El Modelo Liberal


El modelo liberal entiende la ciudadanía como un estatus que confiere unos derechos. El individuo es visto como portador de derechos, pero no de deberes. La libertad del liberalismo es comprendida como una libertad negativa; derechos y deberes incluidos en una comunidad política entendida desde una visión instrumentalista. Es el lugar donde el individuo tiene la posibilidad de desarrollar sus capacidades.

Corresponde al Estado garantizar la libertad de los individuos sin la interferencia de terceros (el Estado también queda incluido en esta no interferencia). Esta neutralidad del Estado nace de un compromiso político, según el cual la justicia es prioritaria respecto al bien.

El liberalismo defiende una igualdad entre todos los individuos, pero esta igualdad no es real, sino una igualdad como punto de partida: todos los individuos tienen una igualdad de oportunidades, lo que quiere decir que nadie puede ser discriminado (en teoría) por motivos de sexo, religión o cualquier otro tipo de creencias o particularidades personales.

A diferencia de los otros dos modelos (comunitarismo y republicanismo) que creen que los vínculos entre individuo y sociedad son fundamentales para el desarrollo del individuo, el modelo liberal cree en un individuo suficientemente autónomo como para desarrollar, por sí mismo, al margen de la sociedad, una concepción de lo bueno.


John Rawls
Richard D. Rorty
Joseph Raz
Ronald Dworkin



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