Will Kymlicka


"Como he señalado anteriormente, en los últimos treinta años los grupos inmigrantes han logrado poner en entredicho la «angloconformidad», modelo que daba por supuesto que los inmigrantes deberían abandonar todos los aspectos de su herencia étnica y asimilarse a las normas y costumbres culturales existentes. Al principio, este desafío consistió simplemente en exigir el derecho a expresar libremente sus particularidades sin temor a prejuicios o a discriminaciones por parte de la sociedad global de la que forman parte. Como señala Walzer, se exigía que «la politica se separase de la nacionalidad, como ya se había separado de la religión».

Pero las exigencias de los grupos étnicos se extendieron a diversos e importantes ámbitos. Quedó claro que se necesitaban medidas enérgicas para erradicar las discriminaciones y los prejuicios, especialmente contra las minorías visibles. Por esta razón, en Canadá y en Australia las medidas antirracistas se consideran parte de la política «multicultural», al igual que los cambios en el currículum educativo encaminados a explicar la historia y la contribución específica de cada una de las minorías. Sin embargo, estas políticas están básicamente dirigidas a asegurar el ejercicio efectivo de los derechos comunes de ciudadanía y, por tanto, no merecen verdaderamente el calificativo de derechos de ciudadanía diferenciados en función del grupo.

Algunos grupos étnicos y minorías religiosas también han reivindicado diversas formas de subvención pública de sus prácticas culturales, una reivindicación que incluye la subvención de asociaciones, revistas y festivales étnicos. Habida cuenta de que la mayoría de Estados liberales subvencionan las artes y los museos para preservar la riqueza y la diversidad de nuestros recursos culturales, puede considerarse que financiar estudios y asociaciones étnicas pertenece al mismo apartado. De hecho, algunas personas defienden dichas subvenciones como una simple forma de asegurar que la financiación estatal de las artes y de la cultura no discrimine a los grupos étnicos. Algunas personas creen que los organismos que vehiculan las subvenciones públicas se han inclinado tradicionalmente en favor de las formas de expresión cultural de origen europeo y que los programas dirigidos a los grupos étnicos corrigen esta desviación. Otra reivindicación conexa exige que las escuelas impartan docencia en la lengua de los inmigrantes."

  • Kymlicka, Will: Ciudadanía Multicultural. Una teoría liberal de los derechos de las minorías. Paidós, Barcelona 1996. P. 52.