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EL USO DE GOOGLE EARTH PARA EL ESTUDIO DE LA
MORFOLOGÍA DE LAS CIUDADES
I, ALCANCES Y LIMITACIONES
EQUIPO URBANO[1]
Universidad
de Barcelona
El uso de Google Earth para el estudio de la morfología de las ciudades. I, Alcances y limitaciones (Resumen).
Este artículo es el primero de una serie dedicada a las posibilidades que abre Google Earth para los estudios e investigaciones de morfología urbana. Se realiza aquí una primera aproximación al problema, la cual será seguida de otros artículos dedicados específicamente al estudio de las tramas urbanas, de los edificios y de otros elementos significativos de la morfología y el paisaje urbano.
Palabras clave: morfología urbana, paisaje, uso de nuevas tecnologías en la enseñanza, didáctica de la geografía, Google Earth.
The use of Google Earth in the study of urban morphology. I, Posibilities and limitations (Abstract).
This paper is the first of a series dedicated to the possibilities that Google Earth opens for the studies and researches of urban morphology. One first approach to the problem is made here, which will be followed of other papers dedicated specifically to the study of the urban plots, the buildings and other significant elements of the morphology and the urban landscape.
Key Words: Urban morphology, landscape, use of new technologies in education, Didactics of geography, Google Earth.
En las últimas décadas las
posibilidades de uso de las tecnologías digitales para el estudio del
territorio son tan amplias, que ahora incluso es factible trabajar en ambientes
virtuales que representan el mundo real[2]. Hace apenas
algunos años se comentaba el interés de un sistema que integrara información
vinculada a imágenes de satélite para toda la Tierra; muchos no lo creían
posible, pero hoy en día esa tecnología está disponible. Dos ejemplos de ello
son Google Earth y World Wind[3].
La información accesible mediante Internet ofrece posibilidades bastante interesantes para la enseñanza. Hoy, además de ser posible acceder a información escrita diversa (hipertextos) es factible también acceder a datos y representaciones espaciales. La disponibilidad de la herramienta gratuita Google Earth constituye un instrumento de valor extraordinario que puede utilizarse de forma amplia, no solo en la docencia[4] sino también en la investigación geográfica. En este sentido, puede usarse para fines múltiples, como los siguientes: análisis de aspectos geomorfológicos, identificación de grandes conjuntos de formaciones vegetales, caracterización de patrones de poblamiento, localización de actividades industriales, tipificación de las estructuras rurales, análisis de la morfología urbana, entre otros.
En este artículo reflexionamos sobre la utilización de las imágenes de satélite disponibles en Google Earth, destacando su aplicación al estudio de la ciudad y, en particular, al análisis de la morfología urbana.
Google Earth es un programa informático que existe bajo este nombre desde mayo 2005 y que permite visualizar el planeta entero a través de un mosaico de imágenes de satélite. Es posible también combinar estas imágenes con mapas temáticos, usar un modo de visualización en tres dimensiones, realizar enlaces con Google Maps y con la enciclopedia Wikipedia para lugares de interés y utilizar el motor de búsqueda general de Google.
En el área de presentación, o sea en la imagen, se pueden activar y ocultar distintas capas de información, similar a un sistema de información geográfica (SIG) simplificado. Las capas más importantes son las siguientes:
· Terrenos, lo que permite la visualización del relieve en 3D en
algunos lugares;
· Web geográfica, que enlaza lugares de interés con artículos de
Wikipedia y fotografías y el Foro Google Earth Community;
· Carreteras;
· Edificios 3D;
· Fronteras;
· Sitios poblados (con sus nombres en otros idiomas);
· Varias otras capas con información turística muy general;
· Trayectorias del transporte aéreo;
· Parques;
· Varias capas con servicios comerciales y comunitarios.
Para moverse en la pantalla, acercarse y alejarse a un objeto o inclinar la vista se utiliza un visor de manejo simple. Además es posible guardar vistas, enviar enlaces por correo electrónco, medir distancias y transferir un sitio a Google Maps.
El programa dispone de una versión gratuita y otra de pago, la cual posee de conexión con GPS (Sistema de Posicionamiento Global) y alimentación de datos desde ficheros y bases de datos. En el caso de este artículo, nos referimos siempre a la vesión gratuita, accesible de manera general.
El
estudio de la morfología de las ciudades y Google Earth
El estudio de la morfología urbana ofrece diversas dimensiones. En especial, es posible poner énfasis en la trama urbana y el plano (calles, manzanas, parcelario), en los usos del suelo y en los edificios.
Hoy, la tecnología de los satélites permite una nueva percepción de la morfología urbana. Google Earth hace posible una mirada variada de los resultados de la acción humana sobre el espacio, aunque más difícilmente de las acciones que los generaron[5]. El material que tenemos para el estudio de la morfología urbana a través de Google Earth supone el congelamiento de la realidad en un momento dado, lo que implica que la actuación de los agentes urbanos puede ser difícilmente detectable al observador. Los procesos temporales y los sujetos de las prácticas de la producción espacial se escapan a la imagen de satélite, aunque puede haber también fórmulas indirectas para conocerlos. Podemos imaginar que para el análisis de los agentes urbanos y la construcción de la ciudad este instrumento puede convertirse asimismo en un auxiliar importante.
A través de la imagen aérea obtenida desde los satélites pueden captarse conjuntos de elementos, que contribuyen a definir morfologías específicas identificables en el territorio: calles, edificios, parques, jardines, industrias, aeropuertos y demás estructuras edificadas o afectadas por la acción humana. La agregación de esos elementos define usos particulares del suelo, tales como zonas residenciales, franjas comerciales, áreas industriales y espacios de ocio, los cuales pueden estar dispuestos de forma más o menos homogénea o mixta. El conjunto de las edificaciones se han implantado en diferentes momentos, constituyendo, pues, una especie de palimpsesto. Al mismo tiempo, aspectos esenciales del estudio clásico de la geografía urbana, como son la situación y el emplazamiento, pueden ser provechosamente discutidos a partir de información vinculada a las imágenes de satélite, las fotografías aéreas y su comparación con la cartografía disponible. Las comparaciones pueden incluir también cartografía histórica.
La observación cuidadosa del plano de una ciudad permite obtener mucha información geográfica relevante. Así, por ejemplo, se puede observar dónde se ubica el centro histórico de la ciudad, por la diferente configuración de las tramas urbanas, situar el actual centro funcional donde se concentran gran número de servicios (bancos, restaurantes, tiendas especializadas…), localizar las infraestructuras de transportes (autopistas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos), identificar las diferentes formas de crecimiento que ha experimentado la ciudad, la presencia de espacios públicos, su distribución en el plano y su extensión. A partir de la imagen y del plano también se puede observar si la fundación y el crecimiento de la ciudad en su inicio responden a un crecimiento no reglado o a un proceso de planificación.
El estudio de la morfología urbana es el análisis de la fisonomía del espacio construido, es decir el estudio del paisaje urbano. Dicho estudio permite analizar:
· La localización de la ciudad o del núcleo de población en el
territorio, la topografía y las características geográficas del sitio;
· La trama urbana, o sea el plano, el viario, las manzanas y las
parcelas;
· La extensión de la mancha urbana;
· La densidad de las construcciones.
A través de estos elementos visibles de una ciudad se pueden establecer tipologías, y percibir las huellas de su evolución histórica. Las formas visibles permiten diferenciar el espacio interior de la ciudad, distinguir entre usos de suelo, deducir funciones y leer los reflejos de la organización económica y social, de las estructuras políticas, de las relaciones de fuerza entre los distintos grupos sociales y de las tradiciones culturales[6].
El estudio de la morfología urbana ayuda a describir y explicar las características de la ciudad actual así como su evolución, para mejor entender su papel y sus funciones. Por otro lado, puede también constituir la base de un diagnóstico para proponer procesos de transformación que mejore la estructura urbana y la calidad de vida de sus habitantes.
Además de la cartografía disponible a distintas escalas (disponible pero muchas veces de difícil acceso) tenemos ahora la posibilidad de trabajar simultáneamente con imágenes de satélite a escalas diferentes. Y eso para todas las ciudades del mundo, gracias a Google Earth. Las diferentes capas de que dispone el programa se pueden utilizar según el objetivo que se persiga: medir distancias, marcar itinerarios, saber donde se ubican los lugares turísticos, los servicios, los transportes, etc. Y, aunque todavía le hace falta algo de perfeccionamiento, en algunos casos se pueden observar los edificios y el relieve en tres dimensiones[7].
La información morfológica se puede complementar también, gracias a Internet, con otra de carácter social o histórico e imágenes diversas de los elementos que interesan. Estas imágenes se pueden encontrar a través de enciclopedias como Wikipedia[8], de blogs de turistas, o a través de portales turísticos (ya sean para vender el producto turístico o para promocionar las ciudades).
Es interesante la posibilidad que ofrece Google Earth de realizar estudios comparativos entre ciudades de distintos países o de un mismo país. Este aspecto no es irrelevante, pues hasta hace no mucho tiempo eran muy grandes los esfuerzos y el trabajo que era preciso realizar para compilar la cartografía básica de una ciudad, y la situación resultaba mucho más difícil si las ciudades pertenecían a países diferentes. Google Earth permite tener acceso a una base unificada del planeta, la cual puede manipularse con cierta flexibilidad para propósitos de representación e interpretación de fenómenos específicos.
Otras dimensiones de la morfología urbana, como las edificaciones y los agentes urbanos, pueden apoyarse asimismo en la información de Google Earth, pero para ello es necesario utilizar mayor cantidad de datos secundarios. Para la identificación de edificios pueden emplearse las fotografías que son tomadas y puestas sobre las imágenes de Google Earth[9], aunque también existen otras fuentes electrónicas que permiten suplir o complementar el trabajo con fotografías específicas[10].
En el presente trabajo vamos a explorar las posibilidades de Google Earth utilizando como guía los dos volúmenes de una obra reciente sobre el tema:
CAPEL, Horacio. La morfología de las ciudades. Sociedad, cultura y paisaje urbano. Barcelona: Ediciones del Serbal (Colección La Estrella Polar), 2002. 544 p. [ISBN 84-7628-391-1; Depósito legal B-20498-2002].
CAPEL, Horacio. La morfología de las ciudades. Vol. II, Aedes facere: técnica, cultura y clase social en la construcción de edificios. Barcelona: Ediciones del Serbal (Colección La Estrella Polar), 2005. 656 p. [ISBN: 84-7628-463-2 (obra completa) y 84-7628-355-5; Depósito Legal: B 12.250-05].
La estructura de los temas considerados se refiere esencialmente a estos dos volúmenes, aunque se pueden utilizar asimismo otras obras generales de carácter geográfico dedicadas a morfología urbana[11].
El uso del plano
El plano de la ciudad es una herramienta básica para el estudio de la trama urbana. Google Earth permite viajar por todos los continentes observando la imagen aérea de las diferentes ciudades y la extensión del espacio urbanizado. Utilizando el zoom se puede trabajar a diversas escalas, pero es preciso recordar que al cambiar la escala algunas veces puede cambiarse también la fecha de la imagen así como la calidad de su resolución.
La imagen satelital también permite observar si existe o no una jerarquización de las calles y sus diferentes usos, dónde se ubican los centros de las ciudades y si existen otras centralidades. Otro hecho que es observable son las distintas manzanas de las tramas irregulares, ortogonales o de otro trazado. De esta forma se observa el distinto tamaño de las manzanas, la tipología de edificación, la ocupación que presenta (si se construye en su totalidad, como se disponen los edificios...), su densificación; asimismo se puede inferir el uso de la manzana (residencial, comercial o industrial). En lo que respecta al uso residencial, la imagen aérea puede mostrar si se trata de un bloque de pisos o casas unifamiliares, aisladas o adosadas, y permite especular sobre el nivel adquisitivo de los grupos sociales que las ocupan, así como la posible existencia de segregación social, el acceso a espacios públicos o a los ejes principales de transporte.
Más allá de la mirada simple
Entre los aspectos fundamentales para el estudio de la morfología urbana se destacan los componentes del plano, el uso del territorio y la temporalidad. En todo caso, la lectura del territorio a partir de las imágenes aéreas depende mucho del entrenamiento que tenga el observador, que le permite discriminar los diversos elementos que conforman la morfología y la lógica de su implantación espacial.
En general, las calles definen manzanas, las cuales delimitan parcelas, en las que se incluyen, a su vez, espacios libres y edificaciones. Una característica importante que se puede evaluar con Google Earth es el tamaño de los componentes del plano, específicamente con la herramienta regla (distancias, perímetros, áreas).
Las evaluaciones respecto a los componentes del plano pueden ser individuales, pero sería adecuado plantearlas de forma agregada: conjuntos de calles, manzanas, parcelas e inmuebles con trazados y diseños característicos.
Con Google Earth se pueden inferir algunos usos del territorio urbano: residenciales, comerciales, administrativos o institucionales, recreacionales o de ocio, protección y conservación. Pero en varios casos es necesaria la información secundaria complementaria y el trabajo de campo, ya que con cierta frecuencia las construcciones o edificaciones por si mismas no permiten identificar un uso característico del territorio.
De manera general, se puede afirmar que la simple inspección ocular descubre poco si antes no se poseen marcos teóricos e información complementaria, general y específica, que permitan interpretar las estructuras que se observan.
Procedimiento
para llegar a un punto o lugar específico utilizando el valor de la coordenada
central
Cuando está desplegada una imagen o escena en Google Earth la información de la coordenada central aparece en la parte inferior izquierda de la pantalla. Si se desplaza el puntero sobre algún punto específico de la escena la coordenada se actualiza. Dicha coordenada posee dos componentes, y se expresa en la forma de grados, minutos y segundos, seguida de la latitud (Norte o Sur), para el primer componente, y de la longitud, para el segundo (Este y Oeste). Por ejemplo, la Plaza Cataluña (Barcelona) posee las coordenadas: 41º23’13.15’’ N, 2º10’12.14’’ E.
Para llegar a un punto específico de la superficie de la Tierra la coordenada central es suficiente. Pero para poder cargarla desde Google Earth es necesario anotarla en la casilla que aparece en la parte superior izquierda, en la que también se pueden anotar los nombres de lugares. La forma correcta para anotar esta coordenada, siguiendo el ejemplo de la Plaza Cataluña, es la siguiente: 41 23 13,15 2 10 12,14. Esto significa que los primeros conjuntos de números son leídos por el programa como la latitud, y los otros tres como la longitud. Los pares de números que corresponden a grados y minutos van separados por un espacio, pero en lo que se refiere a los segundos, cuando es necesaria mayor precisión (como ocurre normalmente en los casos que aquí analizamos), ésta debe estar separada por una coma (,).
Es adecuado tener presente que los componentes de las coordenadas basadas en latitud y longitud al traducirlas a un plano cartesiano generan cuatro zonas: dos positivas y dos negativas. De esta manera, el Norte y el Este corresponden a números positivos, y el Sur y el Occidente a números negativos. Por ejemplo, la Plaza de Bolívar de Bogotá posee las coordenadas 4º35’53.17’’ N, 74º04’33.55’’ O. Si deseamos desplegar la Plaza de Bolívar en Google Earth debemos anotar esta coordenada de la siguiente forma: 4 35 53,17 -74 04 33,55. En dado caso que se desee desplegar una coordenada de componente Sur-Oeste, es necesario utilizar el símbolo menos (-) antes de cada componente. Para anotar de forma adecuada la coordenada es importante recordar siempre que entre cada número debe haber un espacio, que los segundos deben estar separados por coma (,) y que el símbolo positivo no se coloca mientras que el negativo sí.
Al anotar de forma adecuada las coordenadas es posible desplegar, con precisión, a cualquier punto sobre la superficie de la Tierra utilizando el sistema de coordenadas geográficas.
La
dimensión temporal
A partir de Google Earth sólo es posible realizar una evaluación sincrónica del momento de la toma de la imagen de satélite. Para abordar procesos de cambio diacrónico es necesario disponer de múltiples imágenes espaciadas temporalmente.
Para el estudio de procesos evolutivos conviene comparar la información disponible en Google Earth con información espacial de otras fuentes, tales como mapas históricos u otras representaciones cartográficas (fotografías aéreas y ortofotomapas) que permitan comparar momentos sucesivos del área de interés.
Además de que, en términos generales, Google Earth no permite disponer de perspectivas diacrónicas (salvo en casos específicos), es importante verificar la fecha exacta de las imágenes de satélite, pues esto podría tener implicaciones serias a la hora de realizar estudios detallados sobre aspectos específicos de la morfología urbana, así como para la comparación de ciudades de distintos países (figuras 1 y 2).
Figura 1.
Una manzana del Ensanche de Barcelona, entre las calles Compte d’Urgell y
Borrell, obtenida a finales de julio de 2007.
En ella se observa un
aparcamiento de automóviles, con entrada por la calle Urgell, 145-147.
Coordenadas: Lat. 41°23’11.48’’ N; Long. 2°09’05.98’’
E.
Fuente: Google Earth 2007.
Figura 2. El
interior de la manzana anterior en una imagen obtenida en la misma fecha,
en la
que puede verse que el aparcamiento está realmente convertido en unos jardines
(los Jardins d'Ermessenda de Carcassona).
Fuente: Fotografía de María Eugenia Molar 2007.
Para el estudio de la dimensión histórica del plano existen varias fuentes cartográficas de gran interés, algunas de las cuales también están disponibles a través de Internet[12].
La visualización con Google
Earth
Podemos considerar diversos tipos de mirada sobre el paisaje: la mirada del peatón, la mirada del automovilista que conduce y la del que es llevado, la mirada del viajero en tranvía o en tren, la mirada del usuario del metro, la mirada desde una montaña o desde un globo, la mirada del pasajero de avión. Cada una de ellas permite observar aspectos distintos de la realidad terrestre. Esa realidad tiene una presencia factual que (podemos afirmar) se refleja en las vistas que obtenemos de la misma. Pero esas vistas pueden ser diferentes y nos dan imágenes distintas.
Siendo Google Earth un dispositivo de visión, nos toca ver a través de él. Opera en la tensión entre dos categorías de mirada: la visión vertical y la visión horizontal. La visión vertical ubica al sujeto que mira fuera del espacio en cuestión, en un punto privilegiado de la observación lejos, o muy lejos, de los objetos que componen la morfología urbana. El ojo distante pero capaz del estiramiento traduce el deseo de la totalidad y, en cierto modo, expresa también la tradición de la posición imparcial de la ciencia. Cuando uno utiliza Google Earth, se tiene el globo para manipular con las manos, en una inversión radical de las escalas de relación sujeto y mundo. Si lo vemos todo, lo comprendemos todo; pero, como nos ha recordado Paul Claval y tantos otros geógrafos de la cultura, en realidad no es así[13]. Hay muchas capas de la realidad que se sumergen en la apariencia, así como hay muchas temporalidades grabadas en la superficie.
En el extremo opuesto de la mirada vertical tenemos la visión desde abajo. El ojo horizontal sitúa al que mira cerca de lo que observa, proponiendo la producción de paisajes. Tales paisajes son trozos del espacio que uno construye en ese enfrentamiento. Aquí no se puede evitar la interferencia de la subjetividad, por más que el discurso del investigador lo intente. Sin embargo, para el estudio de la morfología urbana es necesario practicar la mirada dinámica (formada al mismo tiempo por la distancia y por la proximidad) capaz de multiplicar los puntos de vista y evitar las simplificaciones de la mirada vertical[14].
Respecto a los puntos de vista horizontales, se pueden ver en Google Earth etiquetas de fotografías en lugares específicos, obtenidas por autores que las hacen disponibles a través de la comunidad de Panoramio[15]. Son imágenes muy heterogéneas y aparentemente siguen un criterio simple de exclusión; según dicen ellos, entre miles de fotografías puestas todos los días en Panoramio, no son enviadas a Google Earth “las de baja calidad técnica, las de derechos reservados, las que nada dicen sobre el lugar y aquellas excesivamente personales”. Además de su calidad, la ocupación por parte de los fotógrafos de esa dimensión de la mirada horizontal en Google Earth nos parece interesante, pues pone de manifiesto una apropiación colectiva del espacio de representación disponible y una posibilidad del trazado de territorialidades subjetivas y firmadas en Google Earth. Por ejemplo: podemos seguir los pasos de un fotógrafo en concreto y ver por donde estuvo y lo que privilegia en sus paisajes; o podemos preguntarnos por la mirada de autores de países y culturas diferentes, o pone nosotros mismos nuestras imágenes en el territorio público de Google Earth. Pero existen todavía otras posibilidades para realizar esa comparación entre las diferentes miradas, entre las cuales, las que tienen que ver con las imágenes obtenidas en relación con el mercado inmobiliario, o con la información turística que ofrecen y desean valorar las ciudades[16].
Si comparamos un itinerario real hecho por los miembros de este Equipo Urbano en abril de 2007 hacia la periferia de la parte nordeste de Barcelona con las imágenes que se pueden ver en Google Earth, se puede concluir que las informaciones son complementarias. Entendemos más de la realidad cuándo vemos su conjunto y su complejidad en escala ampliada, mientras que experimentamos el lugar con el cuerpo en la superficie. Entre los barrios que visitamos, si vamos ahora a Google Earth y escribimos “Nou Barris”, vemos (a una altura de 800 metros, según se indica en la pantalla[17]) etiquetas para las fotografías de José Antonio Navarro, el fotógrafo que aparece allí más veces. Así, Navarro dibuja con sus imágenes su propio itinerario. Por nuestra parte, podemos poner en Google Earth nuestras fotografías y añadir al barrio un poco de nuestro debate sobre los lugares hacia donde se dirigieron nuestros ojos en aquella mañana.
Entre la mirada vertical y la mirada horizontal Google Earth presenta, en algunos sitios, posibilidades para la visión angular, cuando podemos inclinar el plano y viajar sobre y entre los relieves de la morfología urbana. Pero hace falta fijarse que somos nosotros quienes quedamos parados para que el territorio se mueva ante nuestros ojos, en una especie de cine personal y al mismo tiempo universal. Como dispositivo de visión, Google Earth es responsable, a través de la tecnificación de la mirada y su mediación, de la extensión de nuestro campo visual.
Tanto las imágenes como la realidad son percibidas por un observador que las carga de significados. Para percibir un paisaje es preciso construirlo, se ha escrito; el paisaje es portador de significados, signos construidos, signos de valor psíquico, a partir de la visión subjetiva. Los estudios sobre percepción del medio y comportamiento geográfico lo ponen de manifiesto[18].
La
cuestión de la escala
Una de las grandes novedades de Google Earth es que permite aumentar o disminuir el nivel de resolución de la información desplegada, con lo cual es posible alternar entre diferentes escalas cartográficas (escala entendida como la relación de una unidad en el terreno respecto a una unidad en la representación). A esta propiedad podríamos denominarla como escala dinámica, ya que se actualiza sincrónicamente con cualquier desplazamiento.
La escala dinámica, por su naturaleza variable y su representación en pantallas de diverso tamaño, se asocia a una escala gráfica más que a una escala de representación. Es por ello que como referencia se puede utilizar la escala gráfica (que aparece en la parte inferior izquierda de la pantalla) y que posee cuatro divisiones, de las cuales en la segunda división aparece el dato de la distancia correspondiente en metros. Aunque la escala varía dependiendo del ancho de la pantalla, que define a su vez el área de visualización, los elementos que pueden ser observados no lo hacen, de tal manera que se puede utilizar la lectura de la segunda división, que ya hemos comentado, como un indicador importante. Esta escala permite establecer rápidamente equivalencias entre los elementos morfológicos y el tamaño real en el terreno.
Por lo que se refiere a nuestro tema, la primera cuestión a plantear es a qué escalas son visibles diferentes elementos significativos de la morfología urbana, tales como la trama urbana dibujada por las calles, las manzanas y el parcelario; o las líneas de bordes y barreras.
En Google Earth podemos visualizar la superficie terrestre desde diferentes alturas, lo que implica diferentes escalas de la imagen que se obtiene. Hemos de tener en cuenta que la altura que se señala es aproximada, ya que puede verse afectada por las características del geoide terrestre. Por tanto, para la consideración de la escala es preferible utilizar la escala gráfica que aparece en las imágenes, y que, como hemos dicho, se ve afectada por la diferente amplitud de las pantallas en que se visualizan las imágenes.
Tomando como referencia la lectura en metros de la segunda división de la escala gráfica, podemos señalar los siguientes rasgos generales:
· Desde 10.000 metros es posible identificar grandes porciones
urbanas, en especial los límites de los conglomerados urbanos y las
transiciones hacia zonas no urbanizadas. La visualización es panorámica y
conjunta. El relieve forma parte del gran conjunto que se visualiza.
· A 5.000 metros de altura es posible diferenciar algunos rasgos
principales de las ciudades, tales como aeropuertos, grandes zonas de bosques o
parques y sistemas hídricos importantes.
· A 2.000 metros ya es posible visualizar las vías principales,
grandes zonas verdes y parques. En este nivel de visualización el principal
rasgo que se puede evidenciar es la red vial de la ciudad, al igual que zonas
industriales, en las que las manzanas son bastante grandes.
· A 1.000 metros es posible identificar las manzanas y todo que
posea un tamaño similar, como glorietas, intersecciones viales, plazas de
toros, estadios, estaciones de tren y grandes superficies comerciales. A este
nivel de visualización se perciben ya los grandes rasgos de los tejidos urbanos
y de las tramas.
· A 500 metros las manzanas son plenamente identificables. Es
posible diferenciar pequeños parques y jardines, plazas, edificios de gran
tamaño o área construida. Se podría señalar que este nivel de visualización es
óptimo para el análisis morfológico asociada las manzanas.
· A 200 metros la resolución es bastante alta, dependiendo del
sitio, y es posible identificar grandes edificios; los de mediana envergadura
pueden ser identificados y diferenciados, al igual que construcciones como
polideportivos y piscinas públicas, campos de fútbol y grandes aparcamientos.
· A 100 metros son identificables las parcelas y otras
características. Incluso es factible medir al ancho de las vías principales.
Los aglomerados de algunas manzanas (diez a quince) son una unidad que puede
analizarse.
· A 50 metros se pueden realizar análisis respecto a una manzana en
particular (y hasta unas tres o cuatro). Las parcelas no construidas se ven
bien diferenciadas de las edificadas.
· A 25 metros ya es posible medir parcelas individuales al interior
de las manzanas y hasta identificar coches de forma individual. Por el nivel de
resolución de las imágenes de satélite, que aproximadamente es un metro por
píxel para las zonas más detalladas, se podría decir que este es al mayor nivel
de visualización que permite analizar aspectos morfológicos
urbanos.
La escala debe estar determinada por el fenómeno objeto de estudio. Es recomendable utilizar varias escalas para visualizar los elementos que interesan y para apreciar diferentes matices de su expresión y configuración territorial. La resolución propuesta para cada escala no es homogénea, de tal manera que la aplicación de una misma escala en diferentes lugares no garantiza necesariamente que se tenga la misma resolución de ellos. Entre 10 y 30 kilómetros de altura pueden visualizarse las manchas urbanas de grandes metrópolis como Tokio, Ciudad de México y Sao Paulo.
En todo caso, conviene advertir una vez más que a veces la fecha de las imágenes de satélite que se encuentran en Google Earth es distinta a diferentes alturas.
La
inclinación
Otra de las opciones interesantes de Google Earth es la posibilidad de inclinar el plano de visualización para generar perspectivas oblicuas. La gran ventaja de estas visualizaciones oblicuas es la posibilidad de percibir las deformaciones del relieve, ya que en Google Earth se ha incorporado un modelo de geoide del planeta, el cual posee los rasgos generales de las alturas del terreno. La deformación de la imagen de satélite mediante las alturas ofrece la impresión de que se está observando realmente el relieve del terreno, pero en realidad es una aproximación. Los errores asociados al relieve que se presenta suelen ser considerables, de tal manera que de no deben reemplazar en ningún caso (al menos con la confiabilidad actual) los mapas topográficos detallados.
La
orientación
En Google Earth es bastante fácil cambiar de orientación respecto al norte magnético. Ello es especialmente relevante, ya que muchas construcciones antiguas estaban orientadas de manera específica por razones diversas, desde religiosas hasta bioclimáticas. Numerosas fundaciones griegas y romanas se orientaban (si no existían otros factores que fueran más relevantes), en dirección Norte-Sur. También los templos se diseñaban en muchas ocasiones teniendo en cuenta la orientación, con la cabecera hacia el Este (Oriente).
Un ejemplo claro de la importancia de la orientación puede ser el de Florencia. El núcleo antiguo de esta ciudad, que es heredero de la fundación romana de Florentia, tiene las calles con disposición cardinal, y al mismo tiempo la cabecera de la catedral está orientada al Este (Oriente), tal como puede verse en la figura 3 (Coordenadas: Lat. 43°46′24.45″N - Long. 11°15′23.84″E).
Figura 3. El
centro de la ciudad de Florencia, Italia, mantiene la traza de la ciudad romana
construida junto al Arno y rigurosamente ordenada en dirección norte-sur.
La
catedral está orientada en dirección este-oeste. La Piazza de la República fue
construida en el siglo XIX sobre el antiguo foro romano.
Coordenadas: Lat. 43°46’17.49’’ N; Long. 11°15’16.37’’
E.
Fuente: Google Earth 2007.
El uso de esta aplicación puede ser asimismo de interés para comprobar la orientación de la expansión de muchas ciudades, e incluso de las parcelaciones rurales realizadas en diversas culturas.
La
perspectiva aérea y la perspectiva humana de la morfología
Aunque, como hemos visto, las posibilidades de Google Earth para el análisis de la morfología urbana son bastante interesantes, también existen serias limitaciones, ya que la perspectiva desde una imagen de satélite no corresponde necesariamente con la realidad cotidiana de las personas que habitan las ciudades. La imagen aérea y la que se obtiene desde el suelo son diferentes pero complementarias.
Pueden ser significativas, en este sentido, dos imágenes de la ciudad de Pompeya en Italia (figuras 4 y 5). La primera fue obtenida de Google Earth y la otra la fotografía de una de las calles a partir del vínculo del propio programa.
Figura 4. Vista general del sitio histórico de Pompeya,
Italia.
Coordenadas: Lat. 40º45’06.23’’ N; Long. 14º29’07.82’’
E.
Fuente: Google Earth 2007.
Figura 5. Una
vía de Pompeya Italia. Fotografía cargada en por un usuario Google Earth (08/05/2007).
Fuente: Google Earth 2007.
Otro ejemplo significativo puede ser el de las fortificaciones de Aigües Mortes, una ciudad de fundación medieval en el sur de Francia, y que todavía conserva sus murallas. Es interesante la comparación de la imagen satelital, la representación cartográfica y la fotografía desde el suelo (figuras 6, 7 y 8).
Figura 6. La
ciudad de Aigues Mortes, al sur de Francia, estuvo cercada por una muralla
y como se ve en la imagen,
en ese espacio la trama ortogonal es perfectamente
visible y simétrica.
Coordenadas: 43º34’18.80” N; 4º11’23.92” E.
Fuente: Google Earth 2007.
Figura 7. La
imagen cartográfica de la ciudad Aigues Mortes.
Comparece con la parte inferior central de la imagen
de satélite (figura 6).
Fuente: Wikipedia 2007 <http://wikipedia.org/wiki/Aigues-Mortes>.
Figura 8.
Fotografía de la ciudad de Aigues Mortes.
Fuente: Panoramio 2007. <http://www.panoramio.com/photo/375073>.
No es adecuado perder de vista que la imagen de satélite, por más que tenga alta resolución, debe asumirse como una representación de la realidad, y no como la realidad en si misma. En este último orden de ideas se ha afirmado que la mirada vertical llega a veces a ocultar los objetos que importan realmente a la vida de una persona[19]. Surge entonces la pregunta: ¿cuáles son los objetos que no se ven? La geografía de la percepción nos puede permite reflexionar sobre ello.
Es bastante seguro que en la imagen de la ciudad y, lógicamente, de su morfología, participen varios aspectos que actúan como mediadores de las percepciones de la gente. Entre ellos pueden ser especialmente relevantes la edad (los niños se fijan en unas cosas, los ancianos en otras), el lugar de procedencia (según se haya nacido en el lugar, se sea inmigrante o turista), el nivel de renta disponible, la actividad a la que se dedica y el nivel de educativo, entre muchos otros aspectos.
Las fotografías de edificios y lugares que aparecen directamente puestas por los usuarios en Google Earth, y las complementarias como las que se pueden consultar en Panoramio, pueden constituir un material importante para debatir estas cuestiones vinculadas a las percepciones de la gente frente al espacio urbano. Este tipo de prácticas están mediadas por los imaginarios, y en ello la percepción de la ciudad y de su morfología tiene un papel primordial. De todas maneras, es necesario advertir que el material fotográfico que puede visualizarse mediante Panoramio en Google Earth, presenta en muchos casos imprecisiones importantes en su ubicación geográfica.
Google Earth permite la observación del territorio urbano edificado y no edificado a diversas escalas y desde una altitud variable. Se puede así oscilar entre la observación global y la más detallada del tejido urbano edificado. De otro lado, las velocidades de subida y de bajada de los viajes hechos en Google Earth dependen de cómo estamos nosotros entrenados para movernos virtual o digitalmente en el territorio.
Frente a la discusión sobre cómo interaccionan los datos empíricos y las teorías, y la necesidad de abordarlos desde una perspectiva histórica, cabe preguntar si las imágenes de Google Earth constituyen un dato empírico. La posibilidad, como medio técnico, tanto de ser apoyo y escenario para excursiones de personas comunes como también fuente de información para investigadores y académicos, puede elevar a Google Earth a la condición de territorio de entrenamiento de las múltiples y recíprocas traducciones entre representación y realidad. Así, se plantea aquí una especie de metodología del viaje donde se cruzan imágenes planas y otros datos que pueden ser obtenidos en la propia red. Los itinerarios pueden ser trazados y hechos en Google Earth mientras el hipertexto se compone: búsquedas paralelas en Internet de sitio a sitio, de un acontecimiento histórico hacia el otro, de una memoria del campo real hacia su representación distante. Se puede asumir en especie de actualización teletopológica[20] del movimiento excursionista que formó parte del debate del siglo XIX como metodología de enseñanza. En aquellos tiempos, las excursiones eran una búsqueda de los valores físicos y morales del hombre.
Hay porciones de superficie en las que la visión es más limitada que otras, aunque ello también puede responder a la disponibilidad de imágenes de alta resolución incluidas en el sistema. También se ha notado que es posible que en las imágenes disponibles en Google Earth influyan factores políticos y económicos (e incluso ideológicos). Por ejemplo, si miramos la ciudad de Lagos, en Nigeria (coordenadas: Lat. 6º26’40’’ N; Long. 3º24’50’’ E), a una altura de 9.000 metros, no la vemos con la misma nitidez con que podemos observar Nueva York (coordenadas: Lat.40º42’52’’ N; Long. 74º00’25’’ W). O aún, si miramos a Tel Aviv, en Israel (coordenadas: Lat.32º02’42’’ N; Long. 34º46’10’’ E), podemos territorializar la mirada miope de Google Earth, que corta la ciudad en dos partes[21]. Un recorrido aéreo sobre Israel muestra los condicionantes de la política sobre las imágenes: seguramente no es la limitada tecnología israelí la que vela determinadas áreas del territorio, o la dificultad para conocer en profundidad los graves problemas geopolíticos de ese territorio, incluyendo la construcción de muros de separación y la creación ilegal de nuevas colonias de doblamiento israelí en territorio palestino.
Google Earth: Un instrumento técnico de gran importancia
Con sus potencialidades y limitaciones, Google Earth se ha convertido en un instrumento técnico de gran importancia para el estudio y la investigación geográfica, y para otras ciencias naturales y sociales. En lo que se refiere a los estudios sobre la ciudad, permite acceder e interpretar imágenes a diferentes escalas, lo cual es de gran interés para el estudio de la morfología urbana, e incluso para los proyectos de reformas y desarrollo territorial. En otros artículos posteriores examinaremos más detenidamente la aplicación al estudio concreto de las tramas urbanas, de los usos del suelo y de la edificación.
Notas
[1] Equipo Urbano es un nombre utilizado en trabajos colectivos dirigidos por el Dr. Horacio Capel en el Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona. En esta ocasión el Equipo estuvo constituido inicialmente por los asistentes al curso de “Espacio social y morfología urbana” Alexis Sancho Reinoso, Ana Márcia Moreira Alvim, Andrea Feix, Carla Alexandra Filipe Narciso, Carlos Augusto de Amorim Cardoso, Doralice Sàtyro Maia, German Martinez, Jeffer Chaparro, Joan Camps Morla, Josefina Bohorquez Pérez, Joyce Juan Antonio Serra Pardo, Juliana de Melo, Julio Guadarrama, Lilian Hernández Gerónim, Maria Eugenia Molar Orozco, Renata Moreira Márquez, y Ricardo Piras.
[2] Chaparro 2002 <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn119-79.htm>.
[3] National Aeronautics and Spacial Administration (NASA) 2007. Este programa gratuito, accesible mediante Internet, permite la visualización digital de la Tierra, la Luna, Marte y gran parte del Universo cartografiado. El programa, que es poco conocido y escasamente utilizado en el ámbito académico, puede descargarse desde el sitio oficial de la NASA: <http://worldwind.arc.nasa.gov/>, <http://www.nasa.gov/>.
[4] En esta misma revista hemos publicado ya un primer análisis sobre el uso en la enseñanza de la geografía de imágenes de Google Earth y de mapas, con una visión comparativa del uso de ambos instrumentos, mostrando las dificultades y potencialidades en sus lecturas y manipulaciones para la comprensión de la configuración socio-espacial en las aulas de geografía de la educación de niños y jóvenes de 7 a 14 años. Gonçalves et al. 2007 <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-097.htm>.
[5] Berdoulay 2002.
[6] La bibliografía existente sobre la ciudad es muy extensa; una primera aproximación puede obtenerse en Capel 1998 <http://www.ub.es/geocrit/b3w-114.htm>.
[7] Es pertinente resaltar que gran parte de las fotografías que localizan los usuarios sobre las imágenes de Google Earth no corresponden a su ubicación exacta en el territorio, razón por la cual es importante verificar muy bien la veracidad de la información. Lo anterior indica, además, que los usuarios comunes de Google Earth no se sitúan con precisión en la superficie terrestre, lo cual, de paso, puede reflejar problemas en la enseñanza de la geografía (sobre todo en los niveles básico y medio).
[8] Aunque Wikipedia se está constituyendo en un referente importante de información básica, es conveniente ser cautos con la veracidad y la exactitud de toda su información. Existen artículos y textos excelentes en Wikipedia, pero también los hay de poca calidad. Lo importante en torno al uso de la información digital es poder dimensionar y contextualizar los contenidos, lo cual implica poseer herramientas teóricas y analíticas mínimas para discriminar entre la información relevante y la poco pertinente. Lo anterior se constituye en un reto pedagógico y educativo de gran envergadura.
[9] Aunque, como ya lo hemos comentado, hay que ser cautos con la exactitud de su localización.
[10] Por ejemplo: Panoramio <http://www.panoramio.com/, QDQ <http://www.qdq.com/>, Web de Barcelona <www.bcn.es>, entre otros.
[11] Entre otras: Capel 1975 y eds. sucesivas; Beaujeau-Garnier y Chabot 1970; Carter 2ª ed. 1983; Horfmeister 1980.
[12] Bonastra 2006 <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-085.htm>..
[13] Claval, Paul. A paisagem dos geógrafos. In Corrêa, Roberto Lobato e Rosendahl, Zeny (org.). Paisagens, Textos e Identidade. Rio de Janeiro: Ed. UERJ, 2004.
[14] Claval 2004.
[15] Panoramio 2007 <http://www.panoramio.com/>. Se trata de un portal español creado por los alicantinos Joaquín Cuenca y Eduardo Manchón. Se creó en octubre 2005 para incorporar fotos de viajes de bodas, de viajes de vacaciones, de personas enamoradas de su ciudad y de monumentos, etc. Al principio tenía alrededor de 200 visitas diarias, pero tras el acuerdo con Google alcanzan 350.000 vistas por día. En realidad el portal creció un 500 por ciento tras un acuerdo con Google Hearth. En la actualidad cada día entre 350.000 y 400.000 internautas solicitan un total de 1,5 millones de páginas cada día, y hay alrededor de 300.000 usuarios registrados. Panoramio está en 35 idiomas diferentes y los mismos usuarios contribuyen a su traducción. Alres pecto véase el artículo: “Panoramio muestra más de un millón de fotos de viajeros” (El País, jueves 29 de marzo de 2007, Ciberpaís, p. 8).
[16] Véase por ejemplo: QDQ 2007 <http://www.qdq.com/>. Existen otras similares en diversas ciudades.
[17] Es adecuado resaltar que este dato que aparece en la parte inferior derecha de la visualización en Google Earth es aproximado, y que en realidad no corresponde precisamente a la estimación de la altura a la que corresponde la cobertura de la imagen.
[18] Capel 1973.
[19] Claval 2004, p. 25 cit. por Renata Márquez.
[20] […] "el fenómeno teletopológico siempre es fuertemente marcado por sus distantes orígenes guerreras, él no aproxima el sujeto y el mundo... pero, como el antiguo combatiente, él adelanta el movimiento humano, imprime velocidad a todo desplazamiento del cuerpo en un espacio aniquilado” (Virilio, Paul. A Máquina de Visão. Rio de Janeiro: José Olympio, 2002. p: 21).
[21] Lo mismo sucede con algunas ciudades de Brasil, como Natal y João Pessoa. Sobre la mirada miope véase Márquez 2007.
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y recursos electrónicos
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© Copyright EQUIPO URBANO, 2007.
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