Continuación del proyecto asimilicionista.

El periodo comprendido entre 1812 y 1936 se caracteriza por la igualdad de la comunidad gitana en relación con la mayoría paya. Pero es una igualdad que no se da en la práctica; el Estado es incapaz de asegurar la igualdad social de hecho, y ofrece su apoyo a la construcción de una estructura económica que asegura esta desigualdad.

La acción política en los años 50 de nuestro siglo continuó actuando a veces con la represión y otras veces con la vigilancia. El Estado gana una enorme capacidad de control y de represión y la sociedad civil se va organizando en corporaciones y asociaciones ligadas al poder. Durante la postguerra, los gitanos volvieron a reanudar las actividades económicas que mejor se ajustaban a sus condiciones: la trata de ganado, la venta ambulante, la chatarrería.;alternándolas con la actividad de jornalero del campo o el peonaje. Los gitanos, en estos momentos, debían competir con otros pobres, que eran payos. En esta situación, quedaron relegados y tenían que vender los productos menos rentables en los lugares de más riesgo.

Los gitanos continuaron estableciéndose en pueblos y ciudades en pequeños grupos de parientes. El asentamiento se realizaba a partir de la familia extensa, normalmente de pocos miembros; y en ocasiones también a través de algunas familias nucleares, unidas a otras familias nucleares o extensas por afinidad o parentesco. Si los recursos disponibles eran mínimamente abundantes, lo más normal era avisar a los otros hermanos o a los padres para avisarles de esta abundancia. Se mantenían las familias nucleares bajo techo diferente pero viviendo, produciendo, repartiendo entre los miembros de la gran familia, que mantenían una estrecha vinculación. Cuando grupos diferentes sin vínculos de parentesco se encontraban en el mismo sitio, lo cual se temía y se evitaba, el asentamiento había estado forzado. Para evitar enfrentamientos, se interponían algunas barreras: viviendas de los payos, carreteras, etc.

Desde los años 70 hasta la actualidad la comunidad gitana se ha ido configurando a través de unos rasgos característicos: la autoridad masculina, la preferencia por el matrimonio entre parientes de la misma comunidad, la tendencia de las mujeres al abandono del hogar después del matrimonio y marcharse con el marido cerca de sus suegros y cuñados, la virginidad, la fidelidad, la autoridad de los hombres ancianos... Estos son algunos de los rasgos que definen a la comunidad gitana y que perduran hoy en día. A continuación vamos a comentar con detalle la sociedad gitana.


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