Poligamia.

Aunque por razones socioeconómicas la poligamia tiende a desaparecer, el derecho marroquí aún autoriza al marido a tomar hasta cuatro esposas, siempre y cuando todas sean tratadas con equidad y justicia. Desde la reforma de 1993 se ha intentado reglamentar esta poligamia para poder limitarla en beneficio de la mujer: la primera mujer debe ser informada de la intención de su marido de contraer un segundo matrimonio, así se puede negar a admitir esta poligamia ya sea estipulando una cláusula, en el caso que haya sido prevista en su acta matrimonial, para pedir la nulidad del matrimonio, o haciendo una petición de divorcio al juez. En el último caso, el nuevo casamiento no es causa de divorcio y la mujer debe aportar la prueba por la cual este matrimonio le supone prejuicios, hecho difícil de probar.

También la segunda mujer debe ser advertida que su futuro cónyuge ya está casado.

Un punto importante a señalar, es que tanto la primera como la segunda esposa, en caso de infracción de estas reglas, no tienen otra opción que la demanda de divorcio.

 

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