1890's: Jim Crow y Black Codes.

"Desde su recuperación del poder los conservadores extremistas se dedicaron a prohibir todo contacto material con los negros (...) en virtud de la ley, era preciso que fueran mantenidos en condición inferior. Todo cambiaba en el momento en que el estatuto servil era abolido: había que mantener a toda costa las dos razas separadas, aunque en virtud de principios hipócritas fuesen iguales.

En la mayor parte de los Estados ex-Confederados se promulgaron conocidas leyes bajo la expresión de leyes Jim Crow; Jim Crow era la denominación popular y peyorativa para designar al negro.

A imitación de Tenessee, todo matrimonio entre gentes de razas diferentes fue prohibido en los estados del Sur y las relaciones sexuales motivaron diversas penas. Negros y blancos fueron separados en las estaciones, los embarcaderos, los ferrocarriles y en todos los medios de transportes públicos. Le siguió enseguida la prohibición de toda cohabitación en lugares públicos: hoteles, restaurantes, teatros, peluquerías, iglesias o lugares de culto y cabinas telefónicas. Algunos Estados llegaron hasta prohibir el entierro de los muertos de distinta raza en un mismo cementerio. En las ciudades, los negros no pudieron instalarse en los barrios ya habitados por blancos y fueron obligados a alojarse lejos de su lugar de trabajo, en condiciones miserables. Ante los tribunales, negros y blancos debían jurar en Biblias distintas. Por último, las leyes de los Estados prescribieron en todas partes la separación obligatoria de los escolares e hicieron necesaria la construcción de un doble sistema escolar. El negro estaba condenado a vivir en un ghetto ".

Woodward cree que " la segregación no es la consecuencia obligatoria de la abolición de la esclavitud y de los prejuicios racistas de los blancos. A pesar de algunas prohibiciones precoces, las medidas esenciales datan todas de últimos de siglo (...) según él hubo un cierto acercamiento entre blancos y negros en los Estados del Sur, a pesar de linchamientos y los negros habían tenido un papel en la vida política sin que los blancos se sintieran excitados, y sin que hubiera sido necesario tomar medidas de separación (...) la capitulación ante el racismo no se generalizó hasta después de 1900 (...) los nordistas se desinteresaron de los negros del Sur y los líderes pupulistas como Tom Watson y Hoke Smith, decepcionados del débil apoyo que les daba la población de color (...) se hicieron apóstoles del racismo ".



FOHLEN, Claude. Los Negros en Estados Unidos. Vilassar de mar-Barcelona, Oikos-Tau, 1973, p.34.


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