Vinculación de los grupos de mujeres con el movimiento obrero.

En los primeros 50 el movimiento obrero mostró síntomas de recuperación, con su más temprano ejemplo en la huelga general de Barcelona de 1951. Durante los años 1951-52 hubo un acercamiento de las mujeres al obrerismo, reclamando, con los preámbulos de la liberalización económica de mediados de la década: mejores condiciones de vida, la amnistía de los presos y un Tratado de Paz entre la potencias nucleares (propuesta de la FDIM), y la condena de la alianza del gobierno franquista con los EE.UU.

Las primeras reivindicaciones de contenido específicamente femenino no se dan hasta 1953. La vuelta a la escena pública de la Asociación Española de Mujeres Universitarias, con su apoyo a la reubicación laboral y universitaria femenina posibilita que, el 8 de marzo de 1954, la Unió de Dones de Catalunya (UDC) y la UMAE llamen a la amnistía de presos (por movilización obrera), a la igualdad de salarios, a condenar la unión entre el franquismo y EE.UU. como culpables del paro y los salarios bajos. En 1955 la UMAE y otros grupos se incorporan a la protesta internacional contra la guerra nuclear.

La economía industrial del franquismo contaba en 1956 con 1'5 millones de mujeres en fábricas, una mano de obra barata de suplemento y un elemento que erosionaba la legitimidad ideológica del régimen, en este 1956 las finanzas del gobierno hacen bancarrota, obligando a un cambio ministerial en 1957. El 8 de marzo de 1957 UMAE y UDC manifiestan en un comunicado a la población que la situación de la mujer trabajadora es insostenible por la carencia de libertad que da la legislación. En el mismo año hay movilizaciones obreras en la cuenca del Nalón (Asturias), contando con la solidaridad de las mujeres de los mineros y de los grupos de movilización femenina.

Sobre el 1958 los grupos de mujeres se hacen más heterogéneos y pugnan por entrar en todos los sectores sociales. Con la propuesta del PCE de Jornada de Reconciliación Nacional las mujeres comunistas - mayoritarias en los grupos de movilización femenina - se acercaron a las amas de casa, a las mujeres del movimiento obrero católico, a las jornaleras del campo, y a mujeres de todas las ideologías, en consonancia con las intenciones del PCE de contactar con todos los partidos de la oposición. El 18 de junio de 1959 se dio la "huelga nacional pacífica", apoyada por el PCE, incorporándose estudiantes socialistas, de Acción Democrática,…En diciembre aparece la publicación Nosotras, vinculada al movimiento obrero.

La cada vez más insistente presencia de las mujeres en el trabajo industrial las empujó a reconocerse con la lucha de los trabajadores al inicio de los 60. Pero la lucha se irá canalizando por la nueva oposición al franquismo, los sindicatos CC.OO, HOAC y JOC: el PCE se ha alejado de sus objetivos revolucionarios siendo relevado por grupos políticos de izquierda como el FLP , PSI y otros grupos de izquierda radical y en el ámbito nacionalista ETA. En Madrid se crearon Asociaciones de Amas de Casa y en Barcelona vocalías de Asociaciones de Vecinos, luchando por mejorar las insalubres condiciones de vida de los recientes barrios periféricos de las grandes ciudades, fruto del crecimiento industrial. A partir de estos grupos y a propuesta de la revista Nosotras se crearon comités de barrio desde 1960.

La campaña de amnistía de presos del FDIM llegaba en estos momentos a instancias del papa Juan XXIII. En 1961, en Burgos, acabará reuniéndose el Consejo de Ministros y decidirán un indulto reducido a algunos de los 683 presos políticos.

En la huelga de mineros de Asturias de 1962 (la huelga llegó a Teruel y León), apoyado por la HOAC, HOACH, JOC y JOCF se defiende el derecho de asociación y un salario justo, las mujeres organizan manifestaciones y piquetes y el FDIM se solidariza. En el mismo año, en Francia, la UME hace en Francia un llamamiento para crear una organización amplia de mujeres que recoja grupos de Mallorca, de Puerto Llano, de Ciudad Real, de Málaga, Sevilla , Valencia, Murcia, Barcelona (el grupo Iniciativa) y Madrid (con el grupo Unión de Mujeres), esta iniciativa no fructifica. A mediados de julio de 1963 se produce otra gran huelga en Asturias, con una fuerte represión y en septiembre 102 intelectuales dirigen una carta de protesta al gobierno, el entonces ministro M.Fraga justifica los hechos El gobierno llevará a cabo una campaña de prensa contra los firmantes.

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