La diferencia de ser mujer

Investigación y enseñanza de la historia

Área: Temas

La autoría femenina, Montserrat Cabré i Pairet.
    Documentos:
  • Crònica de Sant Pere de les Puel·les. Anónimo.

Crònica de Sant Pere de les Puel·lesflechaAnónimo.

Fragmentos
Signatura

B. Barcelona. Biblioteca de Catalunya, Ms. 152, fols. 6v-8v; 14v-16r. Finales siglo XIV.

C. Valencia. Biblioteca Universitaria, Ms. 212, fols. 7r-9v. Antes de 1418.

D. París. Bibliothèque Nationale, Ms. esp. 13. Principio siglo XV, antes de 1431.

E. Barcelona. Biblioteca de Catalunya, Ms. 487, fols. 104r-v,108rv,115r-116v. Mediados siglo XV. Copia de Joan Francesc.

F. Madrid. Biblioteca Nacional, Ms. 1814. Finales siglo XV. Versión aragonesa.

G. Barcelona. Biblioteca Universitaria, Ms.741, fols. 250v-251r. Copia ca. 1500. Versión latino-catalana de fray Esteve Rollà.

H. Vic. Museo Episcopal, Ms.225, fols.3-8. Año 1599. Copia de Jeroni Pujades.

I. Barcelona, Archivo de Sant Pere de les Puel·les, Crónicas, núm. 1. Finales siglo XVI-1610. Este texto es una copia de K.

J. Barcelona, Archivo Municipal de Historia de Barcelona. Marià Aguiló, núm. 1634. Siglo XVIII.

K. Colección privada, localización del original desconocida; se conserva un ejemplar repografiado en el Archivo de Sant Pere de les Puel·les. Siglo XV.

Transcribo de B.

Edición
La crónica no ha sido publicada íntegramente; una edición completa puede consultarse en Montserrat Cabré, El monaquisme femení a la Barcelona de l’alta edat mitjana: Sant Pere de les Puel·les, segles X-XI. Tesis de Licenciatura mecanografiada. Facultad de Geografía e Historia, Departamento de Historia Medieval, Universidad de Barcelona, 1985, vol. II, pp. 143-150.
Versión a la lengua castellana
La transcripción de algunos fragmentos de la versión aragonesa (F) puede consultarse en Montserrat Cabré, “Madruí: Genealogía femenina y práctica política”, MUÑOZ FERNÁNDEZ, Ángela, ed., La escritura femenina. De leer a escribir, II. Madrid: Al-Mudayna, 2000, pp. 61-81.
Regesto
Historia de la fundación y primeros tiempos de vida del monasterio femenino de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona, perteneciente a la orden benedictina. La crónica explica con especial vehemencia como la comunidad sufrió y gestionó una agresión masculina, en forma de razzia sarracena.
Versión

20. De cómo Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, dotó al monasterio de Sant Pere de Barcelona de mujeres monjas

Después de esto el anteriormente nombrado Luis, hijo de Carlomagno, donó la fortaleza en donde había instalado inicialmente el asedio, que estaba un poco alejada de la ciudad de Barcelona. Dotó allí un bello monasterio de mujeres monjas e hizo un altar en honor de San Pedro de Roma, porque su padre era el emperador. Las monjas tenían que servir al monasterio y también a la capilla de San Saturnino, que se encontraba cerca. Y por amor de todo ello, el dicho Luis donó a las monjas y al monasterio gran parte de terreno alrededor de la fortaleza y de aquella pequeña colina, y mucha tierra en el llano, hasta la puerta de dicha ciudad, cerca de lo que ahora es la plaza del trigo. Y cuando el dicho Luis, hijo de Carlomagno, tuvo la ciudad de Barcelona restablecida y reorganizada, y el monasterio de Sant Pere dotado, y nombradas abadesa y monjas, les dio mucha tierra de la que pudieran vivir bien. Y regresó a Francia, y cuando estuvo ante Carlomagno, le explicó la conquista que había realizado y todo aquello que había ordenado en la ciudad de Barcelona, y cómo había ahuyentado a todos los sarracenos de la tierra y la había poblado con cristianos. Y al escucharlo, Carlomagno se alegró mucho y estuvo satisfecho y contento de que su hijo Luis hiciera tan bien su trabajo. Y así Carlomagno reinó como emperador de Roma y rey de Francia 49 años y 9 meses. Y después murió, y le fue dada sepultura en el monasterio de San Dionisio, cuando era abad san Gil.

21. De la Bovària y del lugar donde estaban los bueyes y el ganado del monasterio de Sant Pere de Barcelona

Debéis saber que cerca del monasterio de Sant Pere, durante mucho tiempo, se hizo construir en medio del llano, hacia la puerta de la ciudad de Barcelona, una muy bella torre en forma de fortaleza, es decir, con casas alrededor. Y aquí tenían a los bueyes y el ganado menor, porque a menudo los sarracenos de Mallorca hacían destruir tierra santa, tomaban y capturaban a muchos cristianos, y también se llevaban el ganado. Por ello se construyó aquí esta fortaleza, para que se refugiaran aquellos que labraban en el llano y tuvieran aquí protección. Y se conocía esta torre como la Bovària de Sant Pere, porque había los bueyes del dicho monasterio. Y después de construirse dicha torre, //(fol.8v) se fue poblando, tal y como ahora se puede ver, y se le llama Bòria.

50. Cómo Borrell, conde de Barcelona, tuvo batalla con los sarracenos y murió, así como mucha otra gente, y fue tomada la ciudad de Barcelona por los sarracenos

Con firmeza, Borrell mantuvo en paz los condados de Barcelona y Urgell; tomó mujer y tuvo con ella tres hijos y una hija. El primer hijo llevaba por nombre Ramón Borrell; el segundo, Bernat, el tercero, Ermengol, y a la hija la llamaron Bonadona. Y al cabo de un tiempo vinieron hacia la ciudad de Barcelona sarracenos de Mallorca, de Tortosa, de Lleida y de toda la tierra. Y aquel año se sufrió muy duramente, debido al hambre y a la peste. Y los sarracenos de Mallorca se llevaron a la abadesa de Sant Pere, que se llamaba Madruí, junto a todas las monjas, que //(fol.15r) fueron heridas y presas juntamente con todos los documentos, libros y ropa que encontraron. Después, quemaron el monasterio, y sólo quedaron de él las paredes. Y por voluntad y ocurrencia de Dios, Borrell, conde de Barcelona, obtuvo la ayuda y el socorro de sus amigos, y todos juntos expulsaron a los sarracenos de la ciudad de Barcelona. Y los sarracenos de Mallorca se replegaron con el botín que habían tomado, y se fueron. [...]

52. De Ramón Borrell, conde de Barcelona, que hizo consagrar a su hermana abadesa del monasterio de Sant Pere

//(fol.15v) Después del padre Borrell, fue conde de Barcelona su hijo Ramón Borrell, quien hizo consagrar como abadesa de Sant Pere a su hermana, Bonadona, también hija de Borrell, y con gran honor. Y el dicho Ramón Borrell, conde de Barcelona, restituyó documentalmente el monasterio, con todas las tierras y posesiones que les había dado Luis, hijo de Carlomagno, rey de Francia y emperador de Roma, al tomar la ciudad de Barcelona y expulsar a los sarracenos, y que pudieron recordar y saber por la gente antigua. Y esto fue en el año de Nuestro Señor 976.

53. De cómo Madruí, abadesa del monasterio de Sant Pere de Barcelona, volvió de Mallorca

Ahora debéis conocer cómo volvió Madruí, la abadesa del monasterio de Sant Pere que se llevaron a Mallorca los sarracenos cuando tomaron Barcelona. Al cabo de un tiempo, sucedió que un pariente suyo la reconoció estando ella en Mallorca cautiva, y le dijo que cuando él volviera a Barcelona, secretamente, la sacaría de la isla. Madruí quedó muy satisfecha con la promesa que le hizo su pariente. Y éste, cuando tenía que volver a Barcelona, recordó lo que había prometido y pensó cómo la podría sacar sin ser acusado por el señor rey de Mallorca, y sin que esto le comportara ningún daño. Y se le ocurrió, y Dios así lo quiso, que podían ponerla en un saco de algodón y ocultarla, con tal ingenio que pudo escaparse. Y después la recogió con un barco, juntamente con otros sacos de algodón. Y cuando su señor la echó en falta, la hizo buscar por toda la tierra y no la encontró. Después, hizo registrar el barco que debía volver a Barcelona y no encontraron nada. Y también //(fol.16r) registraron las cajas de los mercaderes por si la habían puesto allí, y no encontraron nada. Y después, cogieron una asta de hierro y la clavaron por los sacos de algodón, de modo que la hirieron en cuatro o cinco lugares, y ella no dijo palabra por tal de que no la encontraran. Y como no la encontraron, los sarracenos y los guardias que vigilaban la ribera marcharon del barco. Después, aquel hombre, el pariente de Madruí, le preguntó cómo estaba, y ella respondió que estaba herida y que perdía mucha sangre. Y tan pronto como el barco salió de la isla, sacaron a Madruí del saco de algodón y la cuidaron tan bien como pudieron. Y cuando llegaron a Barcelona, la condujeron al monasterio de Sant Pere, y las mujeres del monasterio tuvieron gran júbilo, porque la dicha Madruí había sido la primera abadesa de aquel monasterio y la gente de la tierra hablaba muy bien de ella. Y Madruí, después de haber permanecido allí un día, encontró el monasterio todo cambiado y no reconoció a casi ninguna monja. Y la abadesa de Sant Pere, Bonadona, hija de Borrell, conde de Barcelona, al saber que aquella santa mujer Madruí había sido abadesa de aquel monasterio, quiso abandonarlo y cederle el cargo abacial. Pero ella no lo quiso, porque ésta era hija del conde y de honrado linaje. Y Bonadona libró a Madruí una habitación donde pudiera alojarse, y la cuidaron muy bien. Y cuando estuvo reforzada, les mostró todas las pertenencias y rentas del monasterio de Sant Pere, y al cabo de seis meses de haber llegado murió, a causa de las heridas que no habían curado bien. Y su alma la llevaron los ángeles al paraíso, y fue muy llorada por toda la gente de la tierra. Y el cuerpo de la dicha mujer reposa en la puerta de la iglesia que mira al norte, a mano izquierda según se entra en la iglesia, y su sarcófago no se permite cubrir con losa ni con arcada. Y esto se hace así por voluntad de Nuestro Señor Jesucristo, que por ella hace aquí muchos milagros y virtudes. Y esto fue en el año de Nuestro Señor 979.

Transcripción

20. Com Lodovich, fill de Carles, dotà lo monestir de Sant Pere de Barchinona de dones monges.

Puys aprés d'assò damunt dit, Lodovich, fill de Carles Maynes, donà la dita força qui era lluny I poch //(fol.8r) de la ciutat de Barchinona, ço és, llà hon ell posà lo setge primerament. E dotà aquí I bell monastir de dones monges e aquí féu altar a honor de Sant Pere de Roma, per ço com son pare n'era emperador, les quals monges deguessen servir lo dit monastir e encara la capella de Sant Sadorní qui era aquí pres. E per amor d'açò lo dit Lodovich donà a les dites monges e al monastir gran partida en gir e entorn de la força e del puget aquell e en lo pla molta terra, ço és, fins al portal de la dita ciutat prop lo qual ara és la plassa del forment. E quant lo dit Lodovich, fill de Carles Maynes, hac la dita ciutat de Barchinona partida e·stablida, e lo dit monastir de Sant Pere dotat, e feytes monges e abbadessa, els hac donada assats terra de què podien bé viure, sí se’n tornà a França. E quant fou davant son pare Carles Maynes sí li comptà la conquesta que havia feyta e tot ço que havia ordonat en la ciutat de Barchinona e com havia gitats tots los serrahïns de la terra e la havia poblada de crestians. E com Carles hoy açò, sí·n fou molt alegra e pagat e hac gran plaer com tan bé fahia ses fahenes son fill Lodovich. Adonchs Carles Maynes regnà emperador de Roma e rey de França XLIX anys e IX mesos e puys morí; lo qual fou sebollit en lo monastir de Sant Dionís. E en aquell temps era Sant Gili abbat del dit monastir.

21. De la Bovària e del loch hon staven los bous e·l bestiar del monastir de Sant Pere de Barchinona.

Devets saber que·l monastir de Sant Pere s'i féu fer per temps al mig del pla, envers lo portal de la ciutat de Barchinona, una molt bella torra en manera de força, ço és, ab cases entorn. E aquí tenien los bous e·l bestiar menut per ço com los serrahïns de Mallorcha fahien sovín destruí terra sancta aquí, e prenien e cativaven molts cristians, e encara lo bestiar que se’n menaven. E per ço fou aquí feyta la dita força, que s'i recullissen aquells qui leuraven en lo pla e haguessen aquí recobre. E dehia hom a la dita torra la Bovària de Sant Pere, per ço com hi·staven los bous del dit monastir. E quant la dita torra fou feita //(fol.8v) sí·s poblà per temps segons que hom pot ara veher e diu-li hom Bòria.

50. Com en Borrell, compte de Barchinona, hac bataylla ab serrahïns e morí e gran multitut de gents e fou presa la ciutat de Barchinona per serrahïns.

En Borrell tench lo comtat de Barchinona e d'Urgell poderosament en pau. Pres muller e hac-ne III fills e una filla. Lo primer hac nom Ramon Borrell, lo segon hac nom Bernat, el terç Ermangol e la filla hac nom na Bonadona. E a cap de temps vengren serrahïns de Mallorcha e de Tortosa e de Leyda e de tota la terra en la ciutat de Barchinona. E fou molt dura pestilència e fam en aquell any. Els dits serrahïns de Mallorcha se amanaren la abadessa de Sant Pere, la qual havia nom Madruy, ab totes les monges, qui //(fol.15r) naffrades, qui preses e totes les cartas e libres e roba e tot ço qu·y atrobaren. Puys cremaren lo monastir que no·y romàs res sinó les parets. E per enginy e per voluntat de Déu, en Borrell, comte de Barchinona damunt dit, hac ajuda e secors de sos amichs, e ahontadament gitaren los serrahins de la dita ciutat de Barchinona e los serrahïns de Mallorca se reculliren ab presa que havian feyta e se n'anaren. [...]

52. D'en Ramon Borrell, comte de Barchinona, lo qual féu consagrar la germana sua abadessa del monestir de Sant Pere.

//(fol.15v) Aprés del pare en Borrell, son fill en Ramon Borrell fou comte de Barchinona, lo qual féu consagrar la sua germana, filla del damunt dit Borrell, abadessa de Sant Pere ab gran honor, la qual havia nom na Bonadona. E lo dit Ramon Borrell comte de Barchinona los conformà ab cartas totas las terres e possessions, de les qual los membrà ne pogren saber per gents antigues, les quals los havia donades Lodovich, fill de Carles Maynes, rey de França e emperador de Roma, quant pres la dita ciutat de Barchinona e la tolch a serrahïns. E açò fou en l'any de Nostre Senyor DCCCCLXXVI.

53. Com na Madruy, abadessa del monestir de Sant Pere de Barchinona, vench de Mallorcha.

Ara devets saber que com na Madruy, abadessa del monastir de Sant Pere, la qual se n'amanaren a Mallorcha los damunt dits serrahïns quant preseren Barchinona. Esdevench-se a cap de temps que un seu parent la conech estant ella en Mallorcha cativa, e dix-li que quant ell se’n tornaria en Barchinona, que tot secretament li·n trauria. La qual Madruy ne fuy fort pagada de la prometença que aquell seu parent li hac feyta. E lo dit parent de na Madruy, quant se’n dech passar en Barchinona, membrà-li la prometença que li havia feyta e pensàs en si mateix com l'en gitaria perquè no fos blasmat de la senyoria del rey de Mallorques ne li·n vengués dampnatge. E vench-li·n en cor e Deus qui·u volch e mes-la en una sacha de cotó e féu enginsà, e tant ginyosament que ella pogué d’enar. E puys recullí-la ab leny ab d'altres saques de cotó. E quant son senyor la atrobà menys, féu-la cercar per tota la terra e no la atrobà. Aprés féu·scorcollar lo dit leny qui se’n devia venir en Barchinona e no·y trobaren res. E noresmenys //(fol.16r) sí·scorcollaren les caxas dels mercaders, sí la havien mesa aquí, e no·y trobaren res. E puys hagueren I aster de ferro e per les dites saques de cotó lo messeren sí que la naffraren en IIII o en V lochs de la sua persona, e ella no sonà mot per ço no fos atrobada. E los dits serrahïns ab les gardes qui guardaven la ribera, com no la atrobaren, exiren-se del leny. Enaprés aquell bon hom parent de na Madruy demanà-li com stave e ella respòs que era naffrada e perdia molta sanch. E·l dit leny encontinent que foren fora la ylla, tragueren la dita dona na Madruy de la sacha de cotó, e pensaren-ne alò mils que pogren. E quant foren en Barchinona amanaren-la al monestir de Sant Pere e les dones del monestir hagren-ne gran goig, per ço com la dita Madruy fou la primera abadesa d'aquell monastir e les gents de la terra qui·n dehyen gran bé. E la dita Madruy, com hac estat un jorn aquí, viu tot lo monastir cambiat e no·y conech quaix naguna monge. E la dita filla d'en Borrell, comte de Barchinona, na Bonadona, abadessa del dit monastir de Sant Pere, quant sabé que aquella sancta dona na Madruy era estada abadessa d'aquell monastir, ella·s volch deposar que no fos abadessa, mas que·u fos la dita dona na Madruy, mas ella no·u volch pendre com aquella era filla de comte e d'onrat linatge. Perquè la dita na Bonadona liurà una cambra a la dita na Madruy la qual estech aquí, e pensaren-ne molt bé. E quant fou reforçada, mostrà·ls totes les pertinències e les rendes qui eren del dit monastir de Sant Pere e a cap de VI meses quant ella fou venguda, per les dites naffres qui no eren ben curades, morí. E la sua ànima portaren àngels en paradís, la qual fou molt planta de totes les gents de la terra. Lo qual cors de la dita dona jau a la porta de la església qui guarda vers tramuntana, a mà sinestra com hom entra en la església, e lo seu vas no·s lexa cobrir ab pedra ne ab volta. E assò·s fa per volentat de Nostre Senyor Ihesuchrist qui aquí fa molts miracles e virtuts per ella. E assò fou l'any de Nostre Senyor DCCCCLXXIX.

Temas: La autoría femenina

Autoras

Montserrat Cabré i Pairet
Montserrat Cabré i Pairet

Nacida en L’Hospitalet de Llobregat en 1962, es doctora en historia medieval por la Universidad de Barcelona. Su investigación se ha dirigido siempre a los temas de historia de las mujeres, especialmente los relacionados con la historia de la medicina, de la ciencia y de la cultura, así como el monacato femenino medieval. Desde 1986 ha colaborado en la gestión y la investigación de Duoda, de donde ha sido también alumna y profesora. Actualmente es profesora de historia de la ciencia en la Universidad de Cantabria, donde ha fundado el Aula Interdisciplinar Isabel Torres de Estudios de las Mujeres y del Género.

Introducción: ¿Quién es una autora?

¿Quién es una autora? Aparentemente, es una pregunta fácil de responder: una autora, o un autor, es quien ha escrito un texto. Pero la cuestión puede complicarse un poco si tenemos en cuenta, por ejemplo, que quien escribe un texto no ha pensado, necesariamente, las palabras que utiliza, y quizás simplemente transcribe aquello que ha escuchado decir a otros, poniendo o no palabras de su cosecha. Hay pues quien escribe textos que una u otra le dictan; fiel, o no, a aquello que le es dicho. Otros, copian tranquilamente textos escritos por otra mano, diciéndolo o sin decirlo. En el caso de no hacerlo, hoy pensamos que cometen plagio, que mienten al atribuirse lo que una u otro han escrito antes. Y si lo dicen, consideramos que su función ha sido la de compilar, dar a conocer o difundir mediante un texto saberes y pensamientos de otras, unidos y ordenados, quizás, de otro modo; una función que puede llegar a ser bastante importante y original. También hay personas que producen textos que usurpan saberes pensados o elaborados por otras, pero que no habían sido nunca escritos antes. La autoría, pues, está relacionada con la elaboración de textos, pero es un concepto muy rico en matices. Una autora, o un autor, puede ser alguien que nunca ha escrito directamente nada, pero que ha hecho que otra persona pusiera por escrito aquello pensado por ella.

La autoridad y la autoría individual

Hoy, la autoría de textos es una forma privilegiada de reconocimiento de la capacidad de alguien de inscribir en el mundo aquello que se considera significativo o nuevo. Habitualmente, se considera que esta es una capacidad individual, atribuida o idealmente atribuible a una persona que, con su sexo y su nombre, es considerada origen de los saberes, pensamientos, representaciones y sentimientos que en un texto se plasman en palabra escrita. A menudo, se interpreta que la atribución individual de autoría de un texto dota de autoridad a su autor o autora, reconocida entonces como causa u origen de un texto. Es decir: un texto firmado con un nombre, da autoridad a aquella persona. Es precisamente por esto que la historiografía de las mujeres ha dedicado tantos y tantos esfuerzos a la recuperación de autoras individuales de textos, en un intento por restituir autoridad a las mujeres. Restituirla, porque en muchas ocasiones había sido previamente usurpada: son muchos los casos en los cuales se ha intentado negar que una u otra mujer hubiera escrito un texto, especialmente si éste era reconocido como importante. Tal y como dice Luce Irigaray, las culturas patriarcales se fundamentan simbólicamente en el asesinato de la madre, de aquí el valor político de afirmar la genealogía materna. La historiografía de las mujeres ha querido hacer visible la autoridad femenina mediante el reconocimiento a las mujeres de haber sido productoras de textos, de haber sido autoras.

La autoría en la edad media

En la edad media, la autoría individual no era valorada en la misma medida en la que lo ha sido en las sociedades modernas. Es por ello que comprender cómo, en la edad media, se producían los mecanismos que llevaban a la inscripción de significado en textos, nos ayuda a recorrer la complejidad y la riqueza de matices del concepto de autoría de hoy en día. De hecho, en la edad media, la cuestión de la autoridad y la autoría funcionaba al revés que en el mundo moderno: era el reconocimiento de autoridad el que creaba la autoría, en un proceso en el cual el origen y/o la fuente del saber podía estar completamente ausente de la propia producción del texto. Así, conocemos el pensamiento sutil y complejo de algunos intelectuales a través de los apuntes que sus estudiantes tomaban escuchando sus lecciones en las aulas universitarias. Y sobretodo tenemos el gran ejemplo de los Evangelios: el texto del saber por excelencia, un texto del que Jesús está ausente como autor, aunque es su autoridad, previamente reconocida, la que genera su escritura. Una escritura que resulta de la medicación hecha por alguien a quien se le reconoce autoridad como testigo narrador de algo atribuible a otra persona. A menudo, también, en los textos medievales se nos presentan sin nombre, sin atribución de autoría, es decir, no los firmaba su autora o autor, y quien después los copiaba, no necesariamente registraba quién estaba en el origen de su elaboración. Este anonimato, no parece que desautorizara los textos medievales; la autoridad de un texto sin firma y sin atribución de autoría, no menguaba para quien entonces lo escuchaba o leía.

La autoría en relación

En la edad media, la importancia de la relación en la autoría es muy visible.

No sólo las matrocinadoras o las relaciones de patronazgo tenían una función directa importantísima en la producción de textos. También otras características de la cultura medieval hacían que la relación tuviera una importancia fundamental en el proceso de escritura. Especialmente dos. En primer lugar, el hecho de que se tratara de una cultura manuscrita, una cultura en la cual, por lo tanto, los textos quedaban abiertos a la intervención silenciosa de editoras y copistas, de modo que era difícil la fijación de un texto escrito por parte de su autora o autor. Por otra parte, la medieval era una cultura en la cual la oralidad jugaba un papel fundamental no sólo en la transmisión de textos sino, propiamente, en su génesis. Los muchos textos dialogados o en forma de diálogo que se conservan (de entre ellos, La ciudad de las damas, de Cristina de Pizan) son muestra explícita de la importancia de la relación en el proceso de elaboración de un texto. Reconocer la acción autorizadora del otro no implica, necesariamente, la negación del propio yo: Cristina de Pizan escribe en primera persona, pero su escritura es representada como una incitación y como un producto de relaciones que la autorizan. Un yo que también puede ser reconocido como tal a través del reconocimiento de autoridad de la otra: es Aldonça de Montsoriu, la editora de la Vita Christi de Isabel de Villena, quien pone por escrito la autoría de Isabel, que parece que no firmó su texto. De este modo, la hace literalmente autora, aunque las compañeras de la comunidad y primeras destinatarias del texto, muy probablemente siempre habían sabido que Isabel era la autora.

La autoría colectiva y la voluntad de memoria propia: La Crònica de Sant Pere de les Puel·les

La Crònica de Sant Pere de les Puel·les es un relato redactado en catalán probablemente a finales del siglo XIII, aunque las versiones que conocemos hoy son de la segunda mitad del siglo XIV. Explica una supuesta fundación carolingia del monasterio y los efectos que tuvo en la vida monástica la razzia de al-Mansur, una razzia que hoy sabemos que se produjo el 985, aunque las fechas que ofrece la crónica son otras y no podemos darles credibilidad histórica. Según el relato, la agresión destruyó la vida comunitaria e hicieron prisionera a la abadesa Madruí, que vivió como esclava en Mallorca, hasta que escapa con la ayuda de un pariente, librándose heroicamente de la esclavitud. Su acto de libertad consiste en volver al monasterio, donde encuentra una comunidad acogedora, que funciona y con una nueva abadesa; poco después de llegar, la crónica la hace morir. Su retorno libera el monasterio de una esclavitud simbólica: la de vivir en una historia, en un hilo de sentido, roto por la agresión masculina. Su retorno restituye al monasterio un tiempo y una genealogía propia, que de este modo es circunstancialmente interrumpida pero no usurpada.

La Crònica de Sant Pere de les Puel·les debió ser originalmente compuesta oralmente por las monjas del monasterio de manera colectiva, en relación de reconocimiento de la autoridad de la voz de la otra, en un diálogo que lleva a la elaboración de una memoria común. Y esto, independientemente de quién escribió las versiones que hoy conocemos. Su escritura deriva de la voluntad del monasterio de reconocer la autoridad femenina, y de la capacidad de preservarla significante en el mundo.

Indicaciones didácticas

La historia de la composición del texto de la Crònica de Sant Pere de les Puel·les permite reflexionar en el aula sobre cómo la acción de las mujeres, aquello que ellas han querido inscribir en el mundo, a menudo no responde a las fórmulas y definiciones modernas basadas en la individualidad. El eslogan “Lo anónimo es femenino” se hace realidad muy concreta en este ejemplo, un ejemplo que permite, de un modo más general, reflexionar sobre la necesidad de dar valor a todo aquello que tiene sentido aunque no tenga nombre.

En el contexto del aula, la elaboración de una historia a través del diálogo entre las y los integrantes del grupo, puede convertirse en una práctica de autoría colectiva, hecha conscientemente y en primera persona.

Un paseo por las calles del barrio de Sant Pere de Barcelona, posterior a la lectura de los fragmentos de la crónica y plano en mano, puede ayudar a reflexionar, con el ejemplo del monaquismo, sobre la capacidad histórica de intervención en el mundo de proyectos estrictamente femeninos, además de constituir una clase práctica de historia urbana.

Bibliografía: La autoría femenina
Sobre la autoría femenina
  • (BRATSCH-PRINCE, Dawn; PIERA, Montserrat, eds.), Critical Cluster: Bringing Iberian Women Writers into the Canon". La coronica, 32.1 (Otoño 2003), pp. 7-184.
  • CABRÉ, Montserrat, "Autoras sin nombre, autoridad femenina (siglo XIII)". (GRAÑA CID, María del Mar, ed.) Las sabias mujeres, II (siglos III-XVI). Homenaje a Lola Luna. Madrid, Asociación Cultural Al-Mudayna, 1995, pp. 59-73.
  • CABRÉ, Montserrat, "Medieval Women’s Writing in Catalan: Textual Inscriptions of Feminine Authority". La coronica, 32.1 (Otoño 2003), pp. 23-42.
  • EZELL, Margaret, Writing Women’s Literary History. Baltimore y Londres, The John Hopkins University Press, 1993.
  • IRIGARAY, Luce, "Le mystère oublié des généalogies féminines", en eadem, Le temps de la différence. París, éditions de Minuit, 1989, pp. 103-123.
  • (MUÑOZ FERNÁNDEZ, Ángela, ed.) La escritura femenina. De leer a escribir, II. Madrid, Al-Mudayna, 2000.
  • MURARO, Luisa, "Autoridad y autoría". (Ana I. Cerrada y Cristina Segura, eds.) Las mujeres y el poder. Representaciones y prácticas de vida. Madrid, Al-Mudayna-AEIHM, 2000, pp. 9-20.
  • RIVERA GARRETAS, María-Milagros, Textos y espacios de mujeres. Barcelona, Icaria, 1990.
  • RIVERA GARRETAS, María-Milagros, Nombrar el mundo en femenino.Pensamiento de las mujeres y teoría feminista. Barcelona, Icaria, 1994.
  • ROBERTS, Josephine, "The Phallacies of Authorship: Reconstructing the Texts of Early Modern Women Writers". (Susan D. Amussen y Adele Seef, eds.) Attending to Early Modern Women. Newark, University of Delaware Press; Londres, Associated University Presses, 1998, pp. 38-53.
  • (SEGURA GRAIÑO, Cristina, ed.) De leer a escribir, I. La educación de las mujeres: ¿libertad o subordinación? Madrid, Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense de Madrid, 1996.
  • (ZAVALA, Iris M. Coord.), Breve historia feminista de la literatura española (en lengua catalana, gallega y vasca). Vol. VI, Barcelona, Anthropos, 2000.
Sobre la crónica de Sant Pere de les Puel·les
  • CABRÉ, Montserrat, El monaquisme femení a la Barcelona de l’alta edat mitjana: Sant Pere de les Puel·les, segles X-XI. Tesis de licenciatura mecanografiada. Facultat de Geografia i Història, Departament d’Història Medieval, Universidad de Barcelona, 1985, 2 vols.
  • CABRÉ, Montserrat, "Madruí: Genealogía femenina y práctica política". (MUÑOZ FERNÁNDEZ, Ángela, ed.) La escritura femenina. De leer a escribir, II. Madrid, Al-Mudayna, 2000.
  • COLL I ALENTORN, Miquel, "La crònica de Sant Pere de les Puel·les". II Col·loqui d'història del monaquisme català, Santes Creus, 1966. Santes Creus, 1967, vol. II, pp. 35-50. [Reeditado en Obres de Miquel Coll i Alentorn. I. Historiografia, Barcelona, 1993, pp. 99-111.]
  • (DURAN, Eulàlia, dir.) Repertori de manuscrits catalans (1474-1620). Volum III. Barcelona, Institut Joan Lluís Vives-Institut d’Estudis Catalans, 2003, pp. 377-380.
Sobre proyectos de mujeres en el barrio de Sant Pere de Barcelona
  • CABRÉ I PAIRET, Montserrat, El monaquisme femení a la Barcelona de l’alta edat mitjana: Sant Pere de les Puel·les, segles X-XI. Tesis de licenciatura mecanografiada. Facultat de Geografia i Història, Departament d’Història Medieval, Universidad de Barcelona, 1985, 2 vols.
  • CABRÉ I PAIRET, Montserrat, "Les monges de Sant Pere de les Puel·les, propietàries al Pla de Barcelona". Història urbana de Barcelona. Volum I. Actes del Congrés d'Història del Pla de Barcelona celebrat a l'Institut Municipal d'Història els dies 6 i 7 de desembre de 1.985. Barcelona, Ajuntament de Barcelona-Institut Municipal d'Història, 1989, pp. 37-44.
  • CABRÉ I PAIRET, Montserrat, "Sant Pere de les Puel·les". Catalunya Romànica vol. XX. Barcelona, Fundació Enciclopèdia Catalana, 1992, pp. 204-209.
  • CABRÉ I PAIRET, Montserrat, "La dedicación de las mujeres a la vida religiosa y el desarrollo del sistema de géneros feudal en los condados catalanes, siglos IX-XI". Arenal. Revista de Historia de las Mujeres 1-2 (julio-diciembre 1994), pp.185-208.
  • Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison. http://www.diba.es/francescabonnemaison/
  • MACIÀ I ENCARNACIÓN, Elisenda, "L’Institut de Cultura: Un model de promoció cultural per a la dona catalana". L’Avenç, 112 (febrero 1988), pp.18-20.
  • SEGURA SORIANO, Isabel, Guia de dones de Barcelona. Barcelona, Ajuntament de Barcelona, 1995.

    Notas al texto

      © 2004-2008 Duoda, Centre de Recerca de Dones. Universitat de Barcelona. Todos los derechos reservados. Créditos. Nota legal.