/Los jardines
Las primeras noticias que encontramos sobre el espacio donde se levantará el palacio real y sus jardines datan de 1279, año en que Carlos de Anjou ordenó construir Castelnuovo, rodeándolo de un parque que se extendía hasta la antigua Piazza dello Spirito Santo, más tarde conocida como Largo di Palazzo y actualmente Piazza del Plebiscito. Este parque quedó destruido durante las luchas entre angevinos y durazzescos, siendo reconstruido más tarde, primero por Alfonso de Aragón entre 1450 y 1458, y después por su hijo Ferrante.
En 1532 este espacio fue de nuevo arrasado, si bien en 1540 se iniciaron ya los trabajos de reconstrucción. El área dedicada al parque quedará considerablemente reducida a causa del inicio de las obras de construcción del Palazzo Vecchio, que se ubicó, con una estructura fortificada, en el límite este del recinto por deseo de Pedro de Toledo , bajo la dirección de Ferdinando Manlio. Replanteado de nuevo, a partir de este momento y en adelante el jardín —que mantiene una superficie considerable— se considerará un espacio más de la residencia virreinal. En la vista de Nápoles de Stinemolen (1582), destaca la disposición regular de los jardines, a la italiana. En ella pueden verse además diversas fuentes y un gran pabellón en el centro, tal y como lo describe un viajero británico hacia 1574, que enumera salas para banquetes, fuentes, pabellones de cristal: "[...] más hacia el oeste —aunque bastante cerca, ya que el jardín del palacio se encuentra sobre el foso de este castillo— se alza el palacio del virrey, que posee un apacible y amplio jardín y una agradable avenida pavimentada con mármoles policromados. En el jardín hay dos salas para banquetes, una de las cuales tiene una majestuosa estructura con una hermosa fuente que se encuentra junto a la mesa y de la que brota agua continuamente. Hay además un magnífico pabellón de cristal de sólida estructura metálica labrada, tan grande como una casa fabricada en acero, delicadamente pintado, donde se encuentran muchas especies de pájaros cantores que habitan en Italia y en otros países extranjeros (cit. en Capuano 1994, p. 63, original en italiano)." El jardín se comunica con Castelnuovo mediante un puente que existe aún hoy en día y que salva el foso que defendía el castillo. Este puente era también una vía de escape en caso de peligro para el virrey, que podía refugiarse en la fortaleza vecina, mucho mejor preparada que el palacio ante un eventual ataque o asedio. Hacia mediados del siglo XVII se amplía la superficie verde del palacio con la construcción de un jardín colgante obra de Pietro Persico, que queda bien documentado en la vista de Nápoles de Cassiano de Silva , junto a la nueva construcción del Belvedere, que se proyecta casi como una terraza panorámica sobre el mar, obra del virrey Pedro Antonio de Aragón. Entre los años 1839 y 1845, junto a la gran reforma del palacio realizada por Fernando II y ejecutada por el arquitecto Gaetano Genovese , se replantea por completo el jardín, trabajo encargado en 1842 al experto botánico alemán Federico Corrado Dehnhardt , que se inspiró en los cánones de los jardines románticos y del jardín inglés. Esta remodelación ha permanecido prácticamente inalterada hasta nuestros días. Attilio Antonelli Soprintendenza per i beni architettonici, paesaggistici, storici, artistici ed etnoantropologici per Napoli e Provincia Bibliografia - G. Capuano, Viaggiatori britannici a Napoli tra’500 e’600, Salerno, 1994. - L. Picone, I giardini storici del palazzo reale di Napoli, Nápoles, 2003. |
/INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo consiste en explorar el papel mediador de los virreyes de Nápoles en el proceso de creación y difusión que llevó al arte y la cultura napolitanos del Seiscientos a situarse en el centro del escenario Barroco europeo.
Para alcanzarlo nos moveremos en el espacio delimitado por dos conceptos organizativos: el de circulación y el de escenificación. El primero de ellos queda reflejado en la disposición de los contenidos a modo de un atlas en el que, a través de diversos mapas y planos, trataremos de identificar los principales lugares en los que se hizo visible el mecenazgo de los virreyes. El segundo, en la evocación de los diferentes ámbitos geográficos que examinaremos como escenarios en los que el drama del poder fue representado mediante recursos narrativos propios del lenguaje barroco. Nuestro punto de partida fue la participación en el proyecto ENBaCH —European Network for the Baroque Cultural Heritage—, financiado por el programa Cultura de la Unión Europea y coordinado por la profesora Renata Ago de la Università di Roma La Sapienza. Este proyecto multimedial está compuesto por un total de 136 textos redactados por 36 investigadores de distintos países. Integrando antiguos mapas con mapas modernos, queremos invitar los lectores a un viaje entre España e Italia, tras la huella de los virreyes. En 2017 ha sido publicada una versión impresa del presente trabajo por la editorial Edicions UB |
![]() Iglesia
![]() Palacios
![]() Monumento
![]() Ceremonia
![]() Obra musical
![]() Casas reales
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![]() Los maestros de ceremonias
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![]() Los jardines
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![]() La música de la Real Cappella
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![]() Un maestro de la Real Cappella: Alessandro Scarlatti
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![]() La Sala dei Viceré
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![]() La fachada principal
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![]() La Cappella Palatina
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![]() La galería
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![]() Il Palazzo Reale
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![]() La Sala Regia
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![]() La actividad teatral
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![]() La escalera monumental
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![]() Las pinturas de los salones
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![]() Los salones de representación
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![]() El proyecto de Domenico Fontana
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