Ar@cne
REVISTA ELECTRÓNICA DE RECURSOS EN INTERNET
SOBRE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
Nº 124, 1 de septiembre de 2009
ISSN 1578-0007
Depósito Legal: B. 21.743-98

 

GEOGRAFÍA DE LA INMIGRACIÓN VENEZOLANA EN COLOMBIA
ENTRE 1993 Y 2008

Daniel Santana Rivas
Estudiante de geografía, Universidad Nacional de Colombia
<ldsantanar@gmail.com>



Consideraciones para una geografía de la inmigración venezolana en Colombia entre 1993 y 2008 (Resumen).

Es fundamental aportar una descripción y explicación de la configuración espacial de los residentes venezolanos en Colombia, tema poco tratado en estudios sociodemográficos y geográficos en el país. Se explicará  la distribución total y relativa de los migrantes venezolanos con base en variables como la migración de retorno y la expedición de cédulas de extranjería, para identificar finalmente diferentes tipos de flujos migratorios y futuras tendencias y líneas de investigación. Los datos cuantitativos fueron recolectados de diferentes fuentes electrónicas que, sin duda, se convertirán en las más consultadas en el ámbito de los estudios poblacionales en Colombia (RETADAM y estadísticas migratorias del DAS, principalmente).            

Palabras clave: inmigración venezolana, migración, geografía de la población.


Towards to a venezuelan’s inmigration geography in Colombia from 1993 to 2008 (Abstract).

In this article I make an attempt to the description and explanation of the spatial patterns of venezuelan inmigrants in Colombia, subject scarcely researched in demograhpics and geographical studies. I’ll explain venezuelan’s residential patterns using variables like return migration and foreign identity cards expedition. The last purpose is to identify differents kinds of migration flows, new trends and new research fields. The cuantitative data was found in diferents electronic sources that begins to be essential in colombian’s population studies (mainly, RETADAM and migratory statistics by DAS).    

Key words: venezuelan migration, migration, popualtion geography.



Durante las dos últimas décadas, la condición de Venezuela como  receptora de migrantes parece haber sido modificada en parte por una creciente emigración hacia diferentes destinos (Canadá, Australia, España), sin embargo la cuantificación rigurosa de estos flujos es aún inexistente. En cuanto a la composición de estos flujos por edades, nivel educativo o género aún no hay información útil para formular descripciones completas de este fenómeno[1].

En Colombia algunos medios de comunicación masivos, como la Revista Semana (2006), han mencionado la llegada de un número creciente de venezolanos que se radican en Bogotá y en ciudades cercanas a la frontera, como Cúcuta y Bucaramanga, situación  que los funcionarios de la Embajada Venezolana desestiman por considerarla como un número constante en el tiempo y no muy significativo. En consecuencia, la investigación que aquí se presenta busco cumplir los siguientes objetivos:

·        Determinar si ha habido un aumento en la inmigración de venezolanos a Colombia.
·        Identificar el patrón espacial de la migración venezolana en Colombia.
·        Proponer una hipótesis que explique dicho patrón espacial.
·        Aportar una somera exploración a la geografía de la inmigración extranjera en Colombia.

Para cumplir tales objetivos se consideró como fundamental precisar algunas preguntas de investigación acotadas espaciotemporalmente:

·        ¿Es cierto qué el número de inmigrantes venezolanos ha aumentado desde el año 1993 al 2008?
·        ¿Qué patrones espaciales emergen de la distribución por departamentos de los inmigrantes venezolanos en Colombia?
·        ¿Se puede proponer una hipótesis que explique tales patrones, para el periodo temporal y el marco espacial ya mencionado?

Las justificaciones para la realización de la investigación son algo numerosas. Primero, la emigración de los venezolanos es una situación reciente y poco estudiada, debido a una falta de información cuantitativa en los censos realizados en Venezuela, que puede ser subsanada, al menos de forma parcial, con la información existente en los censos practicados en los países de destino de la emergente migración venezolana. Colombia al ser un destino potencial para inmigrar por la cercanía a Venezuela es un ejemplo digno de estudiar.

Por otro lado, los estudios sobre inmigración internacional en Colombia son escasos, ya que los esfuerzos investigativos se dirigen mayormente a la comprensión de las migraciones regionales que poseen características propias (suelen ser desplazamientos forzados por la violencia o la pobreza) que las hacen de extremada relevancia social. Sin embargo el estudio de estas migraciones internacionales en el país puede arrojar interesantes resultados para entender el funcionamiento de los diferentes sistemas migratorios que convergen en el territorio colombiano.

Por último, la investigación aborda las características ya mencionadas de la migración venezolana desde la geografía de la población. Este es un campo poco desarrollado en el país, que puede aportar elementos teóricos y metodológicos valiosos a los estudios poblacionales colombianos. 

La viabilidad de la investigación se relaciona estrechamente con el tipo o alcance que se selecciona para la misma. Para responder las preguntas de investigación existen tres variables:

·        El número total de venezolanos en Colombia para el censo de 1991 y el número total de venezolanos en el país registrados en el censo 2005 por departamento.
·        El número de cédulas de extranjería vigentes en manos de venezolanos, por mes desde diciembre de 2006 hasta diciembre de 2008.
·        El número de colombianos con experiencia emigratoria a Venezuela, que fueron registrados en el censo de 2005.

Este número reducido de variables disponibles y la ausencia de investigaciones previas que contengan  descripciones, correlaciones o explicaciones sobre el tema mencionado, implica dotar al presente trabajo un carácter exploratorio (Hernández et al. 2006).

Los trabajos exploratorios suelen seguir una metodología flexible.  Por lo tanto, el diseño de investigación buscó construir un marco teórico de las migraciones internacionales entre países fronterizos, que pueda ser plasmado en una metodología útil para describir la distribución espacial de los inmigrantes venezolanos en Colombia y que, en conjunto con la aplicación de una correlación espacial, sirva para ofrecer una primera hipótesis que será de utilidad para futuras investigaciones.


Hipótesis y variables


Hipótesis: flujos migratorios diferenciados

Como se ha resaltado hasta el momento, en esta investigación se asume que al ser Colombia y Venezuela países con una frontera común, la migración en cualquier dirección presenta características inherentes a la migración internacional contemporánea y, a su vez, demuestra propiedades de las migraciones interregionales latinoamericanas.

Dentro de los flujos migratorios de venezolanos hacia Colombia se pueden diferenciar entre dos grupos. Las siguientes son las hipótesis específicas: 

·        El primer grupo hace parte de un flujo de retorno de colombianos que emigraron a Venezuela y posteriormente regresaron a Colombia con sus hijos nacidos en territorio venezolano. En consecuencia, la distribución espacial de los emigrantes colombianos que estuvieron en Venezuela debe correlacionarse de forma intensa y positiva con el número de inmigrantes venezolanos por departamento.
·        El segundo grupo esta constituido por venezolanos ajenos a los contraflujos de retorno de los emigrantes colombianos a Venezuela. Por consiguiente la correlación entre emigrantes colombianos e inmigrantes venezolanos será muy poca en las zonas que atraen a este tipo de migrantes.
·        El número de inmigrantes venezolanos puede variar sustancialmente según la clasificación anterior. Si el migrante venezolano fue trasladado por sus padres colombianos puede presentar doble nacionalidad y desplazarse fácilmente entre ambos países, lo que implica un número muy variable de residentes venezolanos en Colombia.
·        Si hay zonas en donde se concentran inmigrantes venezolanos que no provienen de flujos de retorno, se puede esperar una tendencia al incremento de estos, al igual como ha aumentado la migración de venezolanos en otros países como Canadá, España o Estados Unidos.


Variables: definiciones conceptuales y operacionales

Las principales variables que se mencionan en las hipótesis son la inmigración (de venezolanos) y la experiencia emigratoria. La primera puede ser definida en términos conceptuales como un cambio de residencia de carácter permanente que implica la llegada a un nuevo lugar (González 1998)[2]. La experiencia emigratoria hace referencia al hecho de haber salido de un lugar y haberse establecido allí durante un tiempo. Este término implica un movimiento anterior en el tiempo.

Operacionalmente la inmigración internacional[3] es captada a través del número de personas que nacieron en un país diferente al que residen. Esta definición operacional tiene una gran ventaja, ya que si una persona nació en un país diferente al de su residencia se puede asumir de hecho que existió un movimiento entre el país de nacimiento al de residencia. Otra forma de definir operacionalmente esta variable es a través de la nacionalidad registrada en algunos censos; sin embargo, si una persona se nacionaliza en el país de llegada, su historial migratorio desaparece. En esta investigación se adopta la primera definición, ya que el censo de 2005 no presenta preguntas en relación a la nacionalidad.

Existe además otra forma de operacionalizar la inmigración de venezolanos. Como se presume de la llegada de venezolanos de padres colombianos y la de otros que no tienen un lazo como el anterior, es posible rastrear la llegada de estos últimos a través de la expedición de cedulas de extranjería[4] (necesarias para trabajar o residir permanentemente), ya que los migrantes venezolanos con padres colombianos obtienen la nacionalidad colombiana fácilmente (los trámites son muy sencillos).

La experiencia migratoria es definida operacionalmente como el número de personas que emigraron a un destino en un lapso de tiempo anterior y que ahora son censadas en su país de nacimiento. El censo del 2005 incluye una pregunta sobre la experiencia emigratoria que será clave para la sustentación de las hipótesis planteadas.


Geografía y migraciones internacionales

Pocos temas atraen la atención de tantos investigadores como las migraciones humanas. Antropólogos, sociólogos, economistas, entre otros, han contribuido en forma prolija al estudio empírico y teórico (este último en menor medida) de este fenómeno. Los geógrafos de la población también estudian las migraciones, ya que este es el componente demográfico más ligado al espacio geográfico y, en consecuencia, otros aspectos como la mortalidad o fecundidad han sido menos tratados en este campo de la disciplina geográfica.

El estudio geográfico de la migración ha estado sujeto a las condiciones epistemológicas y metodológicas que caracterizan a la geografía de la población. Estas circunstancias son, según Mendoza (2007), 1) el predominio de los métodos cuantitativos que implican una estrecha dependencia de los métodos acuñados en demografía, que le dan a esta una apariencia de demografía espacial; 2) un aislamiento general respecto a las demás ramas de la geografía humana que han avanzado sustancialmente en desarrollar relaciones  multidisciplinarias con otras ciencias sociales; y 3) el predominio de las investigaciones descriptivas sobre las explicativas (estás últimas empiezan ha aumentar en cantidad desde los 90s con el desarrollo de potentes métodos estadísticos y complejas herramientas para ejecutarlos como PCs y software estadísticos).

El estudio de las migraciones, según Blanco (2000), ha seguido tres tipos de acercamientos investigativos. En primer lugar el estudio de casos específicos con metodologías cualitativas o cuantitativas, la segunda corresponde a investigaciones a una escala amplia (regional o global) de tipo más cuantitativo y, finalmente, ciertos acercamientos teóricos. Las dos primeras son de tipo empírico y son las más numerosas.

En geografía también se puede utilizar el anterior esquema para clasificar la investigación de este tópico, ya que en esta disciplina también abundan los estudios de tipo empírico y escasean los intentos (al menos recientemente) por teorizar sobre la misma. En el siguiente apartado daremos un somero vistazo a las teorías desarrolladas desde la geografía para explicar la migración.


Antecedentes de los estudios migratorios en geografía

George Ravenstein fue el primer científico social y geógrafo en formular generalizaciones del proceso migratorio que denominó presuntuosamente (como el mismo lo reconoció) leyes en 1885. Los postulados básicos eran (Ravenstein 1885, p. 198):

·        La mayor parte de los migrantes provienen de lugares cercanos y se desplazan hacia los centros de comercio e industria.
·        Las ciudades absorben los flujos migratorios, primero de su área rural más próxima y luego estas áreas son pobladas por inmigrantes de otras áreas rurales más lejanas. La intensidad de este proceso depende del rango del centro urbano que absorbe migrantes.
·        El proceso de dispersión es inverso al de atracción y presenta rasgos similares.
·        Cada flujo migratorio produce un contraflujo que lo compensa.
·        Los migrantes que provienen de distancias lejanas, se dirigen a los centros industriales y comerciales más importantes.
·        Los habitantes urbanos son menos propensos a migrar que los habitantes de áreas rurales.
·        Las mujeres migran más que los hombres.

La teoría de Ravenstein fue revisada y complementada por otros autores. Un ejemplo de ello es el desarrollo del modelo push-pull que parte de dos supuestos  principalmente (Blanco 2000):

·        El ser humano es un sujeto racional que busca el mayor beneficio con el menor esfuerzo.
·        La racionalidad del ser humano implica la actuación de este con suficiente información para actuar.

El individuo elige movilizarse de un punto a hacia otro b, si existen factores poco convenientes (push) en dicho lugar (desempleo, agotamiento de recursos, riesgo personal, etc.) y en el punto b hay factores positivos para él (pull) que pueden ser pleno empleo, tierras disponibles, seguridad, etc. Bajo estos supuestos de la economía neoclásica que tanto influyó en la geografía cuantitativa de la década de los 60s, se desarrolló el modelo de gravedad que describe las “variaciones espaciales de los movimientos de personas, bienes e información” (Delgado 2003, p. 51) a través de la siguiente formula:

Donde Iij es la interacción entre dos lugares (flujo de migrantes, por ejemplo) que varía según el producto de sus respectivas masas (poblaciones en mi y mj) y disminuye con respecto a un aumento de la distancia que los separa (dij). Este modelo adaptado de la física newtoniana ha sido ampliamente criticado por su sencillez y por las dificultades en determinar las distancias o las masas. Sin embargo, más recientemente ha sido modificado para obtener predicciones de los flujos migratorios involucrando las percepciones de oportunidad y no en términos de distancias absolutas (Plane y Rogerson 1994). Desde luego esto supone la transformación de este modelo determinístico  a uno de carácter estocástico.

Wilbur Zelinsky (1971) propuso la hipótesis de tansición de la movilidad que consistía en contrastar y relacionar las fases de la transición demográfica con  5 fases de movilidad. La primera coincidente con altas tasas de natalidad y mortalidad, implicaba una muy baja movilidad (entendida como el paso por unidades territoriales amplias) restringida a Monarcas, Monjes e incluso ladrones. La segunda fase paralela a la disminución de la mortalidad en países que iniciaban su proceso de industrialización se caracterizó por procesos intensos de migración campo-ciudad y estos flujos estaban compuestos campesinos principalmente. En la fase III los flujos migratorios se tornan intensos entre las ya complejas redes de ciudades y desde esta etapa la movilidad humana se hace más compleja. Finalmente en las fases IV y V los movimientos se incrementan durante todo el ciclo vital del ser humano (cambios de residencia para ir a estudiar, trabajar o retirarse de la vida laboral) y a nivel internacional los flujos migratorios están compuestos por profesionales de elite que viajan a menudo cubriendo largas distancias. Zelinsky (1971, p. 221) aclara que su hipótesis busca ajustar el modelo de la difusión de innovaciones a las leyes de Ravenstein, lo que implica suponer que en las cinco fases de movilidad se encuentran simultáneamente diferentes países (desarrollados y subdesarrollados) y que el tránsito que realiza una sociedad desde una fase a otra se da por la difusión del desarrollo.

Más recientemente en el campo de la geografía de la población el debate entre teóricos y cuantitativos (Mendoza 2007) se ha hecho más intenso. Los primeros abogan por un cambio teórico y metodológico que acerque a este campo a las demás ramas de la geografía, articulando nuevas posturas teóricas como el concepto de lugar  y métodos cualitativos, los segundos siguen apoyando la importancia de la geodemografía basada en metodologías enteramente cuantitativas que han sido bastante desarrollada desde hace décadas.

García (2000) llama la atención sobre lo útil que resultaría articular  la geografía de la población con las demás ramas de la geografía humana desde el concepto de lugar, ya que este en contraposición al espacio abstracto de la geodemografía, esta impregnado de valores y significados que son fundamentales en la comprensión del porque migrar o no, además en esta categoría geográfica se manifiestan los síntomas de procesos globales, fundamentales para la comprensión de los eventos demográficos actuales. (García 2000; citando a Santos 1996).

Incluso las críticas al ostracismo de la geografía de la población llegan desde otras posturas epistemológicas. Silvey y Lawson (1999) critican el predominio de los conceptos desarrollistas en el estudio geográfico de las migraciones y proponen la reevaluación del concepto migración y lugar bajo la óptica de la teoría social contemporánea, en especial relacionándolos con el feminismo y el postcolonialismo. De esa forma los migrantes presentan características de género, raza e identidad que potencian movilidades diferenciadas  envés de ser  simples “objetos de la modernización económica” (Silvey y Lawson 1999, p. 126).


Un marco teórico para una geografía de las migraciones internacionales entre países fronterizos

Las migraciones internacionales no han sido estudiadas bajo el fragor de un intenso debate teórico. Sin embargo Díaz (2007) propone una clasificación coherente de las teorías relacionadas con la migración internacional. El primer grupo de teorías tiene raíces en el trabajo ya comentado de Ravenstein y corresponden a las teorías del push-pull, que están relacionadas con el marco de la economía neoclásica. La migración internacional ocurre por la demanda de mano de obra en un país y el exceso de esta en otro. Visto desde esta perspectiva la migración es un proceso que favorece a ambos. La evidencia empírica niega esta situación, ya que los países desarrollados intentan reducir la inmigración para reducir los conflictos entre demandantes de trabajos nacionales y foráneos.

La segunda gran corriente teórica es la histórico-estructural, en la que se encuentran teorías como la teoría de la dependencia, la teoría de la articulación o la teoría del mercado dual (Díaz 2007). A grandes rasgos cambian la noción de migrante individual por la de clase social. La migración internacional es un proceso histórico (pero no geográfico) y sus causas están el papel de la fuerza de trabajo dentro del sistema capitalista.

Las dos perspectivas mencionadas no son suficientes para explicar las migraciones internacionales a diversas escalas geográficas, ya que las de corte neoclásico sugieren una racionalidad de los migrantes y la elaboración de un análisis coste-beneficio que desvirtúan otras motivaciones de orden político o subjetivo. Las teorías histórico-estructurales de origen marxista carecen de un sustento geográfico sólido ya que suponen, por ejemplo, una migración de países subdesarrollados a desarrollados; algo que no siempre ocurre. En definitiva, estas teorías son insuficientes para comprender la diversificación de los orígenes y destinos que siguen las migraciones internacionales contemporáneas.

La escasez de enfoques verdaderamente funcionales para elaborar un estudio de las migraciones internacionales entre países fronterizos, obliga a la construcción de un marco teórico que se acerque directamente al fenómeno estudiado, desde el campo de la geografía de la población. Dado el carácter bimodal que tienen los sistemas migratorios fronterizos, ya que presentan características inherentes a la migración internacional y otras de carácter regional asociada a rasgos como la cultura o la proximidad, resulta pertinente integrar constructos desarrollados para ambas.


Las migraciones internacionales en el siglo XXI

Es común asociar al proceso de globalización con un aumento en el número de migrantes internacionales. Sin embargo Arango (2007) aclara que no existe un aumento real de los migrantes, sino una mundialización de los orígenes y destinos que generan un mapa migratorio surcado por una maraña de flujos. Esta circunstancia ocurre gracias a varias circunstancias (Arango 2007, p. 11):

·        Una mejora en los medios de transporte que comprime el tiempo y el espacio.
·        Una creciente circulación de información, que es vital para decidir a donde migrar.
·        Un incremento sustancial de la oferta de mano de obra proveniente de países que recientemente han transitado por la transición demográfica, con un consecuente incremento poblacional. Esto contrasta con una demanda de mano de obra muy restringida en los países expulsores.

Este autor menciona una mundialización de la migración y no una globalización, ya que este último término se relaciona con unas fronteras tenues y permeables para los flujos económicos que no se cumplen para las migraciones internacionales, cada vez más reglamentadas y restringidas a ciertos grupos (Arango 2004).

Otro punto álgido en las discusiones sobre migración internacional es el de la multiculturalidad. Existen sociedades y/o gobiernos que no están dispuestos a admitir inmigrantes, esgrimiendo razones económicas que suelen encubrir miedos a la diferencia y la ruptura de la homogeneidad de una nación. Las tecnologías de la información han ayudado a que el migrante no pierda su conexión cultural  y en consecuencia termine por no asimilar la cultura del país de destino. Los problemas de la interacción entre dichos grupos de migrantes y los nacionales son evidentes, sobre todos en naciones con una larga historia  (Arango 2007).

Otra característica fundamental que señala Blanco (2000) de las migraciones internacionales contemporáneas es la diversificación de los motivos para migrar. Aunque las causas económicas siguen siendo importantes, hay otros factores como:

·        La migración internacional producida por el desplazamiento forzado y el incremento de las personas con calidad de refugiados.
·        Una migración de elite compuesta por ejecutivos de empresas transnacionales.
·        Migraciones internacionales de retiro compuestas por jubilados.

No solo ha cambiado el mapa de las migraciones internacionales sino la forma en que se valora este proceso socioespacial. Las intensas migraciones internacionales de europeos al “nuevo mundo” eran consideradas positivamente, como un elemento clave para el desarrollo de ciertas sociedades (como la estadounidense, la argentina o la australiana). En la actualidad la migración se percibe como un problema de seguridad nacional, que amenaza con socavar la estabilidad cultural de los países receptores.


Las migraciones internacionales entre países fronterizos: La huella regional en América Latina

Para las migraciones internacionales entre países de frontera común, se puede aplicar la primera ley de Ravenstein. La cercanía no solo en términos de distancias absolutas sino culturales es fundamental para explicar los intensos movimientos migratorios en las fronteras. Una región cultural ubicada dentro del territorio colombiano puede tener un nexo migratorio fuerte con una región cultural similar (o igual) en territorio venezolano. El pueblo Wayuu que vive a ambos lados de la frontera es un ejemplo claro de esto.

Los flujos migratorios se componen de individuos con diferentes categorías socio-profesionales y estas diferencias se pueden hacer notables en la distancia a la que migran. Pelegrino (2002) indica que los inmigrantes latinoamericanos que llegan a Estados Unidos provenientes de países cercanos como México, Guatemala, El Salvador entre otros centroamericanos, por lo general presentan niveles educativos bajos y son incluidos como trabajadores en puestos de poca remuneración. Al contario sucede con inmigrantes  suramericanos que poseen niveles educativos superiores y se insertan en trabajos mejor remunerados. Desde luego esta es una generalización y suelen existir matizaciones.

Las migraciones internacionales en Latinoamérica han seguido cuatro etapas fundamentales que representan mapas migratorios distintos (Pelegrino 2002):

·        Un flujo migratorio compuesto por europeos y africanos en la época colonial, que fluctuó diferencialmente en diversos países Latinoamericanos.
·        Un flujo migratorio de europeos, entre los periodos de las guerras mundiales del siglo XX, que se ubicó en algunos países sureños como Argentina, Brasil y Uruguay.
·        Entre 1930 y 1960 las migraciones adquieren un carácter interno (campo-ciudad), pero a nivel internacional los latinoamericanos migran entre regiones fronterizas. Este tipo de migración genera flujos de retorno especialmente cuando las condiciones en el país de destino empeoran y este fenómeno es bastante fuerte entre países fronterizos.
·        Desde 1970, el saldo migratorio se hace negativo, ya que empieza un proceso que aún no termina: la emigración de Latinoamericanos a destinos como Estados Unidos y posteriormente a Europa.

Esta última etapa presenta características propias para el conjunto de inmigrantes latinoamericanos (Yépez y Méndez 2007). 1) La migración sigue estando motivada por factores económicos debido al deterioro de las condiciones socioeconómicas durante las dos últimas décadas, 2) el éxodo involucra personas de diferentes grupos etareos, condiciones educativas y de género, 3) es una migración muy móvil y 4) los migrantes conservan lazos fuertes con sus familias y redes sociales en su país de origen.

Mendoza (2002) explica, basándose en un sólido estudio sociodemográfico llevado a cabo en la frontera entre Estados Unidos y México, que la frontera parece marcar dos sistemas demográficos diferentes (con tasas de fecundidad, mortalidad y estructuras por edades  sustancialmente diferentes). El componente demográfico de la migración se muestra dinámico en estas zonas, pero no basta esta evidencia para comprobar la existencia de una región fronteriza sociodemográfica  independiente de las características  poblacionales propias de cada país. Por eso en esta investigación no se asume que la frontera colombo-venezolana sea una región poblacional independiente de cada contexto nacional.


Metodología

El diseño metodológico de la investigación se estructuró en tres fases. La primera busca comparar  tres cifras de inmigrantes venezolanos censados en Colombia en los años 1961 (este año esta fuera del periodo de referencia, sin embargo es importante incluirlo para proporcionar una idea de largo plazo sobre estos flujos), 1993 y 2005.

La segunda fase busca indagar sobre la distribución espacial de los migrantes venezolanos en Colombia. Para tal fin se elaboró un mapa con el número total de venezolanos por departamento y, posteriormente, se aplicó un coeficiente de localización que relaciona la proporción de inmigrantes venezolanos con la población departamental total. Al realizar esto se pretendió obtener una descripción de la distribución absoluta y relativa de los migrantes venezolanos.

El tercer paso consistió en aportar evidencias empíricas que sustenten la hipótesis de los flujos migratorios diferenciados que fue planteada anteriormente. Esto requirió la aplicación de una correlación por rangos entre la variable de emigrantes a Venezuela e inmigrantes venezolanos. De esta forma las zonas que más concentran inmigrantes o emigrantes tienen los rangos más altos (1, 2, 3….) y viceversa.

Las zonas con un alto rango en las dos variables pueden ser asumidas como receptoras de inmigrantes venezolanos con familiares colombianos y las zonas con un alto rango en la variable inmigrantes pero no así en emigrantes, se considerarán como lugares receptores de inmigrantes venezolanos que no proceden de una migración de retorno.


Figura 1. Diseño metodológico de etapas y procedimientos.

Fuente: Elaboración propia.              


Resultados

Los resultados se presentan conforme a los tres tópicos (número de migrantes, patrón de distribución espacial de migrantes y flujos migratorios diferenciados) presentados en la figura 1, con sus respectivos procedimientos (recuadros claros).


Variaciones en el número de inmigrantes venezolanos en Colombia

Al representar gráficamente tres cifras registradas sobre el número total de venezolanos censados en Colombia, resultan evidentes dos situaciones (ver figura 2). La primera es que entre 1993 y 2005 no ha habido un incremento en el número de migrantes venezolanos. Por el contrario existe una disminución leve.


Figura 2. Inmigrantes venezolanos censados en diferentes años en Colombia.

Fuente: Proyecto IMILA para 1964, 1993 y  Censo Nacional 2005 (DANE, 2006).


En segundo lugar, al analizar las cifras se obtiene una desviación estándar de 14223, que implica una fuerte variabilidad en el número de inmigrantes venezolanos negando una supuesta tendencia constante. La migración se muestra algo más dinámica de lo que se pensaba.


Patrón espacial de la migración venezolana en 2005

Al responder la pregunta sobre el número total de inmigrantes en Colombia, es posible describir los patrones espaciales que emergen de su distribución para el año 2005. En la figura 3 se identifican lo siguiente:

·         En primer lugar, el mayor número de inmigrantes se ubica en Norte de Santander, debido a dos factores: 1) es el departamento fronterizo con un mayor intercambio de bienes y personas entre Colombia y Venezuela, y 2) su posición es fundamental, ya que desde él se accede fácilmente a la región Caribe y a la Andina.
·        Desde luego otros departamentos fronterizos están incluidos como receptores de inmigrantes. La Guajira es el segundo en la región (después de Norte de Santander), ya que es un paso importante entre la costa Caribe colombiana y el estado petrolero de Zulia en Venezuela, además el pueblo Wuayuu  se ubica  a ambos lados de la frontera y suelen presentar ambas nacionalidades.
·        Otros departamentos como Cesar, Arauca y Boyacá disponen de menos migrantes que los anteriores, Guainía y Vichada presentan muy bajos valores en proporción a los anteriores (ya que es una zona poco poblada a ambos lados de la frontera).
·        A pesar de la importancia de los departamentos fronterizos como atractores de inmigración, Antioquia, Valle y Bogotá presentan valores bastantes significativos de inmigrantes, posiblemente por incluir ciudades como Medellín, Cali y el Distrito Capital.
·        Otras concentraciones de inmigrantes sumamente importantes ocurren en la costa atlántica, en especial Atlántico y Bolívar y en menor medida, Córdoba, Sucre, Cesar y Magdalena.

Para refinar el análisis de la distribución espacial de los migrantes venezolanos, fue calculado un coeficiente de localización que pretende comparar la concentración de los mismos en relación con el total de habitantes en cada unidad administrativa (Plane y Rogerson 1994), en este caso los departamentos. Se calcula mediante la siguiente fórmula:


Donde Cl= Coeficiente de Localización, Vresdep es igual al número de venezolanos en cada departamento, Htdep es el número de habitantes en cada departamento, Venrescol es el total de venezolanos residentes en Colombia y Htcol es el total de la población colombiana. Entre más alto sea este valor, más importante es la población nacida en Venezuela con respecto a la población total en cada departamento. Sin embargo este indicador no es una proporción. El coeficiente tiene un limite máximo dado por una división de uno entre la proporción de venezolanos con respecto al total poblacional en Colombia (1/0,09= 11,1).


Figura 3. Venezolanos residentes en Colombia por departamento en el 2005. 

Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Nacional 2005 (DANE, 2006).


En el cuadro 2 se describen los resultados. Las cifras con asterísco (*) son los coeficientes más altos. A simple vista es evidente que la migración venezolana es significativa en proporción al número total de habitantes en Norte de Santander, Arauca, Vichada (aunque estos dos últimos no presentaban un valor alto de migrantes en cifras absolutas), Bolívar y Atlántico respectivamente.

Más representativo es este coeficiente si se expresa espacialmente (ver figura 4). Es posible entonces delimitar zonas migratorias según el valor por departamento. Norte de Santander sigue siendo el que más migrantes acoge con respecto a su población total (presenta el mayor coeficiente), la costa atlántica conserva también un lugar importante (el coeficiente oscila entre valores medios y altos) y se perfila como una región clave para la migración de venezolanos. Vichada y Arauca también presentan valores altos (debido posiblemente a que sus poblaciones totales son reducidas), y los departamentos en los que se encuentran las principales ciudades presentan bajos valores por ser los más densamente poblados del país.


Flujos migratorios diferenciados: algunas evidencias

El flujo emigratorio de colombianos a Venezuela ha perdurado durante las últimas décadas, aunque presenta intensidades diferentes. El Instituto Nacional de Estadística de Venezuela estima la cifra de colombianos en 609.126[5] para el año del último censo (2001) y muchas fuentes mencionan una cifra que se acerca a los dos millones de inmigrantes, que incluye desde luego a los que no están legalmente en el país.

Aunque existen indicios del flujo continuo de colombianos a Venezuela, se debe identificar de dónde provienen. Las estimaciones más fiables se encuentran en el último Censo llevado a cabo por el DANE, que proporciona un recuento de las personas con experiencia emigratoria que han estado en Venezuela según el periodo de emigración (ver cuadro 1).


Cuadro 1. Colombianos  con experiencia emigratoria a Venezuela por periodos.

2001-2005

1996-2000

Antes de 1996

Total

36.710

15.090

40.162

92.088

Fuente: DANE (2006).


La figura 5 muestra la distribución por departamentos de los colombianos con experiencia migratoria en Venezuela.


Cuadro 2. Cálculos del Coeficiente de Localización por departamento.

Departamento

Venezolanos

Población total

Coeficiente de Localización

Antioquia

2.655

5.601.507

0,53

Atlántico

3.984

2.112.001

2,09*

Bogotá

4.578

6.778.691

0,75

Bolívar

3.898

1.836.640

2,36*

Boyacá

304

1.210.982

0,28

Caldas

138

898.490

0,17

Caquetá

17

337.932

0,06

Cauca

167

1.182.022

0,16

Cesar

957

878.437

1,21

Córdoba

1.219

1.462.909

0,93

Chocó

24

388.476

0,07

Cundinamarca

556

2.228.682

0,28

Huila

70

1.001.476

0,08

La Guajira

1.138

655.943

1,93

Magdalena

1.369

1.136.819

1,34

Meta

197

713.772

0,31

Nariño

80

1.498.234

0,06

N. Santander

8.303

1.208.336

7,63*

Quindío

197

518.691

0,42

Risaralda

409

859.666

0,53

Santander

2.283

1.913.444

1,32

Sucre

1.290

762.263

1,88

Tolima

191

1.312.304

0,16

Valle

2.664

4.052.535

0,73

Arauca

422

153.028

3,06*

Casanare

97

281.294

0,38

Putumayo

4

237.197

0,02

S. Andrés

25

59.573

0,47

Amazonas

2

46.950

0,05

Guainía

8

18.797

0,47

Guaviare

0

56.758

0,00

Vaupés

2

19.943

0,11

Vichada

102

44.592

2,54*

Totales

37.350

41.468.384

 

* Valores que representan los coeficientes de localización más altos en Colombia.
Fuente: Elaboración propia.

 

Figura 4. Coeficiente de Localización aplicado al número de residentes venezolanos.

Fuente: Elaboración propia.

 

Figura 5. Colombianos con experiencia migratoria a Venezuela.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del DANE (2006).


Los departamentos con mayor cantidad de emigrantes a Venezuela son los de la Costa Atlántica y Norte de Santander, algo que coincide con el mapa migratorio venezolano, aunque dicha correspondencia no es exacta, ya que departamentos sureños como Nariño, Putumayo y otros como Meta y Guaviare presentan cifras importantes que no coinciden con el número de residentes venezolanos.

Gracias a esta distribución espacial, detectamos una correspondencia entre el número de inmigrantes venezolanos y el número de emigrantes que estuvieron en Venezuela y que retornaron a Colombia. Para describirla mejor resulta útil aplicar algunos procedimientos de análisis exploratorio de datos que proporcionan información concreta sobre esta relación. En primer lugar, se debe determinar la fuerza, el sentido y la forma de la relación (Bosque 1994, p. 33), comenzando por verificar la distribución de frecuencia de ambas variables.        


Figura 6. Histogramas con la distribución de frecuencias para ambas variables.

C:\Documents and Settings\Administrador\Mis documentos\GEOGRAFÍA\ARTICULO\FINAL\grafico2.jpg

C:\Documents and Settings\Administrador\Mis documentos\GEOGRAFÍA\ARTICULO\FINAL\grafico4.jpg

Fuente: Elaboración propia.


Lo primero que se puede mencionar es que las frecuencias no se distribuyen normalmente, en consecuencia no es conveniente aplicar procedimientos paramétricos tradicionales (ver figura 6). Un ejemplo de esto es el coeficiente de correlación de Pearson que sintetiza  la fuerza de la relación entre los inmigrantes venezolanos por departamento y los emigrantes colombianos que estuvieron en Venezuela, con un valor de 0,8 (significativamente alto), que descartamos por ser un procedimiento paramétrico.

Para representar mejor esta relación, los valores de ambas variables fueron ordenados según su posición o ranking respecto a los demás. Así,  el departamento con más inmigrantes venezolanos se le asignó un valor de 1 y a Guaviare que no registra inmigrantes se le clasificó como 33 (este procedimiento se llevó a cabo con ambas variables). Con estos valores en escala ordinal se aplicó una prueba no paramétrica conocida como correlación de rangos de Spearman (Ebdon 1982) que proporciona excelentes resultados en este caso.

La formula de cálculo es: 

Donde  es la suma de la diferencias entre rankings elevadas al cuadrado y n es igual al número de observaciones.


Cuadro 3. Datos para calcular el coeficiente de correlación de Spearman.

DEPARTAMENTO

EMIGRANTES C

RANKING E

INMIGRANTES V

RANKING I

DIFERENCIA

DIF2

Antioquia

4.110

11

2.655

6

5

25

Atlántico

14.318

1

3.984

3

-2

4

Bogotá

4.142

10

4.578

2

8

64

Bolívar

13.157

2

3.898

4

-2

4

Boyacá

1.812

13

304

16

-3

9

Caldas

633

19

138

21

-2

4

Caquetá

54

30

17

28

2

4

Cauca

755

15

167

20

-5

25

Cesar

3.923

12

957

12

0

0

Córdoba

5.191

8

1.219

10

-2

4

Cundinamarca

691

16

556

13

3

9

Chocó

292

24

24

27

-3

9

Huila

251

26

70

25

1

1

La Guajira

5.269

7

1.138

11

-4

16

Magdalena

6.601

4

1.369

8

-4

16

Meta

450

21

197

17

4

16

Nariño

339

23

80

24

-1

1

Norte de Santander

10.450

3

8.303

1

2

4

Quindío

625

20

197

18

2

4

Risaralda

768

14

409

15

-1

1

Santander

5.433

6

2.283

7

-1

1

Sucre

5.441

5

1.290

9

-4

16

Tolima

636

18

191

19

-1

1

Valle

4.966

9

2.664

5

4

16

Arauca

679

17

422

14

3

9

Casanare

152

27

97

23

4

16

Putumayo

410

22

4

30

-8

64

San Andrés

51

31

25

26

5

25

Amazonas

11

32

2

31

1

1

Guainía

103

29

8

29

0

0

Guaviare

249

25

0

33

-8

64

Vaupés

0

33

2

32

1

1

Vichada

126

28

102

22

6

36

TOTALES

92.088

 

37.350

 

 

470

Fuente: Elaboración propia.


Entonces si se reemplaza:


Esto implica una fuerte relación entre el orden de los ranking en ambas variables de 0,92 y una dirección positiva de forma lineal (como puede verificarse en la figura 7). Entonces, si  un departamento presentó un fuerte flujo de emigrantes a Venezuela esperamos encontrar una fuerte concentración de inmigrantes venezolanos y viceversa. Lo anterior sugiere que gran parte de los inmigrantes venezolanos en Colombia han llegado como resultado de una migración de retorno de colombianos, al ser los primeros hijos de los segundos.


Figura 7. Gráfico de dispersión que demuestra una relación lineal positiva entre ambas variables.

Fuente: Elaboración propia.


Solo Bogotá presenta una situación diferente, ya que ocupa el puesto 2 como receptor de inmigrantes venezolanos y el puesto 10 como expulsor de emigrantes a Venezuela. Esto implica que esta ciudad recibe inmigrantes venezolanos que no necesariamente tienen familiares colombianos. Una forma de explicar lo anterior es observar el número de cedulas de extranjería expedidas por el DAS en Bogotá, ya que los inmigrantes no relacionados con colombianos deben regularizar su situación en el país para poder trabajar o residir permanentemente.                     


Figura 8. Número de cedulas de extranjería vigentes expedidas por venezolanos.

Fuente: Estadísticas migratorias DAS (2008).


C
omo se observa en la figura 8, es evidente un aumento espectacular en el número de cedulas de extranjería vigentes solicitadas por venezolanos. Aunque la serie temporal es corta ya que abarca desde diciembre de 2006 hasta noviembre de 2008, se percibe una tendencia al aumento en el número de inmigrantes venezolanos que no tienen acceso a la nacionalización por ser hijos de colombianos retornados al país.


Conclusiones

Los flujos de migrantes venezolanos en Colombia se pueden desagregar en dos grandes grupos, que presentan características bastante diferenciadas:

El primero es un grupo de venezolanos que al ser hijos de colombianos y tener redes familiares en el país, están sujetos a las migraciones de retorno que se dan entre países fronterizos, como especifica Pelegrino (2002). La legislación colombiana establece que al ser hijos de colombianos pueden ser presentados para la nacionalización y por ello adquieren la doble nacionalidad. En consecuencia, estos migrantes de doble nacionalidad pueden ir y venir entre Colombia y Venezuela según sus gustos o necesidades, lo que explica las variaciones tan grandes en el número de inmigrantes venezolanos. Este grupo representa la gran mayoría de los inmigrantes venezolanos en Colombia. Se concentran en mayor medida en la costa atlántica y la frontera, reforzando lo que dicta la primera Ley de Ravenstein sobre la importancia de la cercanía para la migración, que en este caso no es solo de carácter absoluto sino cultural.

El segundo grupo de inmigrantes venezolanos no tienen vínculos familiares en Colombia, por lo que deben regularizar su situación legal con la expedición de una cedula de extranjería (un tramite bastante costoso). La evidencia aportada en esta investigación sugiere que estos se radican en Bogotá principalmente; sin negar la posibilidad de que en un futuro sean incluidas otras grandes ciudades colombianas en el proceso de atracción de este tipo de migrantes. Al contrario de lo que sucede para el primero, el número de inmigrantes en este grupo si parece aumentar y con más intensidad desde el año 2007.

En el marco teórico se mencionaron características propias de las migraciones internacionales y de las migraciones regionales latinoamericanas. El primer grupo de inmigrantes venezolanos ligados a colombianos que vivieron en Venezuela, han retornado a Colombia debido a que las migraciones regionales entre países latinoamericanos están sujetas a la variabilidad en las condiciones de vida en estos países. Por tal motivo se podría esperar un retorno mayor de colombianos, con sus hijos venezolanos, si los flujos emigratorios siguen aumentando desde Venezuela[6].

El segundo grupo de inmigrantes venezolanos, parece (y esto se debe comprobar en una futura investigación) estar compuesto por individuos de clases medias que logran costear los gastos de su condición de inmigrantes en Colombia. Estos inmigrantes podrían estar aún muy ligados a su país de origen (por lo que un buen indicador de esto podría ser el flujo aéreo entre Bogotá y Caracas). Otra característica de las migraciones internacionales contemporáneas es que los inmigrantes no pierden sus hábitos culturales, situación que concuerda con la reciente aparición de dos restaurantes de comida típica venezolana (ubicados en exclusivos sectores del norte de Bogotá) que congregan a la reciente colonia de migrantes.

Resulta fundamental continuar investigando a estos dos grupos. El primer grupo de inmigrantes parece estar vinculado a circuitos de migración regional que trascienden las fronteras con Venezuela (por ejemplo la migración de costeños al país vecino). Por otro lado se podría preguntar si los flujos de migrantes colombianos a Ecuador provienen en su mayoría de los departamentos del sur del país, lo que contribuiría a reforzar los hallazgos investigativos que mencionan el carácter regional del sistema migratorio colombiano (Fajardo 2002).

El número de inmigrantes venezolanos que pertenecen al segundo grupo parece aumentar y presentar las características inherentes al migrante internacional contemporáneo. Sin embargo hay detalles pendientes por conocer, como su supuesta condición de migrantes de clase media, los procesos de adaptación de estos a su nuevo lugar de residencia o la estructuración de sus redes sociales en ambos países.

Los dos principales recursos electrónicos que proporcionaron los datos que sustentan los hallazgos de la presente investigación, se muestran como elementos claves para la investigación en geografía de las migraciones. El software RETADAM operado por el DANE proporciona un acceso rápido y ágil a la información demográfica de Colombia, pero aún debe mejorar la disponibilidad de la información más antigua. El Proyecto IMILA del CELADE es una interesante alternativa para rastrear los movimientos migratorios en América Latina y el Caribe, pero debe ser actualizado (las cifras del censo del DANE del año 2005 no aparecen en la base de datos).

Incluso, los siguientes pasos para estudiar los dos grupos de inmigrantes venezolanos identificados en Colombia pueden ser llevados a cabo gracias a otros recursos electrónicos. Es el caso de la página web de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC) que posee una extensa base de datos referentes al número de vuelos entre ciudades latinoamericanas desde el año 1994, que podría proporcionar una valiosa cuantificación de los flujos aéreos entre ciudades colombianas y venezolanas como variable sintomática de los procesos migratorios entre ambos países.

Sin duda alguna la geografía de la población presenta argumentos tanto teóricos y metodológicos que resultan fundamentales para entender los complejos procesos de movilidad poblacional, y los modestos hallazgos hechos en esta investigación son un ejemplo de ello.


Notas


[1] Este artículo fue presentado en el curso introducción al trabajo científico dirigido por el profesor Jeffer Chaparro en el Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia. Agradezco al  profesor Chaparro por  la oportuna y valiosa dirección del mismo.

[2] La información de esta variable se obtuvo de la que es y será la fuente más utilizada para hallar datos demográficos en Colombia. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE, dispone en su página web <http://www.dane.gov.co/censo>, de un software libre denominado RETADAM que permite almacenar millones de microdatos censales, actuando como una base de datos. Esta última propiedad permite la construcción de consultas con operadores lógicos, la aplicación de filtros y combinaciones de variables e incluso la información puede ser exportada a un SIG. A pesar de las bondades de esta herramienta el DANE sólo cuenta con los resultados del último censo (2005) en esta base de datos. Existe una ingente necesidad de contar con datos de censos antiguos en este software para agilizar la consulta de la información, aún bastante dispendiosa cuando debe llevarse a cabo en la sede física de la entidad.

[3] La variable migración internacional es algo compleja de medir. Sin embargo desde la década de los años setenta el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) creó el proyecto IMILA (Investigación de la Migración Internacional en América Latina), que recopila la información proveniente de los censos de todos los países de la región en lo que se refiere al conteo de residentes extranjeros en cada país. Aunque solo existe información segmentada en pocas variables básicas (sexo, edad, ocupación, nivel de educación), la sistematización agiliza la consulta de los datos. El enlace es <http://www.eclac.org/Celade/proyectos/migracion/IMILA00e.html>.

[4] El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) es el organismo encargado de llevar a cabo el registro de viajeros que entran y salen del país. Además es la entidad que expide cédulas de extranjería para los inmigrantes que llegan al país. Aunque la base de datos es bastante modesta, contiene datos de expedición de cédulas de extranjería desde 2006 que sirven para identificar información clave. El enlace es <www.das.gov.co>, en documentos y archivos se encuentran estos datos bajo la denominación de información migratoria.

[5] El Instituto Nacional de Estadística de Venezuela publicó los resultados del Censo Nacional de 2001 en la página <http://www.ine.gov.ve/demografica/censopoblacionvivienda.asp>. Las cifras están disponibles para ser consultadas en Excel, pero no ofrecen la variedad de desagregación espacial de las que son proporcionadas por el RETADAM, ya que sólo hay datos por estados.

[6] Estos cambios en los flujos de emigrantes no han sido rastreados por el INE de Venezuela. Sólo existen cifras del número de inmigrantes en el país, al menos en formato electrónico.


Recursos electrónicos

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[Edición electrónica del texto realizada por Jeffer Chaparro Mendivelso].


© Copyright Daniel Santana Rivas, 2009.
© Copyright Ar@cne, 2009.


Ficha bibliográfica: 

SANTANA, Daniel. Geografía de la inmigración venezolana en Colombia entre 1993 y 2008. Ar@cne. Revista electrónica de recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales. [En línea. Acceso libre]. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 124, 1 de septiembre de 2009. <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-124.htm>.