Muchas gracias a todas las personas que generosamente han contribuido respondiendo al cuestionario. Gracias a ellas tenemos una mejor visión de la vida cotidiana en este duro periodo al que nos enfrentamos. Esperamos que las enseñanzas extraídas sirvan para mejorar la salud y la felicidad de todos en el futuro.
En este segundo avance presentamos los primeros resultados de preguntas relacionadas con el estado de ánimo y con las preocupaciones por la crisis del COVID-19. Son resultados provisionales calculados para los primeros 2000 cuestionarios contestados en castellano a fecha 20/4/2020.
El cuestionario sigue abierto recibiendo respuestas, también los cuestionarios en inglés e italiano.
ESTADOS DE ÁNIMO
La población encuestada ha mostrado un alto nivel de resiliencia ante la situación de confinamiento. Casi la mitad de las personas que han respondido consideran que su estado de ánimo durante el confinamiento es el mismo que tenían antes de la crisis del COVID-19, y en casi el 10 por ciento su estado de ánimo en términos generales ha mejorado. Sin embargo, la crisis ha tenido un efecto negativo importante en un 40 por ciento de las personas para los que su estado de ánimo es peor ahora que antes del confinamiento.
Los estados de ánimo que globalmente han disminuido más son la seguridad y la alegría junto al estar entretenido y el optimismo. La muestra analizada se siente por tanto más insegura, triste, aburrida y más pesimista que antes de la crisis. En cambio, la felicidad, la satisfacción personal y la autovaloración son los elementos menos afectados.
En comparación con los hombres, hemos detectado que las mujeres de la muestra se sienten más inseguras, débiles, tristes e insatisfechas a raíz de la crisis. Y comparando grupos de edad detectamos que el grupo de 18 a 30 años es el que presenta un mayor cambio en su estado de ánimo. Se sienten más tristes, aburridos, insatisfechos e infelices a raíz de la crisis y el confinamiento.
De todos los estados de ánimo examinados solo la alegría parece verse afectada significativamente por el nivel de estudios. Las personas con estudios superiores han perdido algo menos de alegría que el resto.
El confinamiento también afecta de forma algo diferente dependiendo de la seguridad económica de la persona. En general, los que no pueden llegar a final de mes son los que presentan un mayor descenso en todos los estados de ánimo explorados.
Preocupación por la crisis del COVID-19
Ante la crisis generada por la rápida expansión y los efectos del COVID-19, la gran mayoría de los entrevistados están obviamente preocupados por la posibilidad de que sus seres queridos se infecten, así como por los problemas económicos derivados del confinamiento y la enfermedad y muerte de tanta gente. El sufrimiento de tanta gente tiene un efecto importante en el estado de ánimo de la población.
Además, la mitad de las personas que responden están también preocupadas por los cambios en la sociedad generados por la crisis. Y en menor medida (alrededor de un tercio de las personas que responden) lo están también por las consecuencias individuales del confinamiento en la salud, en la posibilidad de infectarse, y en su formación o la de sus hijos.
Casi 100 personas, un número alto para este tipo de encuesta on-line, han añadido preocupaciones adicionales. Entre ellas cabe destacar por su relevancia las relacionadas con que nada cambie después de la crisis, el efecto en la salud de la población mundial y las repercusiones en las relaciones sociales.
Globalmente, es importante resaltar el dominio de la preocupación por los otros por delante de las preocupaciones por las consecuencias individuales.
José Antonio Rodríguez Díaz; José Luis Condom Bosch; Aitor D. Aguayo, “Avance 2: Estados de ánimo antes y durante el confinamiento y preocupación por la crisis del COVID-19″, (UB: EPP, Abril 2020).