El Modelo Libertario
El libertarismo es una corriente política contemporánea que hunde sus raíces en
la tradición del individualismo político del siglo XVII, tradición iniciada por
el movimiento de los Levellers y más tarde por John Locke y que es desarrollada
posteriormente, a lo largo del siglo XIX, por autores como Herbert Spencer y Lynsander
Spooner. El liberalismo y la tradición libertaria, principalmente la de E.E.U.U.,
mantienen coincidencias inevitables. Los libertarios han sido considerados como
los liberales radicales o extremistas. Los libertarios mantienen los valores liberales
clásicos: individualismo, libertad económica y defensa del mercado, como mejor
orden para la asignación de recursos y la concepción de Estado policía. Valores
que se sustentan en la utilidad y los derechos naturales.
La separación entre el liberalismo y el libertarismo empieza cuando este último
abandona algunas de sus cláusulas individualistas por nuevas ideas socializantes
o por un aumento de las atribuciones del Estado. Que, a la larga, llevará a una
insistencia en las libertades positivas. El libertarismo combinará una idea socializante
de la comunidad, que se manifestará con una preocupación por la justicia social,
con el laissez faire en el terreno económico. Desde los años cuarenta, el libertarismo
ha dirigido sus simpatías hacia la escuela austríaca, con pensadores como Friedrich
von Hayek, que desarrollan y profundizan las bases teóricas del llamado individualismo
metodológico: el único modo de entender los fenómenos sociales es a través de
la comprensión de las acciones individuales.