así, se procederá a analizar los aspectos técnicos del producto, es decir, cómo ha sido creado, qué aspectos positivos ofrece su diseño en relación a la comprension de la espacialidad del Movimiento 15M y sus posibles deficiencias técnicas y/o de contenido. Posteriormente, se realizará una lectura geográfica del contenido de los mapas siguiendo la línea narrativa introducida al inicio de este texto y que pretende, a través de analizar los diferentes productos cartográficos relacionados 15M, contribuir en una mejor comprensión del fenómeno de ‘Los Indignados’.
Ciertamente la proliferación de software abierto, de arquitectura simple y uso intuitivo ha permitido generar un ingente volumen de cartografía online, aunque de calidad desigual, tanto para el propio Movimiento 15M como otros movimientos de indignación surgidos en verano y otoño de 2011, como el Movimiento OccupyWallStreet. Sin embargo, no se tratará con detalle este tipo de cartografía puesto que ello conllevaría sobrepasar la extensión aceptable de un artículo como el que se presenta. Con todo, la gran calidad de los productos cartográficos producidos con motivo de los graves disturbios ocurridos en Agosto de 2011 en varias ciudades inglesas, entre ellas Londres, merece su mención aunque sea de forma breve y sintética. Y es que este último episodio de revuelta popular –de corta duración, apenas unos días, pero muy intensa en cuanto a términos de violencia urbana se refiere- dio lugar a un detallada estudio y a una excelente cartografía online, desarrollado todo ello por el rotativo británico The Guardian en colaboración con la London School of Economics[44]. La metodología de trabajo a la hora de producir el mapa de los disturbios de Agosto de 2011 merece una especial mención por su rigurosidad, como también lo merecen los productos cartográficos derivados, especialmente el mapa de localización de los disturbios de Londres adjuntando una capa de información relativa al nivel de renda de cada sección censal[45]. De esta combinación de información vale la pena destacar el hecho que mientras los incidentes registrados al norte del río Támesis tuvieron lugar en barrios de clase trabajadora con un elevado porcentaje de inmigración, los incidentes que ocurrieron al sur del río tuvieron lugar en barrios de clase media con tasas de inmigración menores que en los anteriores. Este hecho ciertamente desconcertó tanto a la sociedad inglesa como a autoridades públicas y académicos. Nadie se lo esperaba.
Los mapas online de geolocalización de información en tiempo real (mgitr) de las acampadas del 15M
El ejemplo de los disturbios que tuvieron lugar en Inglaterra en Agosto de 2011 y su tratamiento informativo-académico nos recuerda cómo la emergencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ha conllevado de manera recíproca el desarrollo de nuevos lenguajes de programación computacional. En esta dinámica de creación de nuevo software, surge como novedad de gran impacto comunicacional la geolocalización de atributos sobre una base cartográfica georeferenciada online como la que actualmente ofrecen, entre otros, GoogleMaps® o Microsoft Bing Maps®. Como ejemplo de estos nuevos lenguajes de programación, HTML5 y sobretodo JavaScript han permitido el desarrollo de numerosas aplicaciones (abreviadas como API o Apps en el argot informático) que permiten asociar, a cualquier elemento que se quiera colgar en la base cartográfica online en cuestión, su localización en base a la red de geoposicionamiento ofrecida por el servicio GPS-UTM. Tanto el proceso de georeferenciación previa de la base cartográfica online como la validación de la geolocalización del elemento en cuestión viene ejecutado por los servidores primarios que ofrecen este tipo de producto cartográfico, entre los cuales cabe destacar los tres más importantes a nivel mundial: Google Geolocation®, Skyhook® y Microsoft Bing Geocode®. De hecho, la incorporación de la aplicación de geolocalización en cualquier página web o blog -como, por ejemplo, aquellos que surgieron bajo el paraguas del Movimiento 15M- se realiza gracias a la generación de códigos simples en Javascript (ver Figura 2).
Figura 2. Ejemplo de código simple para mostrar la latitud y la longitud de la posición del usuario (lenguaje Javascript)[46]
Fuente: http://www.cristalab.com/tutoriales/usar-geolocalizacion-con-google-maps-c104949l/
En este sentido, los mapas online de geolocalización de las acampadas del 15M en tiempo real sitúan a la Geografía como una de las herramientas más idóneas tanto para la comprensión del mismo Movimiento 15M como de su reproducción viral y su internacionalización; pero sobre todo, permite visualizar mejor que nunca la estrecha relación que hoy día todavía guardan –como no podría ser de otra manera- espacio virtual y espacio físico. En el caso del Movimiento de 'Los indignados' españoles, cabe destacar la existencia de claros indicios contextualizados en el espacio virtual de una movilización popular de creciente envergadura y arraigo social que, siendo justos y asumiendo parte de culpa como investigadores en Ciencias Sociales que somos, deberíamos haber intuido con mucha mayor anterioridad, claridad y celeridad de haber prestado una mayor atención a la creciente politización de la blogosfera española registrada en los últimos cinco años[47]. Tales indicios corresponderían por ejemplo, al llamado Corruptódromo-Mapa de la Corrupción Política en España. Una comparativa entre la distribución espacial de los casos de corrupción a lo largo y ancho de la geografía española y las diferentes acampadas que tuvieron lugar durante la tercera semana de Mayo de 2011 (ver figura 3) permitiría certificar -atendiendo a su vez a la estructura espacial del sistema urbano español- la naturaleza eminentemente urbana del Movimiento 15M[48].
Los MGITR no solamente constituyen nuevas herramientas de comunicación social, sino que también forman parte, cada vez más, de la llamada “cartografía participativa”, la cual presenta un gran recorrido de futuro en el marco de la consolidación de las democracias participativas a través del uso de los denominados “sistemas de información geográfica participativos o comunitarios” como herramientas indispensables en la toma de decisiones relativas a la ordenación y planificación del espacio, la gestión ambiental y los usos del suelo[49]. En el caso del Movimiento 15M, no cabe duda que el uso de esta tipología de cartografía participativa como son los MGITR contribuyó a consolidar tanto la base como la fuerza social del propio movimiento 15M[50].
Figura 3. Mapa de la corrupción política en España (arriba a la izquierda) y mapas de geolocalización de las acampadas del 15M (figuras restantes)
Desde un punto de vista técnico, las ventajas que presentan los mapas de geolocalización de información en tiempo real (MGITR en adelante) son numerosas. Entre ellas cabe destacar la visualización efectiva y rápida de la distribución espacial del fenómeno que se cartografía, en este caso, las acampadas relacionadas con el Movimiento 15M. A diferencia de la cartografía en soporte papel, la geolocalización online en tiempo real permite mostrar al usuario información complementaria (ver Figura 4) que, en algunos casos, puede llegar a constituir una fuente de información primaria tal y como se mencionará en el siguiente párrafo tomando el ejemplo del trabajo que he realizado recientemente sobre la(s) geografía(s) de la #spanishrevolution[51].
Figura 4. Detalle del mapa de acampadas facilitado por el servidor ikiMap ®
Fuente: http://www.ikimap.com/map/mapa-de-las-acampadas
A pesar de las numerosas ventajas que ofrecen los mapas de geolocalización de la información en tiempo real especialmente a la hora de visualizar el proceso de internacionalización de un movimiento de protesta social como el de ‘Los Indignados’, aparecen tres problemas de carácter técnico los cuales deben ser tenidos en cuenta a la hora de usar estos productos cartográficos como fuentes de información en trabajos científicos. El primero de ellos, y más importante, es el de la validación de la información colgada y la inexistencia de controles de calidad normativizados. ¿Cómo verificar y validar la información contenida en cada post geolocalizado? El ejemplo de las acampadas del 15M resulta paradigmático en este sentido. En el trabajo citado anteriormente que saldrá publicado esta primavera de 2013, propongo registrar cada uno de los diferentes posts y validarlo mediante rastreo a través de las redes sociales (Twitter) para posteriormente sistematizarlo en una base de datos georeferenciada. Esta metodología de validación le permitió, en su trabajo sobre la geografía de la #spanishrevolution, contabilizar 219 acampadas, descartando para su análisis 32 por deficiencias en el proceso de validación de la información a través del rastreo en Twitter o falta de información.[52]
Figura 4.1. Conflictos con los principios básicos de la cartografía en los mapas de geolocalización en tiempo real. Ejemplo tomado de la convocatoria de concentraciones para la jornada del 15-O.
Fuente: http://map.15october.net/
Los otros dos problemas citados se refieren al principio de simbolización y de generalización cartográfica, tal y como se puede observar en la figura superior. Según el principio de simbolización, en los mapas de implantación puntual se debe utilizar símbolos puntuales uniformes y el tamaño del símbolo debe estar de acorde con la escala del mapa[53]. Esto no ocurre en los diferentes mapas de geolocalización de información en tiempo real que muchas webs blogs crearon para seguir la jornada de protesta global del 15 de Octubre de 2011. Esta deficiencia técnica conduce a su vez a un conflicto con el principio de generalización cartográfica, según el cual el volumen y la significancia de la información contenida en el mapa deben ajustarse a la escala utilizada. A pesar de ello, ambas deficiencias no inducirían a error grave en la lectura geográfica del fenómeno en cuestión, puesto que las tres figuras presentadas (ver figura 4), las cuales presentan el conjunto de convocatorias de concentraciones y/o manifestaciones para dicha jornada de protesta global del 15-O, dejan entrever con suma claridad que tal indignación global surge del seno de sociedades urbanas posfordistas occidentales[54]. Una solución a tales deficiencias técnicas de los MGITR respecto los principios de simbolización y generalización cartográfica podría ser el establecimiento de un proceso de sistematización y clasificación de la información relativa a las acampadas. Ello permitiría que la información ofrecida al usuario se adecúe a la escala de análisis. Sin embargo, este proceso implicaría relacionar la información de las acampadas con algún tipo de clasificación de las ciudades en base a su tamaño y población, por ejemplo, conllevando un riesgo importante de pérdida de información sobre todo relativa al papel de las ciudades medias y/o universitarias que no siempre, claro está, coinciden con las mayores ciudades de un país determinado. En este sentido, el respeto escrupuloso al principio de simbolización permitiría solucionar ambas deficiencias técnicas comentadas que los MGITR ofrecen actualmente respecto los principios básicos de la cartografía.
Los sistemas de información geográfica en la generación de los mapas de la indignación
La vertiginosidad con la que actualmente avanzan las diferentes tecnologías de la información geográfica nos obliga a referirnos de manera inexorable a los diferentes productos cartográficos sobre el 15M generados mediante Sistemas de Información Geográfica y cibercartografía. Para ello se tomaran dos ejemplos paradigmáticos: el “Mapa de la Indignación” creado por la delegación española de la compañía de sistemas de información geográfica ESRI; y el “Cibermapa de mensajes geoposicionados entre participantes del movimiento 15M en redes sociales” llevado a cabo por el Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza.
Figura 5. Mapa de la indignación en España (Mayo 2011) realizado por la ESRI®
Fuente: http://www.votosycifras.com
El mapa de la indignación producido por ESRI (en la figura superior) ofrece tanto un enorme potencial en su uso científico y divulgativo como también algunas deficiencias que el usuario debe tener presente. Ello no quita, como ha sido también comentado anteriormente para el caso de los mapas online de geolocalización de las acampadas del 15M en tiempo real, que el mapa ofrecido por ESRI no sea de una gran utilidad en mostrarnos con meridiana claridad la naturaleza eminentemente urbana del Movimiento de ‘Los Indignados’ en España. Según reporta ESRI en la página web donde ofrece algunos detalles técnicos del mapa en cuestión, este producto fue generado con ArcGIS10 a partir de la georeferenciación de los datos estadísticos sistematizados y clasificados mediante el lenguaje de programación Visual Basic para Aplicaciones (VBA) en Excel – aunque ciertamente sorprende que no hayan utilizado, por ejemplo, lenguaje SQL o incluso la aplicación Access de Microsoft Office, mucho más adecuada y potente que el propio Excel. Sin embargo, la citación de las fuentes de información dista mucho de lo mínimamente deseado. Si bien parece obvio que la base municipal con la que ESRI ha trabajado fue ofrecida por el Instituto Geográfico Nacional, la información sobre el número de los indignados por municipio es confusa e incluso raya la inverosimilitud.
Acerca de esto último, parece oportuno referirse a los comentarios del profesor Ignasi Aldomà realizados sobre los primeros resultados de mi estudio acerca de la(s) geografía(s) del 15M, en dónde utilicé dicho mapa de la indignación en España para reafirmar mis primeras conclusiones sobre el carácter urbano de dicho movimiento[55]. Cuestionando la metodología usada por ESRI, Aldomà se preguntaba si “habían ido por todos los municipios contando uno a uno a los indignados”. El tono coloquial de su afirmación no debería ensombrecer la cuestión metodológica clave que subyace. La información confusa y nada esclarecedora al respecto que ofrece ESRI en la nota metodológica del mapa en cuestión, y tomando como partida la inquietud científica de Aldomà, conduce a formularse varias preguntas que pondrían en cuestión la validez científica del “Mapa de los Indignados”. En este sentido, la primera cuestión que surge estaría relacionada con el “cómo” calcularon el número de indignados[56]. En el caso que la metodología utilizada sea ciertamente rigurosa, fiable y válida –y apoyándonos en el supuesto que la cifra de indignados por municipio haya sido facilitada por el Ministerio del Interior, tal y como deja entrever la misma nota metodológica publicada por ESRI-, parece evidente que tales informes podrían ser válidos para el caso de grandes ciudades. Sin embargo, una lectura detallada del mapa en base a la leyenda ofrecida para ello sugeriría la existencia, tan sólo a primera vista, de ciertas imprecisiones técnicas. En el informe-resumen ofrecido por Grupo AIS, empresa subcontratada por ESRI para generar la información geoestadística acerca de los indignados, se afirma que “AIS sitúa en Madrid a 670.000 indignados, casi el doble que en Barcelona, donde no llegarían a las 325.000 personas”[57]. ¿Se trata de una suma total de todas las personas que por ejemplo, visitaron, participaron de las asambleas y/o comisiones, o que acamparon en Plaza de Cataluña? ¿Se trata de algún pico de afluencia a la plaza? En el primero de los casos, su validez científica sería nula, puesto que las personas que estuvieron, acamparon y/o visitaron repetidamente la plaza deberían ser discriminadas para no distorsionar el resultado. En el segundo de los casos, cualquier barcelonés autóctono –como el autor de este artículo- le puede asegurar al lector de este texto que ni por asomo caben 325.000 personas en Plaza de Cataluña, ni desafiando sobremanera la flexibilidad del cuerpo humano.
Otras cuestiones que podrían destacarse a raíz de la vacua nota metodológica ofrecida por ESRI sugerirían ahondar en la información acerca de cómo fue calculado el número de indignados para núcleos rurales de menos de 10.000 habitantes, por ejemplo. Es decir, ¿reportaron cada uno de los ayuntamientos de España sendos informes al Ministerio del Interior? Si no fue así, ¿en qué se basan ESRI y AIS para saber cuánta gente “indignada” había en núcleos rurales como Tineo, Roca de la Sierra, Orgiva, Isaba o Vélez-Rubio, por ejemplo? ¿Qué parámetros define al individuo indignado y cuáles no? ¿Tales parámetros serían válidos igualmente en núcleos urbanos que en rurales? Subyacen demasiadas dudas metodológicas para dotar, a día de hoy, de fiabilidad y rigurosidad científica al “Mapa de los Indignados” de ESRI.
El segundo producto cartográfico a destacar en este punto del texto es el “Cibermapa de mensajes geoposicionados entre participantes del movimiento 15M en redes sociales” llevado a cabo por el Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza (BIFI) en cooperación con Cierzo Development. Se trata de un producto que podría enmarcarse en el subgénero de la cibercartografía realizado a partir de un análisis estadístico pormenorizado del envío y recibimiento de información relativa a setenta palabras clave relacionadas con el movimiento 15M. Para ello, el equipo del BIFI rastreó un total de 581.749 mensajes provenientes de 87.569 usuarios entre el 25 de Abril y el 26 de Mayo de 2011[58].
Figura 6. Captura del vídeo donde se reproducen el geoposicionamiento de la generación y consumo de mensajes en las redes sociales del 15M (17 de Mayo de 2011, 17:OO h)
Fuente: Borge-Holthoefer et al. (2011).
Para los autores de este trabajo cibercartográfico, liderado por el investigador Javier Borge-Holthoefer, el 15M constituye un punto de partida ideal para avanzar en el estudio de la formación de redes y, más concretamente, en la caracterización estadística de su evolución temporal[59]. Los autores señalan que el proceso de maduración del Movimiento de ‘Los Indignados’ es abrupto, de carácter efervescente, lo que certifica aún más si cabe el carácter espontáneo del 15M. Ello estaría de acorde con otros fenómenos tanto sociales como naturales englobados en la llamada “criticalidad auto-organizada”. Bajo esta premisa, los autores proponen establecer un “mapa-diagrama” conceptual de carácter polinuclear de las 30 comunidades[60] más relevantes del Movimiento 15M en sus primeros compases.
Figura 7. Las 30 comunidades más relevantes del Movimiento 15M
Fuente: Borge-Holthoefer et al. (2011).
Ambos productos cartográficos ofrecidos por el Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza nos confirma, como ya ha sido apuntado en varias ocasiones a lo largo de este texto, la naturaleza eminentemente urbana del Movimiento 15M, su estructura reticular polinuclear y, sobre todo, la vigencia de la relación entre espacio físico y espacio virtual. Además, cabe destacar como una lectura geográfica del video ofrecido por el BIFI acerca de la actividad de las redes sociales relacionadas con el 15M refleja de manera fidedigna aquella estructura hexagonal de la España urbana, moderna e industrial que ya por aquel entonces (ochenta años atrás) describía el profesor Román Perpiñá Grau[61]. A ello cabe sumarle el papel fundamental de las ciudades universitarias (Salamanca, Granada, Cáceres, Zaragoza, Santiago de Compostela, etc.) en la reproducción espacial del Movimiento 15M, lo que reafirmaría el carácter urbano e mayoritariamente juvenil del 15M[62]. Sin embargo, las enormes potencialidades que ofrecen las redes sociales en conectar territorios y personas del todo alejados entre ellos parecería verse ligeramente cuestionado a tenor de los resultados ofrecidos por Borge-Holthoefer y sus colegas de investigación, para quienes “lejos de promover las relaciones a larga distancia, las herramientas de redes sociales [del 15M] tienden a aglutinar personas cercanas físicamente”[63]. Y es que, a modo de ejemplo, el 54,24% de los mensajes recibidos por usuarios de las diferentes etiquetas relacionadas con #acampadasol provenían de la misma región de Madrid y, en segundo lugar, de Cataluña (9,39%). Este dato debe ser considerado como fundamental a la hora de realizar una lectura geográfica del 15M en España, puesto que confirmaría una posible desconexión entre la ‘España urbana’ y la ‘España rural’.
Los croquis de las #acampadas
Hasta este punto, este texto ha mostrado algunos de los principales productos cartográficos relacionados con el Movimiento de ‘Los Indignados’. Sin embargo, cabría destacar algunos otros de especial interés e importancia que han sido producidos fruto de un intenso trabajo de campo etnográfico llevado a cabo en las diferentes #acampadas, principalmente en Puerta del Sol (Madrid) y Plaza de Cataluña (Barcelona). Se trata de los croquis de las propias acampadas.
Figura 8. Croquis de la Acampada del 15M en Puerta del Sol
Fuente: #15Mpedia. [http://wiki.15m.cc/wiki/Archivo:Mapa_acampadasol.jpg]
Figura 9. Croquis de la Acampada del 15M en Puerta del Sol
Fuente: Ariadna Fernández-Planells (2013).
La croquización –o dibujo a mano alzada- de un espacio determinado no requiere escala, aunque debe guardar las proporciones de los objetos representados; ello tiene suma importancia en los croquis geográficos, cuya finalidad es mostrar datos de la realidad sin escala pero manteniendo sus respectivas proporciones. El interés de los croquis de las acampadas del 15M en Puerta del Sol y en Plaza de Cataluña radica en la morfología de las propias acampadas. De hecho, una lectura geográfica detallada de la estructura de las acampadas que tuvieron lugar en ambas plazas permite entrever cierta analogía entre las propias acampadas y las formas históricas de asentamiento urbano. En la capital catalana, la acampada –inducida por la propia forma de Plaza de Cataluña- adoptó la forma más sencilla de los primeros asentamientos urbanos prehistóricos: el círculo (ver Figura 9). Como bien nos recuerda Carles Feixa, las ciudades-campamento estuvieron en el origen histórico de la ciudad y de la civilización en Mesopotamia y luego en Egipto y Grecia, hoy escenarios precursores de la actual indignación global: las #acampadas de los indignados certifican esa transición milenaria entre democracia ateniense y el clamor popular por una democracia 2.0[64].
La estructura espacial de Puerta del Sol influyó, como no podría ser de otra manera, en la morfología de la acampada del 15M en la capital madrileña (ver Figura 8). De hecho, la acampada adoptó una morfología de acorde con ese eje imaginario –hoy día Puerta del Sol- que une el final de Calle Mayor con el inicio de los antiguos caminos que salían de Magerit hacia el este ibérico, recordando a una imaginaria ciudad lineal de la Castilla medieval acostada sobre uno de los márgenes del camino real. La fuente de Puerta del Sol, centro simbólico y de poder (junto a ella se celebraban las asambleas generales de la acampada) se erigió como la Catedral del 15M: es alrededor de ella que se organizan los diferentes espacios de la acampada, cual villa franca fundada en el llano meseteño con su campanario bien visible, indicando el centro (de poder) del nuevo asentamiento urbano. La fuente del 15M en Sol adquiere una nueva gramática de contestación frente al poder institucional representado por la Real Casa de Correos, actualmente sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y es que los lugares centrales de la ciudad neoliberal continúan teniendo hoy día un marcado significado político[65]; de ahí que la visibilización de los movimientos de protesta juvenil en espacios públicos centrales no sea anecdótica. Léase todo ello como una confrontación entre ‘espacio social juvenil dinámico’ y ‘espacio institucional adulto rígido, impermeable’; o ‘creatividad juvenil’ frente a ‘tradicionalidad adulta’; ‘la ciudad informal que se mueve’, frente al ‘poder institucional enrocado’; o en términos de Karl Mannheim (1928) y Ortega y Gasset (1935), ‘lo Joven’ contra ‘lo Adulto’: un conflicto entre generaciones en la ciudad neoliberal, donde unos ‘buscan’ su espacio (los ‘Jóvenes’) mientras que los otros (los ‘Adultos’) se protegen de la mejor preparación educativa y profesional de los primeros. El llamado tapón generacional ha estallado: ¿prejubilación masiva?
Conclusiones
Este artículo ha mostrado y analizado algunos ejemplos de los productos cartográficos que han sido generados hasta la fecha con motivo de la eclosión a la arena pública española del Movimiento del 15M. A parte de comentar algunos de los aspectos técnicos que caracterizan tales productos, se ha incidido especialmente en la lectura geográfica de sus respectivos contenidos, lo que ha permitido corroborar la naturaleza eminentemente urbana del 15M apuntada tímidamente por la academia española[66]. Sin embargo, cabe resaltar el enorme reto que enfrenta la Geografía ante la doble disyuntiva que representa el 15M en relación al papel que esta disciplina científica debe jugar en no solamente interpretar el fenómeno de ‘Los Indignados’ sino también en la contribución de la instauración y posterior consolidación de un mejor sistema democrático. Hasta la fecha, la Geografía ha estado prácticamente ausente en el debate político, mediático y académico acerca del 15M, lo que no constituye una novedad atendiendo al proceso de (auto)residualización que viene sufriendo desde hace algo más de una década. Surge en este punto el primer reto de la Geografía como la disciplina idónea para comprender el fenómeno de los indignados: ¿por qué tuvieron lugar concentraciones y acampadas en el 93,10% de las ciudades españolas con más de 200.000 habitantes y tan sólo en el 1,48% de los pueblos de menos de 10.000[67]? Esta es una de las cuestiones claves de la indignación en España: no se trata que ‘no viva nadie’ en la España rural, si no que los problemas de ésta –o la manera en que los prioriza o que son priorizados por los respectivos representantes políticos- son diferentes a los de la ‘España urbana’. Es en este debate que la cuestión espacial debería ganar protagonismo en la reconfiguración política, social, económica y territorial de España. De ahí la importancia de una producción cartográfica de calidad, detallada e incluso innovadora, que traspase los límites de la cartografía clásica y que empiece a mapear, ahora que tenemos herramientas suficientes para ello, las causas pero también las tendencias de ese movimiento de fondo -de baja intensidad pero de gran calado- que constituye la indignación en la España actual[68]. Nuevas topias y utopías surgen de los intersticios político-institucionales en los que la Geografía, y más concretamente, la cartografía participativa, están llamadas a jugar un papel clave en la legitimización de las nuevas ágoras virtuales.
Agradecimientos
La realización de este artículo ha contado con el apoyo de la Fundação para a Ciência e a Tecnologia de Portugal y del Centro de Estudos de Sociologia da Universidade Nova de Lisboa (CesNova). Quiero agradecer especialmente la invitación del Profesor Horacio Capel para escribir este artículo, así como los respectivos comentarios y críticas realizados por los/as revisores/as.
Notas
[1] PP: Partido Popular, de signo conservador; PSOE: Partido Socialista Obrero Español, tradicionalmente de izquierdas pero con una deriva reciente hacia el llamado centro liberal.
[2] Estos partidos y/o coaliciones políticas son: Convergència i Unió, Partido Nacionalista Vasco, Coalición Canaria, y Unión del Pueblo Navarro.
[3] Clara Domingo Utset (2012).
[4] Concepto acuñado por Carles Feixa y Jordi Nofre (2013).
[5] Fuente: http://movimiento15m.org/foro/discussion/4/manifiesto-democracia-real-ya [Último acceso: 29 de Mayo de 2011, 14:17]
[6] Valgan como ejemplo de ello los trabajos de Mike Crang (2000) y David Saco (2002).
[7] Tal temor fue expresado por la Fundación Barcelona Comercio, la Confederación de Comercio de Cataluña y el Consejo de Gremios de Comercio, Servicios y Turismo de Barcelona. Así lo recogía la periodista Sílvia Angulo en la edición electrónica del 17 de Noviembre de 2011 del rotativo local La Vanguardia: “La instalación de las pistas [de hielo] en Plaza de Catalunya también permitiría evitar una nueva acampada de los indignados en este espacio”. Angulo, S. (2011) “Barcelona podría instalar una pista de hielo en Plaza de Catalunya”, La Vanguardia, 17/11/2011.[Disponible online en: http://www.lavanguardia.com/encatala/20111117/54239003976/pista-gel-placa-catalunya.html; 28/01/2013, 22:43]
[8] Concepto utilizado por Manuel Castells (2011) a partir del expuesto por Loïc Wacquant (2008) acerca de la consolidación en países posfordistas occidentales del llamado Estado Penal neoliberal que este último desarrolló en su famoso artículo “The Militarization of Urban Marginality: Lessons from the Brazilian Metropolis”, publicado primeramente en International Political Sociology. Desde entonces, han surgido respuestas y matizaciones a Wacquant, especialmente desde el campo de la teoria económica, como, por ejemplo, la respuesta que ofreció John L. Campbell (2010) a través de su “Neoliberalism's penal and debtor states”, publicado en Theoretical Criminology. Cabe citar en este sentido las aportaciones realizadas por Manuel Castells (2011) acerca de la criminalización de 'ser joven' que caracteriza los Estados Penales neoliberales, argumento aplicado en estudios de caso particulares realizado por Jordi Nofre (2012) acerca del Movimiento 15M y de las protestas estudiantiles en Chile.
[9] Teoría desarrollada por el geógrafo norteamericano John A. Agnew (1989) a partir de la revolución estudiantil de 1989 en China y de los hechos de la Plaza de Tianamen de Pekín.
[10] Juan Manuel Checa (2011:105).
[11] Tomando como referencia las acepciones ofrecidas al respecto Raymond Williams (1958), se quiere incidir en el hecho de cómo los aparatos ideológicos del Estado (re)producen sus propios mecanismos de asimilación de resistencias sociales, políticas y culturales al orden establecido. Precisamente en esta dinámica de hegemonía y contra-hegemonía – en términos gramscianos- cabría contextualizar la iniciativa Toma Los Barrios, promocionada en su día por el mismo Movimiento 15M y que contó con la participación de la administración pública local a la hora de facilitar, en algunos casos, espacios institucionales como centros cívicos para llevar a cabo las respectivas asambleas locales o de barrio del 15M.
[12] En términos de Vicenç Navarro (2006).
[13] Expresión que hace referencia a la Revolución de los Claveles del 25 de Abril de 1974 en Portugal, significando una ruptura con la dictadura fascista de António Oliveira de Salazar, durante el período 1926-1974.
[14] Entre muchos otros, destacan los trabajos de Clara Lida (1969) y James Fernández (1983) sobre el anarquismo agrario y la conciencia de clase en Andalucía, respectivamente; los de José María Maravall (1973), Paul Preston (1976), José Álvarez-Junco(1977; 1994), John Logan (1978) y Manuel Castells (1983) sobre los movimientos de clase, incluidos los vecinales; el de Sima Lieberman (1986) sobre los movimientos sindicales españoles; el de Cyrus Ernesto Zirakzadeha (1989) sobre los movimientos estudiantiles; y los de Juan Díez Medrano (1995) y Daniele Conversi (2000) los movimientos nacionalistas vasco y catalán.
[15] Tómense como ejemplo los trabajos de Miguel Martínez (2007), Helena Cruz Gallach y Marc Martí-Costa (2010) y Georgina Blakeley (2010).
[16] Neil Hughes (2011)
[17] Isidro López y Emmanuel Rodríguez (2010).
[18] Tan sólo menciona un par de obras: Indignados! El libro sobre el movimiento, editada por Fernando Cabal (2011), y La rebelión de los indignados, de Carlos Taibo, Esther Vivas y Josep Maria Antentas.
[19] Greig Charnock, Thomas Purcell and Ramon Ribera-Fumaz (2012)
[20] Aunque no citan sendas obras de Jordi Nadal (1975) y Ricardo Méndez y Fernando Molinero (1993), grandes referencias en la historia y la geografía económica de España, respectivamente.
[21] Ghassan Hage (2012)
[22] Parvati Nair (2012)
[23] Carlos Taibo (2012)
[24] Ibidem.
[25] Carles Feixa et al. (2012).
[26] Proyecto de I+D financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (2013-2016). La Generación Indignada: Espacio, Poder y Cultura en los Movimientos Juveniles de 2011. Una Perspectiva Transnacional (CSO2012-34415). Investigador Principal: Carles Feixa, Universidad de Lleida.
[27] Carles Feixa et al. (2912)
[28] Valgan con meros ejemplos las obras Óscar Rivas, Pablo Gallego, Fernando Gándara y Klaudia Álvarez (2011), Lara Carlos Taibo (2012) y Carles Feixa y Jordi Nofre (2013), entre muchos otros, a parte de libros colectivos con cuantiosa información etnográfica como Les Veus de les Places (2011), RT@15M:Connectades a la xarxa (2011), Coordinades a les places (2011), Indignados: Spanish Revolution (2011), etcétera.
[29] Destacan, entre otros, los trabajos de Pablo Iglesias (2011), Cristina García-Rosales y Manuel Penella (2011) Félix Rodrigo, Esteban Prado y Frank Rubio (2011), Daniel Serrano (2011), Carlos Taibo (2011), Raimundo Viejo (2011), Pilar Velasco (2011), etcétera.
[30] Sirvan como ejemplo de ello los trabajos de Andoni Alonso e Iñaki Ardoz (2012), Ana Sire Romero (2011), Ángeles Rubio Gil (2012), Eva María Ferreras Rodríguez (2012), Enrique Morales Corral (2012) y Jaime Minguijón y David Pac (2012), respectivamente.
[31] Antón Fernández de Rota (2011:74).
[32] Creado por la Universidad de la Rioja en 2009, Dialnet es un fondo de recopilación y acceso a artículos científicos o de periodismo de investigación escritos en español o portugués. Para más información, consúltese su página web: http://dialnet.unirioja.es.
[33] Toda la bibliografía que ha sido utilizada para redactar este texto pero que no ha sido citada puede consultarse en Dialnet. Por otra parte, cabe destacar los 23 trabajos científicos sobre el 15M colgados en Academia.edu, un nuevo portal para investigadores en donde se puede compartir artículos publicados.
[34] Castells, op. cit., nota 8.
[35] Concepto acuñado por el sociólogo norteamericano Mike Davis (1992), en su famosa obra City of Quartz. Excavating the future in Los Angeles.
[36] Idea sugerida por Jamie Peck y Adam Tickell (1994).
[37] La importancia de las redes sociales y de las nuevas tecnologías de la información y comunicación ha sido excelentemente tratada por Carles Roca Cuberes (2011) y Ariadna Fernández Planells y Mónica Figueras (2012).
[38] Pestaña (2011: 15).
[39] Carlos Taibo (2012)
[40] Idea recogida en Nofre (2013).
[41] Está previsto que esta obra salga a la venda este mismo 2013 coincidiendo con el día internacional del Libro, 23 de Abril.
[42] Nofre (2013).
[43] Pablo de Soto, Master de Arquitectura por el Real Instituto de Tecnología de Estocolmo, investigador y constructor de prototipos en los campos de la media-arquitectura y la cibernética social. Miembro fundador de hackitectura.net, blog de cartografías disidentes. Su trabajo sobre los mapas del 15M se encuentra disponible en: Disponible en: http://pablodesoto.net/2011/10/14/los-mapas-del-15m/ [1/02/2013; 16:30].
[44] Este trabajo, publicado en Noviembre de 2011, fue coordinado por Alan Rusbridger (editor jefe del rotativo The Guardian) y la profesora Judith Rees, de la LSE.
[46] Código no válido para Internet Explorer.
[47] El cómo validar la información de la blogosfera para su uso como fuente primara en el ámbito científico constituye uno de los grandes retos actuales de las Ciencias Sociales.
[48] Nofre, op. cit., nota 42.
[49] Tómese como ejemplos de ello los trabajos publicados por John Abbot et al. (1998), Michael Barndt (2002), Sarah Elwood (2006); Christine E. Dunn (2009) y Alfredo Llorente (2012), entre otros.
[50] Tomando como prestada para este caso la terminología de Manuel Castells (1972).
[51] Nofre, op. cit., nota 42.
[52] Ibidem.
[53] Tal y como se recoge en el libro editado por Arthur H. Robinson, Joel M. Morrison, Phillip C. Muehrcke, A. Jon Kimerling y Stephen C. Guptill, titulado Elements of Cartography.
[54] Nofre, op. cit., nota 42.
[55] Los resultados a los que se hace referencia en el texto fueron primeramente presentados en la primera edición, en Octubre de 2011, del Seminario de Estudios de la Juventud de la Universidad de Lleida, coordinado por el profesor Carles Feixa.
[56] Según informa ESRI, esta operación fue subcontratada a AIS – Aplicaciones de Inteligencia Artificial, S.A.
[57] http://www.ais-int.com/%C2%BFdonde-estan-los-indignados-en-espana.html
[58] Para la consulta completa del estudio en cuestión, consúltese Borge-Holthoefer et al. (2011).
[59] Borge-Holthoefer et al. (2011)
[60] Borge-Holthoefer et al. (2011) definen ‘comunidad’ como aglutinación de nodos (como por ejemplo, hashtags) los cuales presentan un elevado grado de interrelación.
[61] Román Perpiñá Grau (1936).
[62] Nofre, op. cit., nota 42.
[63] Borge-Holthoefer et al. (2011).
[64] Idea sugerida a partir de Feixa (2013), citando a Arcadi Oliveres (2012), el cual analiza el 15M a partir de esta noción ateniense de ágora.
[65] Idea sugerida por el geógrafo norteamericano John A. Agnew (1989) a partir de los hechos de la revolución estudiantil china en la plaza pequinesa de Tianamen.
[66] Tan sólo un par de trabajos lo afirman meridianamente: Taibo (2012) y Nofre (2013).
[67] Datos aportados por Nofre (2013).
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©
Copyright Jordi Nofre, 2013.
© Copyright Ar@cne, 2013.
Ficha bibliográfica:
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