Informe intermedio de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones sobre la aplicación del programa de acción comunitario a medio plazo para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres (1996-2000)

 

PREFACIO

He aquí el informe provisional de la Comisión sobre la aplicación del programa de acción comunitario a medio plazo para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres (1996-2000), adoptado por el Consejo el 22 de diciembre de 1995.

En él se presenta una sinopsis de lo realizado durante la primera mitad del programa. Se describen las características principales del programa, su organización y su gestión. También se exponen las actividades del programa en relación con los seis objetivos establecidos en la Decisión del Consejo (alcanzar la integración de la igualdad de oportunidades en el conjunto de las políticas, movilizar a todos los agentes para lograr la igualdad, promover la igualdad en una economía cambiante, conciliar el trabajo y la vida de familia, promover el equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones y crear las condiciones óptimas para el ejercicio de la igualdad de derechos). Tras sólo dos años y medio de actividad del proyecto, son considerables los resultados del trabajo en red y de la investigación específica.

La Comunidad ha sido en los últimos veinte años una fuerza motriz para la mejora de la situación de la mujer en la sociedad europea. Los tres primeros programas comunitarios sobre igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres (de 1982 a 1985, de 1986 a 1990 y de 1991 a 1995) desempeñaron un papel importante para la mejora de la situación de la mujer y para promover la cooperación a todos los niveles. El presente programa se diseñó a partir de la experiencia de los programas comunitarios anteriores, con la aspiración de reaccionar a nuevas ideas, demandas y retos.

En el lapso de tiempo cubierto por el programa han tenido lugar importantes cambios a escala europea: se ha redactado el nuevo Tratado de Amsterdam; el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo se ha incluido en el núcleo de la estrategia europea de empleo; se está avanzando en el proceso de “transversalidad” (integración de la dimensión de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todas las políticas y acciones). El programa, pese a sus limitados recursos, ha contribuido a esta evolución, al tiempo que ha puesto de manifiesto el potencial que generan. Tengo para mí que este potencial se habrá realizado plenamente al finalizar el programa, en beneficio de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en Europa.

Pádraig Flynn

RESUMEN

El Consejo aprobó en diciembre de 1995 el programa de acción comunitario a medio plazo para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres (1996-2000). Se diseñó a partir de la experiencia de los programas comunitarios anteriores sobre igualdad de oportunidades, con la aspiración no sólo de consolidar actividades previas sino también de reaccionar a nuevas ideas, demandas y retos. Muchos de estos desafíos se habían articulado en la cuarta Conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre la mujer, celebrada en Pekín en septiembre de 1995.

Con el presente informe provisional se cumple la obligación de la Comisión, establecida por Decisión del Consejo, de presentar un estudio intermedio sobre la aplicación del programa. La Decisión del Consejo establece los seis objetivos políticos del programa (alcanzar la integración de la igualdad de oportunidades en el conjunto de las políticas, movilizar a todos los agentes para lograr la igualdad, promover la igualdad en una economía cambiante, conciliar el trabajo y la vida de familia, promover el equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones y crear las condiciones óptimas para el ejercicio de la igualdad de derechos) y describe el tipo de acciones comunitarias y mecanismos favorables para lograr esos objetivos. El contenido del presente informe tiene la siguiente estructura: la sección I describe las características básicas del programa, su organización y su gestión. La sección II.1 presenta los resultados del programa en relación con los seis objetivos políticos resumidos en la Decisión. La sección II.2 ilustra la importancia y la contribución del programa a los progresos y las políticas a escala comunitaria.

Junto con los seis objetivos principales figuran las estrategias puestas a prueba durante la aplicación del programa: innovación, partenariado y transferencia de buena práctica. Estas estrategias se han convertido en una necesidad para una acción eficaz que contribuya al logro de los objetivos políticos y al aumento del aprendizaje organizativo para los equipos que trabajan en proyectos.

La integración de la igualdad de oportunidades en el conjunto de las políticas, lo que ha dado en llamarse “transversalidad”, es el principio rector del programa de acción. Representa tanto un objetivo político en sí mismo como una estrategia para lograr el cambio en las demás áreas políticas. La transversalidad es un planteamiento complejo, a largo plazo, y son precisamente esta complejidad y la perspectiva a largo plazo las que hacen que las actividades del programa tengan tal importancia. Entre ellas figura el intercambio de experiencia sobre esta cuestión, el desarrollo de herramientas prácticas y de marcos para llevar a cabo y supervisar su puesta en práctica en diversas áreas políticas.

La importancia del planteamiento de la transversalidad se ha visto confirmada en la estrategia europea por el empleo y en la declaración que hizo en junio de 1998 el Consejo Europeo de Cardiff. Que tanto las Directrices para el Empleo como los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Cardiff insistan en la transversalidad se debe en gran medida a la información recogida mediante diversos proyectos y estudios financiados por el programa, así como al trabajo realizado por sus dos grupos de expertos.

Otro punto importante del programa ha sido la voluntad de garantizar la complementariedad entre el programa y las acciones nacionales o los planes sobre la igualdad de oportunidades, en cooperación con el comité de gestión, compuesto por representantes de las autoridades de los Estados miembros en materia de igualdad de oportunidades. Gracias a esta cooperación se produjo una sinergia entre el programa y los organismos de los Estados miembros responsables de la igualdad. De esta vital cooperación dan testimonio la fructífera cooperación del programa con las sucesivas presidencias del Consejo y la celebración de importantes acontecimientos presidenciales con la ayuda y el apoyo del programa.

El valor añadido de las actividades llevadas a cabo en el marco del programa consiste en su contribución potencial a un cambio real en el ámbito operativo en situaciones locales, nacionales o europeas. Este valor añadido ‘integrado’ aparece en los resultados de los proyectos y será más obvio a medida que los proyectos alcancen la fase de difusión de sus acciones.

Otro aspecto importante del valor añadido del programa es el desarrollo de un marco común para acciones coordinadas a escala europea. Se están desarrollando conceptos importantes, como ‘transversalidad’ o ‘equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones’ en un marco europeo, y están cada vez más ligados a políticas europeas, gracias a la plataforma de análisis y discusión que brinda el programa. Al mismo tiempo, el programa está creando un orden del día común para la igualdad entre hombres y mujeres en Europa. Esta naciente convergencia entre los Estados miembros es uno de los efectos secundarios más positivos de las actividades emprendidas en el programa.

 

1.PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA

I.1 Aspiraciones y objetivos

El programa de acción comunitario a medio plazo para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres (1996-2000) 1 fue adoptado mediante Decisión del Consejo 2 .Se diseñó a partir de lo logrado en los tres primeros programas comunitarios sobre igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Estos programas previos habían desempeñado un papel importante no sólo para la mejora de la situación de la mujer en el mercado de trabajo y en la sociedad, sino también para promover la cooperación a todos los niveles en el campo de la igualdad de oportunidades.

La característica más innovadora del cuarto programa con respecto a los anteriores es la introducción del concepto de “transversalidad” (integración de la dimensión de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todas las políticas y acciones), tanto como principio guía cuanto como objetivo, como estipulan los artículos 2 y 3 de la Decisión. El programa proporcionará un marco de referencia para estimular la interacción y la asociación en todos los ámbitos y a todos los niveles –comunitario, nacional, regional y local–, para alcanzar dicho objetivo en las políticas y actividades, tanto a escala comunitaria como de los Estados miembros.

Para lograr los objetivos específicos establecidos en el artículo 3 de la Decisión del Consejo (como la integración, la implicación de todos los agentes, la igualdad de oportunidades en una economía en mutación, la conciliación de la vida profesional y familiar, la participación equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones y el ejercicio de los derechos a la igualdad), el programa dispone de los siguientes instrumentos (establecidos en el artículo 4):

· Apoyo a proyectos dirigidos al intercambio de informaciones y de experiencias sobre buenas prácticas.

· Realización de estudios de investigación sobre el terreno y seguimiento de políticas pertinentes.

· Difusión de resultados de las iniciativas emprendidas y de cualquier otra información pertinente.

Según lo establecido en el artículo 5 de la Decisión, la Comisión y los Estados miembros velarán por la coherencia y la complementariedad entre las iniciativas realizadas con arreglo al presente programa y las emprendidas con cargo a los Fondos Estructurales y las demás políticas o acciones comunitarias, entre otras las relativas a la educación y formación profesional, así como las que lleven a cabo los Estados miembros.

El artículo 12 de la Decisión obliga a la Comisión a presentar al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, a más tardar el 31 de diciembre de 1998, un informe provisional sobre la aplicación del programa. Con el presente informe se cumple esa obligación. El informe abarca la primera mitad de la duración del programa, de 1996 a julio de 1998. Los servicios de la Comisión están preparando una convocatoria de propuestas para la evaluación externa prevista en el artículo 11 de la Decisión. Estas evaluaciones, que comenzarán a principios de 1999, ayudarán a la Comisión a elaborar el informe final, que habrá de presentar antes del 31 de diciembre de 2001.

 

I.2 Marco financiero

El presupuesto global del programa ascendió en 1996 a 9.000.000 ecus, de los cuales se comprometieron 8.970.604,02 ecus, mientras que en 1997 fue de 8.250.000 ecus, de los que se comprometieron 8.089.835,95 ecus. Durante los dos primeros años de aplicación, las asignaciones del programa se compartieron entre las tres vías mencionadas en el artículo 4 de la Decisión del Consejo. Se comprometió una cantidad de 11.798.254,56 ecus para el intercambio de información y experiencias sobre buena práctica, así como para que los proyectos identificaran y pusieran en marcha buena práctica y para que transmitieran información y experiencia al respecto. En 1996 se comprometieron fondos para proyectos, seminarios, etc., por valor de 5.780.815,86 ecus, y en 1997 por valor de 6.017.438,70 ecus.

El programa ha comprometido en estos dos años un total de 2.464.924,25 ecus para actividades de observación y supervisión de políticas pertinentes, así como para diversas investigaciones, incluidos 17 estudios, la puesta en marcha del grupo de expertos en asuntos jurídicos y del grupo de expertos “género y empleo”.

El programa ha invertido en la difusión rápida de los resultados de las iniciativas emprendidas y de otras informaciones pertinentes un total de 2.797.261,16 ecus, incluida la publicación de periódicos, publicaciones temáticas y el informe anual sobre la igualdad de oportunidades. Este último importe se desglosa en 1.759.774,16 ecus comprometidos en 1996 y 1.037.478 ecus comprometidos en 1997.

La ayuda financiera concedida por el programa puede llegar hasta un 60% del coste total del proyecto, según el artículo 8 de la Decisión del Consejo, mientras que la financiación del 40% restante corre a cargo del promotor como cofinanciación propia. Asegurar este 40% del coste global del proyecto ha resultado una tarea difícil para muchos candidatos.

Las razones de ello son, en cierta medida, inherentes a la propia concepción del programa, que se centra en el intercambio de experiencia a nivel transnacional y por lo tanto no puede financiar acciones locales, regionales o nacionales, mientras que la cofinanciación más comúnmente propuesta por los candidatos se refiere al componente local, regional o nacional del proyecto y no al propio intercambio. En el caso de organizaciones pequeñas hay muy a menudo una dificultad adicional, pues la única contribución que pueden proponer como cofinanciación propia es el trabajo de sus miembros.

Las circunstancias anteriormente mencionadas han significado obstáculos para un funcionamiento financiero fluido de proyectos durante el período cubierto por el presente informe y probablemente seguirán siéndolo en la segunda mitad del programa, a menos que puedan encontrarse más fácilmente en los Estados miembros otras posibilidades de cofinanciar el intercambio transnacional.

 

I.3 Gestión del programa

Ayuda a la Comisión en la aplicación del programa un comité compuesto por representantes de los Estados miembros. El comité de gestión, según lo previsto en el artículo 9 de la Decisión del Consejo, adopta el programa de trabajo anual, las orientaciones generales relativas al apoyo que proporcionará la Comunidad y las modalidades de selección de los proyectos; se encarga asimismo del seguimiento de dichas acciones y de su difusión en los Estados miembros. El comité de gestión, al estar compuesto por representantes de los Estados miembros, ha desempeñado un papel importante en el desarrollo del programa en los Estados miembros y en la consolidación de la cooperación y del intercambio de información y buena práctica entre autoridades nacionales.

En los programas previos de igualdad de oportunidades, asistieron a la Comisión diversas estructuras de apoyo y grupos de expertos, que desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo del acervo comunitario. Esas estructuras y grupos han dado paso en el actual programa a una gestión más unificada de las actividades, para que la política comunitaria de igualdad de oportunidades sea más consistente y tenga más impacto. Por eso, en el presente programa son sólo dos los grupos de expertos que ayudan a la Comisión: el de “legislación en materia de igualdad” y el de “género y empleo”. Cada uno de ellos está integrado por 15 expertos de los Estados miembros y dos de los países del EEE (Islandia y Noruega).

En la misma línea de racionalización de estructuras y recursos, la Comisión ha creado una oficina de asistencia técnica (ANIMA) para proporcionar ayuda técnica para la selección de proyectos por financiar, efectuar el seguimiento cotidiano de los proyectos financiados, fomentar su interconexión, elaborar y difundir, con ayuda de la Comisión, información regular sobre la aplicación del programa y, por último, proceder al control continuo de las iniciativas financiadas por el programa.

Participan también en la gestión operativa del programa diversas organizaciones transnacionales asociadas, cuyo número varía de una actividad a otra y ha ido en aumento del primer al tercer año de aplicación del programa. Se ha creado recientemente una base de datos de organizaciones que pueden estar interesadas en asociarse al programa, que la oficina de asistencia técnica del programa irá ampliando y mejorando. En la segunda mitad del programa, esta base de datos facilitará a los promotores de un proyecto la búsqueda de una organización asociada que se adapte a su proyecto.

Las actividades del programa pueden abrirse a la participación de otros países según lo previsto en el artículo 6 de la Decisión del Consejo. Dos países del Espacio Económico Europeo (EEE) –Islandia y Noruega– participan desde el principio del programa. La Comisión ha invitado a participar a los 10 Estados de Europa Central y Oriental (PECO) y organizó un seminario de 2 días en junio de 1997 para explicar los procedimientos del programa. Seis de ellos han expresado ya su interés por adherirse al programa. Para tres de ellos, (Rumania, Hungría y Lituania) los trámites previos legales y prácticos están a punto de finalizar en el momento de la elaboración del presente informe.

Teniendo en cuenta los desafíos relacionados con la ampliación de la Unión Europea, la visibilidad del compromiso comunitario con la igualdad, anclado en el programa, seguirá desarrollándose en su segunda mitad.

I.4 Las estrategias desarrolladas en el programa

Las estrategias que se han puesto a prueba durante la aplicación del programa son la innovación, el partenariado y la transferencia de buenas prácticas. Se han convertido en una necesidad para una acción eficaz, por lo que deberán subyacer a todas las actividades del programa. Están resultando fundamentales para el logro de los objetivos políticos y beneficiosas en cuanto al aprendizaje organizativo para los equipos que trabajan en proyectos.

En sus solicitudes, los proyectos indican los elementos innovadores de sus propuestas en ámbitos que van de la metodología aplicada a las actividades previstas. Por lo que respecta al partenariado, es un elemento intrínseco de la concepción del programa, como ponen de manifiesto la profusión de agentes implicados y las modalidades de cooperación existentes. Por último, en cuanto a las buenas prácticas, el programa se centra en acciones dirigidas a desarrollar mejores conductos para alcanzar la igualdad o para difundir una práctica que ya haya demostrado ser eficaz.

El valor añadido del programa reside en la búsqueda y el intercambio de información y experiencia sobre buena práctica entre los agentes clave (autoridades, ONG, interlocutores sociales) en el campo de la igualdad de oportunidades. Esto requiere la transnacionalidad por lo que se refiere tanto a las organizaciones asociadas como a las acciones emprendidas por el proyecto.

En comparación con las acciones con base puramente nacional o local, el valor añadido de las actividades llevadas a cabo en el marco del programa consiste en su contribución a un cambio real en el ámbito operativo en situaciones locales, nacionales o europeas. Este valor añadido ‘integrado’ aparece en los resultados de los proyectos y será más obvio a medida que los proyectos alcancen la fase de difusión de sus acciones.

La identificación y el intercambio de información, con la subsiguiente transferencia de buenas prácticas a escala transnacional, ha funcionado adecuadamente para la mayor parte de los promotores de proyectos. Sin embargo, el estadio más complejo de la cooperación internacional en cuanto al diseño y la aplicación de medidas (por ejemplo, los intercambios multilaterales de experiencia sobre buena práctica o la estrategia de difusión de resultados) no es una característica que hubieran previsto inicialmente todos los proyectos. Por ello, el fomento de partenariados transnacionales más elaborados se ha convertido en uno de los objetivos establecidos para la segunda mitad del programa.

 

II ANÁLISIS DE LAS ACTIVIDADES Y LOS RESULTADOS DEL PROGRAMA A MEDIO PLAZO

Para describir la aplicación del programa durante su primera mitad, se presentan las actividades y los resultados en la sección II.1 tras los objetivos específicos del programa resumidos en el artículo 3 de la Decisión del Consejo. En la sección II.2 del presente informe se presenta la contribución del programa al desarrollo de otras políticas comunitarias y actividades.

 

II.1 Análisis de la aplicación del programa por objetivos

II.1.1 Observaciones generales

En 1996, primer año del programa, la Comisión recibió propuestas de proyectos consecutivas a una intensa campaña publicitaria dirigida a organizaciones interesadas y de transmisión, así como a presentaciones del programa en casi todos los Estados miembros. Las propuestas se evaluaron según los criterios de admisibilidad establecidos en la Decisión. El comité de gestión emitió un dictamen favorable sobre una lista de proyectos presentados por la Comisión y 69 proyectos recibieron posteriormente contratos hasta junio de 1997. De ellos, 67 recibieron financiación y otros dos proyectos renunciaron a la financiación después de establecido el contrato. 45 de los proyectos tienen una duración prevista superior a un año. Por eso, los informes al finalizar el primer período contractual se limitaron a presentar los progresos realizados.

Para iniciar la segunda ronda de proyectos (ejercicio presupuestario 1997) se publicó una convocatoria de propuestas en el Diario Oficial. Tras un procedimiento de selección aprobado por el comité de gestión, 71 proyectos recibieron financiación con contratos hasta junio de 1998. 37 de los proyectos tenían una duración prevista superior a un año. En el momento de redactar el presente informe, los proyectos financiados durante el segundo año están presentando sus informes del período contractual.

El mismo procedimiento se ha aplicado para la tercera ronda de proyectos, correspondiente al ejercicio presupuestario de 1998. El comité de gestión decidió en su reunión de junio de 1998, a propuesta de la Comisión, la lista de proyectos que deben financiarse de julio de 1998 a junio de 1999. En el momento de la elaboración del presente informe están redactándose los contratos para esos proyectos.

Durante los primeros dos años y medio de la aplicación del programa, los representantes de los Estados miembros se reunieron 10 veces en el comité de gestión para cumplir su misión de ayuda a la Comisión según lo previsto en el artículo 9 de la Decisión. Además, se invitó a los miembros del Comité a varias reuniones de promotores de proyectos.

Los criterios empleados para la selección de proyectos han seguido las estrategias de innovación, partenariado e intercambio internacional de buenas prácticas, como ya se ha expuesto en la sección I.4 del presente informe.

Por lo que se refiere a las actividades de establecimiento de una red, se han celebrado hasta ahora 11 reuniones de promotores de proyectos, que han permitido un intercambio vivo de experiencias e información y han facilitado la mayor transnacionalidad de los proyectos seleccionados inicialmente. Se han organizado dos sesiones de formación para los promotores de proyectos con el doble objetivo de familiarizarlos con la política comunitaria de la igualdad, el papel del programa en ella y su propio papel en el programa y, en segundo lugar, dar a los promotores información y formación sobre las normas y los procedimientos financieros para una gestión financiera óptima de sus proyectos.

Los grupos de expertos se reunieron un total de ocho veces, y una vez al año se celebró una reunión conjunta de ambas redes para facilitar la preparación de tareas comunes, a petición de la Comisión. Se organizaron dos mesas redondas sobre el tema de los cónyuges colaboradores de los trabajadores por cuenta propia 3 . En mayo de 1998 tuvo lugar una reunión con periodistas para aumentar la concienciación de estos profesionales e informarles sobre un acto importante a escala europea que se estaba preparando en el marco del programa para celebrar su paso del ecuador. Se trataba de un congreso y una exposición que se celebraron en septiembre de 1998 y tuvieron gran éxito.

Los temas de los 17 estudios comprometidos hasta ahora por el programa se decidieron sobre la base de las necesidades del programa en términos de conocimiento científico. Los institutos de investigación respondieron a una convocatoria de propuestas de estudio hecha en 1996 y a un concurso restringido en 1997. Los principales criterios de selección eran la calidad de la metodología y las cualificaciones de los equipos de investigación. La mayoría de los estudios seleccionados abarcan los 15 Estados miembros. Cuatro de ellos eran estudios globales de la situación en las principales áreas políticas del programa: mercado de trabajo, compaginación de la vida profesional y la vida familiar, toma de decisiones y medios de comunicación. El comité de gestión determinó en su reunión de junio de 1998 los temas de la tercera convocatoria de propuestas de estudio. En breve se hará público un concurso restringido.

La estrategia de difusión en el marco del programa desempeña un papel importante; uno de sus objetivos principales es el aumento de la visibilidad de la acción comunitaria en el ámbito de la igualdad entre mujeres y hombres. Con este fin se han hecho diversas publicaciones, cada una de ellas con unos destinatarios concretos: la revista trimestral (cinco números por ahora, 51.150 ejemplares en total) está prevista para el público en general, y presenta información sobre cuestiones políticas relacionadas con la igualdad de oportunidades. El boletín interno (5 ediciones por ahora, 4.100 ejemplares en total) se dirige a lectores implicados ya en el programa: promotores de proyectos, socios de un proyecto, particulares u organizaciones con un interés manifiesto por el programa. El Equality Quarterly News (“noticias trimestrales de la igualdad”, seis ediciones, 8.100 ejemplares en total), más específicamente diseñado para profesionales del Derecho de toda Europa, presenta la jurisprudencia actual y la situación legislativa en Europa y en los Estados miembros. Todas las publicaciones están disponibles en inglés y francés; la mayoría de ellas, también en alemán.

Se han hecho esfuerzos para difundir más las actividades del programa: se elaboró un repertorio anual de proyectos (versiones EN, FR y DE) en 1996 y 1997, con un total de 2.900 ejemplares, en el que se resumen los proyectos financiados cada año. También se ha elaborado un directorio de productos (3.000 copias), que presenta los resultados de los proyectos financiados durante el primer año de aplicación del programa.

Durante el resto del programa se insistirá en la organización de seminarios temáticos en los Estados miembros con implicación del comité de gestión.

La lista de personas que reciben las publicaciones del programa contiene unos 8.200 destinatarios, entre los que figuran, además de los miembros del comité de gestión y del comité consultivo, miembros del comité del Parlamento Europeo sobre los derechos de las mujeres y miembros de otras instituciones europeas, ONG del campo de la igualdad a niveles europeo, nacional y regional, organismos responsables de la igualdad en los Estados miembros, todos los promotores de proyectos y autores de estudios del programa actual y de los anteriores programas comunitarios de igualdad de oportunidades y, por último, personas que han manifestado su interés por las actividades de la Comisión en cuanto a la igualdad de oportunidades.

 

II.1.2 Transversalidad

La adopción del principio de integración como fuerza impulsora primaria del programa es el resultado de la evaluación de realizaciones pasadas. La mayoría de las acciones emprendidas hasta ahora para promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres han sido medidas aisladas. Estas acciones específicas eran y siguen siendo importantes para combatir la desigualdad. Sin embargo, hay necesidad de acciones más generales, complementarias, que puedan influir en la orientación de políticas generales y en la toma de decisiones. Esta combinación, que la Comisión denomina “planteamiento dual” (acción específica + transversalidad), se considera la manera más efectiva de llegar a la igualdad entre mujeres y hombres. Sobre la base de esta observación, se adoptó la transversalidad, con su planteamiento intrínsecamente global y exhaustivo, tanto como principio rector cuanto como objetivo primario, estratégico del programa. Su aplicación práctica abrió la puerta a nuevas acciones y a toda una serie de iniciativas inéditas en todos los niveles.

En 1997 se iniciaron dos estudios 6 para mejorar la comprensión de los criterios de éxito de una estrategia de transversalidad, los papeles que desempeñan los distintos agentes a diferentes niveles, los mecanismos de supervisión utilizados y el establecimiento de indicadores de progreso. Estos estudios también pretenden desarrollar modelos estadísticos que integren la perspectiva de género.

Hasta ahora, 14 proyectos han ido dirigidos a diversos niveles y ámbitos políticos, con el objeto de promover la transversalidad y de crear herramientas e instrumentos para su puesta en práctica. Muchos proyectos del programa que funcionan en otros ámbitos contribuyen al objetivo de la transversalidad, particularmente a través de planteamientos de asociación, implicando a agentes clave, creando redes, sensibilizando a responsables, mediante contactos con políticos y la creación de herramientas, bases de datos y guías.

De la experiencia adquirida hasta ahora se desprende que el contexto en que un proyecto está situado es un factor determinante para decidir el planteamiento que se adopta. Por ejemplo, las autoridades locales fueron el centro de atención del proyecto de la comisión británica para la igualdad de oportunidades, dirigido conjuntamente por ella y por organizaciones de igualdad de cuatro países de la UE. En este caso, el planteamiento modelo de la transversalidad que se desarrolló estaba fundado en la experiencia de las instituciones implicadas y vinculado a sus intereses organizativos.

La planificación y el desarrollo, el uso del espacio de trabajo y de vida, el uso del tiempo y la naturaleza de las infraestructuras urbanas y rurales tienen un impacto en la igualdad de oportunidades, de manera compleja pero esencial. A este respecto, el programa financió un proyecto ambicioso, coordinado por la red europea EuroFEM y en el que participaron todos los Estados miembros. El proyecto opera en los campos de la planificación del espacio, el transporte, la vivienda y el desarrollo local, y aspira a la integración de la perspectiva de género en la planificación y el desarrollo. Se creó un “kit de herramientas para la transversalidad” para la evaluación de la sensibilidad de los proyectos con respecto al género, que proporciona una lista de buenas prácticas, basado en estudios de caso sobre proyectos en varios países europeos.

El Women's Talent Bank, creado por el European Women's Lobby, ha desarrollado nuevas herramientas diseñadas para facilitar la integración de la igualdad en todas las políticas y acciones. Se trata de una base de datos que contiene miles de nombres de expertas en todos los ámbitos que abarcan las políticas comunitarias. Se está poniendo esta nueva fuente de información a disposición de instituciones europeas y otras para poder llegar a procesos de decisión y de elaboración de políticas que estén basados en un peritaje tanto masculino como femenino.

Tras la aprobación de la Decisión del Consejo en la que la integración de la perspectiva de género en el conjunto de las políticas queda establecida como principio rector y objetivo estratégico del programa, en febrero de 1996 se aprobó una Comunicación por la que dicha integración queda establecida como política de la Comunidad.

La transversalidad constituye una manera totalmente nueva de abordar la igualdad entre mujeres y hombres. Exige la implicación de todos los sectores de la política y de todos los agentes, incluidos los que no están familiarizados con las cuestiones de la igualdad. También requiere un cambio cultural de mentalidades y comportamientos. Después de sólo dos años y medio de actividad de proyectos, de investigación específica y de establecimiento de una red a escala europea, la transversalidad sigue siendo un concepto que hay que desarrollar. La novedad y complejidad del concepto significa que el proceso de aprendizaje, que acaba de empezar, debe continuar y desarrollarse tanto en la realización de los proyectos como entre quienes toman decisiones políticas.

 

II.1.3 Lucha por la igualdad

La experiencia de actividades y programas comunitarios previos en materia de igualdad de oportunidades pone de manifiesto que el compromiso y la implicación de los agentes “tradicionales” de la igualdad (agencias nacionales por la igualdad, ONG de mujeres, etc.) no es suficiente para que se llegue a una sociedad europea plenamente igualitaria, y que es necesaria una mayor implicación de todos los agentes clave de la vida económica y social si se pretende alcanzar válidamente el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres.

Se ha hecho preciso ampliar el círculo de agentes e instituciones en pro de la igualdad, mediante una estrategia diseñada para integrar la igualdad en todas las acciones y políticas y para estimular actitudes más favorables a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Es preciso aumentar la concienciación de todos los agentes clave como sindicatos y autoridades locales o regionales, y es lo que se está haciendo en el marco de las actividades del programa.

El programa ha apoyado hasta ahora 30 proyectos que abordan fundamentalmente este objetivo, que incorporan la implicación de agentes clave en sus campos de acción e influyen en la opinión pública. Sus actividades principales van destinadas a: a) la concienciación y el cambio de actitudes entre responsables políticos y líderes; b) que surjan líderes en sectores sociales y económicos de la sociedad, y c) fomentar la propia responsabilidad del cambio social y construir poco a poco una masa crítica de opinión y de acciones en favor de la igualdad de oportunidades.

Al establecer criterios de selección (como la mención explícita de la importancia de asociar a agentes económicos y sociales, o de asociar a hombres, especialmente los que ocupan puestos directivos), al fomentar un partenariado nuevo y fuerte y al determinar los agentes prioritarios, tal como figura en el Anexo de la Decisión (interlocutores sociales, ONG, autoridades locales), la Comisión ha conseguido que haya nuevos agentes en el programa.

Para aumentar los conocimientos y modificar las políticas en el campo de la igualdad entre los interlocutores sociales y las instituciones se requieren acciones múltiples, con vistas a un cambio de políticas y actitudes en la negociación colectiva. Aumentar la sensibilidad y la formación de los negociadores, para que aprendan y desarrollen un planteamiento que tenga en cuenta la igualdad, es uno de los principales métodos para la implicación de los interlocutores sociales presentes en el programa. El proyecto EURO-FIET 11 implica a los interlocutores sociales que trabajan en sectores comerciales, administrativos, profesionales y técnicos con los sindicatos en las industrias del metal (IG Metal y FIM CISL).

Empresas como la ferroviaria italiana Ferrovia Nord Milano,la Banca di Credito Italiana y organismos como asociaciones comerciales y Cámaras de Comercio de España, Italia, Alemania y Francia están presentes en el programa, como organizaciones principales.

Los interlocutores sociales, como la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el sindicato francés CFDT, el Beamtenbund alemán, organización sindical del servicio público, y la empresa sueca de energía Sydkraft están llevando a cabo proyectos importantes. Estos agentes también se implican como socios nacionales y transnacionales en gran número de otros proyectos.

Para aumentar más la participación de los interlocutores sociales como agentes prioritarios del programa, y para animarlos a cooperar en iniciativas conjuntas en el campo de la igualdad de oportunidades, se organizó una reunión de información en Bruselas el 5 de febrero de 1998, con la UNICE, la CES y el CEEP, organizaciones patronales y de trabajadores a escala europea.

La implicación de nuevos agentes está directamente relacionada con un cambio de mentalidades y actitudes. Trabajando en el espíritu del “Estatuto de las mujeres en los medios de comunicación” 12 aprobado en mayo de 1995, varias radios y empresas de televisión han intervenido activamente en el programa.

Los proyectos han hecho un buen uso de muy diversos contextos para implicar y para informar a agentes locales y nacionales clave en su trabajo. Se han utilizado los grupos de presión, la interconexión en red, la información y la formación. Manifiestos, bases de datos, vídeos, seminarios, boletines y conferencias han formado la base de estrategias de información. Las estrategias de información y difusión de proyectos se han centrado en representantes de instituciones básicas así como en la opinión del conjunto de la población, y se han subrayado ante estas instituciones las ventajas de la igualdad de oportunidades en un mundo cambiante.

1.2.5 Asignar responsabilidades

En 29 Direcciones Generales y servicios horizontales se han nombrado funcionarios de la “transversalidad”. Algunos de ellos ocupan puestos jerárquicos lo suficientemente importantes como para poder influir en los procesos decisorios de su DG. El siguiente paso sería descentralizar la responsabilidad dentro de la DG, asignando responsabilidades a los “observatorios del género” en todas las Direcciones y unidades pertinentes, y determinando las de los niveles superiores e intermedios de la jerarquía. Recordemos los ejemplos citados de la DG XXII, DG V, DG IB y DG VIII.

Se está instando a los pocos servicios que aún no participan en la cooperación interservicios para la igualdad de oportunidades a que nombren un representante de su DG.

 

II.1.4 La igualdad en una economía cambiante

En la cumbre de Essen, en diciembre de 1994, se estableció la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como “una tarea fundamental de la Unión Europea y sus Estados miembros”, y como una exigencia para el desarrollo continuo del mercado interior. Desde entonces, la promoción de la igualdad de oportunidades forma parte del núcleo de la planificación económica y de la política a escala europea.

El objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo se ha consolidado considerablemente durante los últimos años. Cada vez más empresas están capitalizando la diversidad de la mano de obra. Aunque las mujeres hayan supuesto la gran mayoría de los nuevos empleos creados en la pasada década, su nivel de empleo está todavía a un nivel mucho más bajo que el de los hombres. Además, el mercado de trabajo sigue estando muy segregado. Las mujeres están raramente representadas en los puestos de gestión al más alto nivel, así como tienden a concentrarse en trabajos a tiempo parcial, temporales o a domicilio.

20 proyectos transnacionales han desarrollado actividades centradas fundamentalmente en el empleo y la vida laboral. Los ámbitos fundamentales de la acción en este objetivo son el acceso de la mujer a sectores y profesiones dominados por los hombres y programas de tutoría que hacen frente al techo de vidrio a niveles directivos. Otros temas centrales explorados por estos proyectos son la acción positiva, la flexibilidad, el cambio organizativo y el espíritu empresarial de las mujeres. En el campo de la educación, ha habido principalmente concentración en acciones experimentales y ejemplos de buena práctica relacionados con grupos destinatarios específicos, como las mujeres migrantes y su inclusión en el mercado de trabajo y en el conjunto de la sociedad. Se ha prestado especial atención para evitar cualquier coincidencia con las iniciativas del Fondo Social Europeo y con las acciones comunitarias en el campo de la educación y la formación (los programas Leonardo y Sócrates).

El fomento del espíritu de empresa de las mujeres ha quedado reflejado gracias a organizaciones como las Cámaras de Comercio y otras empresas en un proyecto financiado por el programa. Como ejemplo, el proyecto de la Banca di Credito Italiana , en colaboración con sus socios del Reino Unido, Bélgica y Portugal, está específicamente dando facilidades para las empresas de mujeres, como seguimiento en un estudio sobre las necesidades de las mujeres en cuanto a herramientas financieras como el leasing, la financiación de proyectos y la banca electrónica.

El programa ha puesto en marcha hasta ahora seis estudios en este campo. Uno es una presentación de los estudios sobre la situación de las mujeres en el mercado de trabajo y otro es un estudio sobre los trabajadores por cuenta propia y sus cónyuges colaboradores. Este último estudio fue la base de la organización de dos mesas redondas en 1997 sobre el tema de los cónyuges colaboradores de los trabajadores por cuenta propia. También se iniciaron en 1997, y están actualmente en curso, dos estudios: un repertorio de indicadores sobre la evaluación en función del género de políticas de empleo y del mercado de trabajo y otro sobre los diferenciales retributivos entre mujeres y hombres basados en los resultados de la encuesta de EUROSTAT sobre la estructura de los ingresos.

La igualdad entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo no puede alcanzarse eficazmente con medidas externas. Es precisa la implicación de los protagonistas para asegurar una mejor igualdad entre hombres y mujeres. La integración de la igualdad en las empresas tiene mucho más éxito cuando las acciones están directamente relacionadas con las necesidades de la empresa y las decisiones son fruto del consenso entre los sindicatos y la dirección. Como se ha mencionado, el programa ha incorporado gran número de agentes clave en este campo, como sindicatos, empresas nacionales y multinacionales, Cámaras de Comercio, en colaboración con centros de investigación experimentados y universidades.

Un buen ejemplo de implicación de diversos agentes para mejorar el acceso de las mujeres que hacen carrera en la ciencia, la tecnología y la industria en el sector de la energía es el proyecto realizado por la empresa sueca Sydkraft, en el que participan interlocutores sociales y empresas de Suecia y de Irlanda. Este proyecto se esfuerza por cambiar políticas y mentalidades, haciendo que la igualdad de oportunidades sea un tema de debate en reuniones, proponiendo políticas y actividades específicas de concienciación.

También el ámbito de la flexibilidad en la organización de trabajo proporciona ejemplos de transferencia de buenas prácticas y de una gran implicación de agentes. Tal flexibilidad suele considerarse actualmente una necesidad económica en el mundo cambiante del empleo. El planteamiento del programa es que los sindicatos y la patronal pueden trabajar juntos para introducir la flexibilidad del trabajo, que beneficia a ambas partes. Se están recabando de diversos Estados miembros modelos positivos de flexibilidad en varios proyectos, como un proyecto conjunto de los sindicatos británico y neerlandés, realizado por el Trade Unions Congress 20 británico. Este proyecto está influenciando con éxito el debate nacional sobre horarios flexibles de trabajo, dando ejemplos positivos y aplicables de flexibilidad en el puesto de trabajo.

En la revista del programa, “The Magazine”, se dedicó en diciembre de 1997 un artículo especial al Libro Verde de la Comisión “Cooperación para una nueva organización del trabajo”. En él se incluía una sinopsis de los proyectos relacionados con cuestiones ligadas al Libro Verde de la Comisión. El programa ha contribuido así al debate y la recopilación de información que inició el Libro Verde.

Bajo la Presidencia de Luxemburgo, en el segundo semestre de 1997, se celebró una conferencia europea sobre la dimensión de la igualdad en las nuevas formas de organización del trabajo, con el apoyo del programa. En ella se presentaron varios ejemplos exitosos de proyectos financiados por el programa. Las actas de la conferencia fueron publicadas con el apoyo del programa.

Los roles tradicionales y otros mecanismos discriminatorios (indirectos) de la mentalidad de las empresas aún impiden que las mujeres participen en el mercado de trabajo en pie de igualdad. Este aspecto, tanto tiempo desatendido, de la desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo puede ser combatido eficazmente mediante lo que se ha dado en llamar “tutoría”, relación en que una persona, el tutor, presta apoyo a la carrera y al crecimiento personal de otra, el tutorando, y en la que se implican los niveles directivos de las empresas, la administración pública y los departamentos de personal, para fomentar el acceso de las mujeres a puestos directivos. El programa apoya acciones experimentales y la transferencia de ejemplos de buena práctica en este campo, concentrándose en los niveles directivos más altos.

También está llevando a cabo un estudio global al respecto el Deutsches Jugendinstitut [Instituto alemán de la Juventud], buscando proyectos de tutoría existentes en Europa e iniciando actividades de tutoría en los Estados miembros donde aún no se aplica este enfoque de tutoría. Por ahora, los resultados del proyecto ponen de manifiesto que la tutoría no sólo es una experiencia sumamente útil tanto para tutores como para tutorandos, sino también que puede tener repercusiones en políticas de dirección y contribuir a que se produzcan cambios en la cultura corporativa.

Las políticas del mercado de trabajo y las innovaciones en la organización del trabajo y en el conjunto de la sociedad suelen aplicarse sin tomar plenamente en consideración sus implicaciones para la igualdad entre hombres y mujeres. Las herramientas y los modelos de investigación basados en la acción, desarrollados en el marco del programa, pretenden influir positivamente sobre las prácticas de gestión para que se alcance una mayor concienciación al respecto. Algunos proyectos transnacionales que trabajan en este ámbito han elaborado herramientas políticas concretas y orientadas a resultados para llevar a cabo el cambio en la industria; éste es el caso del proyecto francés CFDT, con sus instrumentos de análisis y de diagnóstico para un análisis en función del género, y con directrices y manuales para incorporar la perspectiva de género a la negociación de convenios colectivos.

También se están haciendo progresos en cuanto a la presencia de las mujeres en los más altos niveles de la empresa, la ciencia y la tecnología. La base de datos WITEC, que abarca Bélgica, España, Alemania, Suecia, Dinamarca y los Países Bajos, aspira a aportar su contribución para superar la representación insuficiente de las mujeres en sectores y profesiones dominados por los hombres, mediante la presentación de una amplia lista de mujeres científicas y técnicas de alto nivel en la casi totalidad de los ámbitos científicos.

En los encuentros regulares de los promotores de proyectos se han organizado reuniones de coordinación para establecer conexiones entre proyectos y colaboración en este campo. Se han publicado dos boletines especiales en este terreno, uno sobre las tendencias del empleo femenino en los años 90 –en abril de 1997–y otro sobre género y jornada laboral en los años 90, en diciembre de 1997.

La estrategia europea del empleo ofrece nuevos incentivos para aumentar las actividades, en especial las que se centran en corregir la representación insuficiente de la mujer en ciertos sectores económicos y empleos y su suprarrepresentación en otros. Otro ámbito importante en el que se ha observado la necesidad de mayor actividad es el del reconocimiento y la promoción del espíritu de empresa de las mujeres y su contribución a la sociedad. Estos aspectos, estrechamente relacionados con las Directrices para el Empleo en cuanto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, serán reforzados mediante proyectos y otras actividades en la segunda mitad del programa.

Se dará prioridad a los proyectos y las actividades que se centran en cambios realizados en el mercado de trabajo que pueden repercutir en políticas a nivel nacional y europeo. Los resultados de estos proyectos y otros trabajos afines llevados a cabo por los grupos de expertos del programa podrán servir para seguir desarrollando las futuras Directrices para el Empleo.

 

II.1.5 Conciliación del trabajo y la vida familiar

Este objetivo se ocupa de la diversidad cada vez mayor existente tanto en el lugar de trabajo como en la vida familiar, y de los cambios en su relación mutua. Para aprovechar el potencial económico de las mujeres y su deseo de acceder o de reincorporarse al mercado de trabajo, hay que continuar con las políticas que permiten una mejor conciliación del trabajo y de la vida familiar. Las estructuras y relaciones familiares están evolucionando hacia hogares “no tradicionales”, de resultas de los rápidos cambios. Sin embargo, sigue habiendo gran diversidad de situaciones en los Estados miembros. Esto hace que sean más complejas las acciones y el intercambio de experiencia y de buenas prácticas a escala europea, al tiempo que les confiere aún mayor significación.

El desarrollo de políticas y prácticas para una mejor conciliación del trabajo y de la vida familiar es uno de los principales desafíos del programa. Esto requiere actividades de información y de concienciación dirigidas tanto a hombres como a mujeres, a patronos y a empleados. Los proyectos han emprendido actividades de política, información y concienciación.

En junio de 1997 finalizó un estudio importante sobre la conciliación del trabajo y la vida familiar de mujeres y hombres. El estudio 28 se centra en la calidad de los servicios asistenciales, así como en la flexibilidad de la organización del trabajo como medio para compaginar el trabajo y la vida familiar; también incluye un análisis del posible riesgo de un aumento de la precariedad del trabajo femenino.

En los dos primeros años del programa se han financiado 12 proyectos, que se centran fundamentalmente en la compaginación de la vida profesional y la vida de familia, y que abarcan temas tan importantes como la interacción de las oportunidades de trabajo y el acceso al trabajo remunerado con otros aspectos de la vida familiar, la asistencia a terceros, el ocio y la vida cívica. Los proyectos tratan asimismo de los roles tradicionalmente establecidos en las familias y la distribución de responsabilidades en el hogar, así como del asesoramiento y el apoyo a trabajadores que tienen responsabilidades asistenciales. También abordan el importante capítulo de la atención a la infancia fuera de la escuela.

Varios proyectos en este campo se centran en medidas y políticas que benefician tanto a patronos como a empleados. En los proyectos aparecen claramente casos de empresas en que la promoción de la flexibilidad (en términos de contratación y retención de personal) para posibilitar a los empleados compaginar trabajo y vida familiar, aumentó la motivación e hizo que disminuyeran las ausencias y los cambios de personal.

Soluciones modelo y materiales de formación son los resultados prácticos de estudios de casos y de acciones experimentales transnacionales conjuntas. Los pilotos profesionales del Reino Unido, Suecia, Noruega y Dinamarca constituyen la población de muestra de un informe de investigación y una guía de acción sobre el apoyo a empleados con responsabilidades asistenciales, elaborados por el proyecto basado en el Reino Unido Children in Scotland . Están utilizándose ejemplos de buena práctica relativos a los llamados “bancos de tiempo”, según lo realizado en varias ciudades italianas, para llevar a cabo actividades similares en el proyecto “Salud y familia” de Barcelona, dirigido al uso del tiempo en la familia y por el que se crea un sistema de apoyo mutuo.

Algunos proyectos van aún más lejos, y toman en consideración los intereses y las motivaciones de los varones. La ciudad de Reikiavik ha estudiado con detenimiento las motivaciones masculinas para acogerse al permiso parental, y lo que puede hacerse todavía para seguir fomentando el recurso al permiso de paternidad. En Islandia está produciéndose un amplio debate sobre los roles preestablecidos, de resultas de un documental de televisión en el que se realiza el seguimiento de algunos padres en permiso de paternidad durante toda su duración. También se difundirá en otros países europeos.

Otro ejemplo de la implicación tanto de mujeres como de hombres lo constituye el Bond van Grote en Jonge Gezinnen belga, que ofrece material de formación práctico y atractivo a grupos que debaten sobre los roles establecidos en el seno de la familia. Este material, que ya dio origen a un amplio debate en Bélgica, existe ahora en versión española, y está utilizándose a gran escala en foros de discusión españoles. El proyecto portugués Graal y el proyecto del Instituto Vasco de la Mujer también implican a los hombres en debates y sesiones de formación. Estos ejemplos de intercambios transnacionales de innovación y buenas prácticas son testimonio del valor añadido comunitario de los proyectos financiados por el programa.

En marzo de 1998, los dos grupos de expertos del programa elaboraron conjuntamente un informe titulado Care in Europe [la atención en Europa], en el que se ofrece una visión global de la situación en Europa por lo que respecta a la atención a la infancia y a personas dependientes (véase sección II.2.2).

Vista la tendencia demográfica, en los próximos años del programa será un tema importante la determinación de buenas prácticas en el ámbito de la asistencia, y especialmente el refuerzo de la participación de los hombres en actividades asistenciales (tanto en el seno de la familia como en el sector de servicios asistenciales).

Además, por ahora la cuestión de la conciliación del trabajo y la vida familiar ha sido abordada mediante estudios y proyectos sobre todo en empresas grandes. En gran medida, las condiciones de trabajo en microempresas y pequeñas empresas son muy distintas de las que existen en las empresas más grandes; por consiguiente, en la segunda mitad del programa habrá que prestar una atención específica al tema de la conciliación del trabajo y la vida familiar en microempresas y pequeñas empresas. Dado que en las Directrices para el Empleo ha quedado establecida la instauración de políticas laborales más favorables para la vida familiar, que permitan una mejor conciliación del trabajo y la vida familiar, los resultados de estos proyectos pueden contribuir al desarrollo de las futuras Directrices para el Empleo.

 

II.1.6 Equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones

Fomentar el equilibrio entre mujeres y hombres en la toma de decisiones es uno de los objetivos fundamentales del programa. Si bien hoy se reconoce ampliamente la importancia de una representación equilibrada de hombres y de mujeres en las esferas decisorias, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en la política, en las instituciones públicas y privadas y, en general, en los puestos en los que se toman las decisiones. En muchos países europeos, las estructuras políticas y decisorias están en proceso de cambio. Este cambio, favorecido por las crisis políticas y económicas, brinda la oportunidad de acelerar el ritmo del acceso de la mujer a los procesos de decisión. Los cambios sociales están llevando a una mayor concienciación de que el equilibrio entre mujeres y hombres en todos los sectores de la sociedad ya no es sólo una exigencia de la mujer, sino una característica insoslayable de una sociedad moderna y democrática.

Una información consecuente sobre la posición de la mujer a todos los niveles y en todos los sectores de los procesos de toma de decisiones es fundamental para que se impliquen los diferentes agentes. La Comisión ha mejorado el conocimiento previo sobre este particular, gracias a la realización en 1996, en el marco del programa, de un estudio a escala europea de la situación de la mujer en los procesos de decisión políticos y socioeconómicos en Europa.

Por lo que respecta a la toma de decisiones políticas, la base de datos europea creada por el Frauen Computer Zentrum, en el marco del programa, permite elaborar estrategias o campañas y aumentar así la concienciación sobre la situación actual, los progresos realizados, las carencias persistentes y las diferencias entre Estados miembros. La disponibilidad de datos actualizados sobre la mujer en la toma de decisiones políticas se considera uno de los principales resultados del programa, y los datos por éste suministrados fueron ya empleados en el informe anual de 1997 sobre la igualdad de oportunidades en la Unión Europea.

En 1997 comenzó otro estudio, aún en curso, sobre la repercusión de los sistemas electorales en la representación de las mujeres en los parlamentos.

En total, son 16 los proyectos que han creado un amplio abanico de actividades para fomentar la participación equilibrada de mujeres y de hombres en los procesos de toma de decisiones, particularmente en la política. Entre ellos figura la creación y expansión de redes europeas de mujeres políticas, tres grandes conferencias europeas, campañas para aumentar la sensibilización sobre la presencia de mujeres en la política, un programa de intercambio entre políticos suecos y españoles, diversas actividades para el fomento de la capacitación y la formación de mujeres al desempeño de funciones directivas, e innumerables publicaciones y encuentros transnacionales.

En todos los encuentros de promotores de proyectos se organizaron talleres sobre este tema, con vistas a crear vínculos y fomentar la colaboración en este ámbito. El número de julio de 1997 de la revista del programa consagró un dossier especial a la participación equilibrada de mujeres y de hombres en los procesos de toma de decisiones, en el que se ofrecía información sobre lo que los proyectos van consiguiendo. El programa organizó un encuentro temático en enero de 1998, en el que participaron miembros del Parlamento Europeo, promotores de proyectos y expertos. En él se debatieron nuevos conceptos, estrategias y acciones que podrían emprenderse para alcanzar resultados más equilibrados en las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

Los proyectos se apoyan en la experiencia acumulada en diversos niveles de los procesos de toma de decisiones (local, nacional y europeo) y en distintos Estados miembros. Este proceso se ha visto favorecido por los instrumentos y herramientas ya existentes en Europa, como la Recomendación del Consejo, la Declaración de Atenas,la Carta de Roma y la guía “Cómo alcanzar la participación equilibrada de mujeres y de hombres en los procesos de toma de decisiones” elaborada en el marco de los anteriores programas sobre igualdad de oportunidades.

Ya ha dejado de cuestionarse que las mujeres han de lanzarse a la política. Ahora están surgiendo nuevas cuestiones, más cualitativas. La experiencia pone de manifiesto que la representación equilibrada de mujeres y de hombres en los procesos de toma de decisión induce cambios organizativos y más oportunidades para la integración de la igualdad en todas las políticas. Es palpable que son cada vez más los proyectos en este ámbito que incorporan tal estrategia en sus actividades.

El Danske Kvinders Nationalraad [Consejo Nacional de Mujeres de Dinamarca], en el marco del programa, ha evaluado sistemáticamente las campañas electorales locales en Dinamarca. De ello resulta, teniendo también en cuenta datos de Suecia, que es especialmente en las campañas electorales locales, en las que se implican más mujeres, donde se producen resultados más equilibrados entre hombres y mujeres. La evaluación de las campañas electorales suecas pone de manifiesto que el respaldo de la cúpula del sistema político es un elemento crucial para obtener resultados. También es esencial contar con una fuerte organización, de preferencia suprapartidista.

Varios son los proyectos que pueden tomarse como ejemplo de difusión de buenas prácticas, como las medidas de información emprendidas por Regimprensa 50 ,editora de la región de Lisboa. En ellas participaron agentes de las entidades locales en favor del aumento del número de mujeres en los puestos de toma de decisiones en el ámbito local. Constituye un ejemplo de cómo la prensa local puede desempeñar un cometido importante para fomentar la toma de conciencia sobre la presencia de la mujer en la política.

En la presente fase del programa se han establecido y difundido buenas prácticas en materia de formación para el liderazgo y de enfoques de capacitación para una plena participación en los procesos de toma de decisiones, no sólo por lo que respecta al acceso de la mujer a posiciones decisorias, sino también para que continúen en ellas a través de momentos difíciles. Los resultados de la formación para el liderazgo indican que constituye un instrumento adicional eficaz para la capacitación de las mujeres.

Para que aumente la participación de las mujeres en todos los niveles de los procesos de toma de decisiones y en todos los sectores de la sociedad, en la segunda mitad del programa se dará prioridad al estudio, tanto cuantitativo como cualitativo, de los sectores de la sociedad (cultura, medios de comunicación y medio ambiente) y los tipos de estrategias (desarrollo de medidas regulatorias, campañas públicas, sistemas de cuotas) que todavía no se han analizado convenientemente. El programa seguirá monitorizando la posición de la mujer en las estructuras decisorias a nivel local, regional, nacional y en las instituciones europeas, e intensificará su cooperación con otras instituciones en este ámbito.

 

II.1.7 El ejercicio de la igualdad de derechos

A escala europea, la igualdad de derechos de jure en la legislación y el conjunto de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Justicia constituyen un modelo único y que goza de gran predicamento. Con todo, en los diversos Estados miembros, las beneficiarias finales de la legislación europea en materia de igualdad y la mayoría de los profesionales del ramo no conocen la legislación y la jurisprudencia, o no están familiarizados con ella. Esta contradicción justifica plenamente los esfuerzos del programa en este terreno.

Dos son las líneas de actuación que se han establecido en el programa. En primer lugar, un grupo de actividades dirigidas a eliminar los obstáculos para la aplicación efectiva de la legislación comunitaria; en segundo lugar, otras destinadas a mejorar la cantidad y la calidad de la información sobre los derechos en materia de igualdad, dirigidas especialmente a mujeres y a profesionales del Derecho.

Por lo que respecta a la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor, se han emprendido diversas acciones para facilitar la aplicación de este principio básico de la legislación comunitaria. Entre ellas figuran conferencias, seminarios e intercambio de proyectos con los que se demuestra hasta qué punto es preciso reforzar el ejercicio de la igualdad de derechos, tanto en el ámbito judicial como en otros, mediante nuevos métodos y mecanismos. Una herramienta de referencia en este terreno es el Código de conducta para la aplicación del principio de la igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un trabajo de igual valor, publicado y ampliamente distribuido por la Comisión.

En la conferencia organizada en Dublín el 25 de noviembre de 1996 – financiada por el programa – quedó patente que las causas de las diferencias retributivas actuales residen tanto en los sistemas de evaluación de los puestos de trabajo como en las dificultades para sancionar de modo eficaz la discriminación en materia de retribución.

Dos proyectos transnacionales se han ocupado también de la cuestión de la igualdad de retribución: el proyecto de la CES puso en marcha una serie de conferencias nacionales destinadas a aumentar la conciencia entre los negociadores de los sindicatos y a suministrarles información sobre la discriminación retributiva con vistas a su trabajo en la negociación de los convenios colectivos. El proyecto de “clasificación y remuneración” del Ministerio belga de Empleo y Trabajo ha supuesto un alejamiento del ámbito estrictamente jurídico, para lanzarse a la búsqueda de otros métodos que pudieran conducir a la erradicación de las discriminaciones salariales. Sus resultados hacen que destaquen las oportunidades existentes en los Estados miembros en pro de la igualdad de retribución al margen del marco legal. Las “buenas prácticas” que el proyecto detectó consistían en acciones y medidas relativas a sistemas de evaluación de los puestos de trabajo empleadas para eliminar o evitar la discriminación directa o indirecta existente en las actuales prácticas de empleo.

Dos cuestiones específicas han dado pie a debate e intercambio de puntos de vista en el marco del programa a escala europea: la situación de las esposas de los trabajadores por cuenta propia y la individualización de los derechos sociales y fiscales:

· En la primera mitad de 1997 se celebraron dos mesas redondas sobre los cónyuges colaboradores. Sus actas han sido publicadas y difundidas para aumentar la concienciación al respecto. Una de sus más importantes conclusiones es la necesidad de prever acciones fuera del ámbito del marco estrictamente legal, para hacer más ‘visible’ el trabajo de estos cónyuges, por ejemplo mediante el aumento de la concienciación, la formación o el registro.

· En octubre de 1997 tuvo lugar en París un seminario sobre la individualización de los derechos, del que se desprendió una visión más clara de los distintos planteamientos de la protección social y de los sistemas impositivos de los Estados miembros.

Suministrar directamente a las mujeres información sobre sus derechos es una tarea a largo plazo, que debe realizarse por diversas vías. La política informativa desarrollada por el programa está ideada para garantizar la difusión y divulgación de la información sobre los derechos de la mujer mediante diferentes publicaciones. El Magazine contiene una sección dedicada a noticias sobre la igualdad de derechos en Europa. Además, se dedica periódicamente un suplemento de 8 páginas al trabajo de los expertos en legislación sobre la igualdad.

El proyecto griego denominado Watch for Women's Rights ilustra de modo muy concreto la necesidad de información y apoyo, que son cruciales para la aplicación eficaz de los derechos de las mujeres. En Europa meridional, el bajo índice de recursos judiciales relativos a la discriminación refleja más el escaso conocimiento de estos derechos y la ausencia de estructuras de apoyo adecuadas que una verdadera ausencia de discriminación. A partir de esta consideración, el proyecto ha puesto en marcha una acción multidimensional que incluye, en particular, un apoyo para facilitar el inicio de procesos judiciales. Los resultados ponen de relieve la falta de conocimiento de sus derechos por parte de las mujeres y su necesidad de un asesoramiento jurídico apropiado.

El proyecto de información y concienciación coordinado por la Agencia española para la igualdad, el “Instituto de la Mujer”, también llega a esta conclusión de vital necesidad de información. Dicho proyecto, que suministra información sobre la legislación comunitaria y fomenta la concienciación de los interlocutores sociales y los miembros de los profesionales del Derecho, va adaptando e incorporando mecanismos existentes y medidas de los Estados miembros en los que los cauces de información están más desarrollados.

La creciente importancia de la legislación europea en la vida cotidiana de los ciudadanos hace patente la necesidad de reforzar las condiciones en las que tanto hombres como mujeres ejercen la igualdad de derechos. La información sobre los derechos y las demás actuaciones deben proceder de sólidos conocimientos basados en la experiencia; esta información será reconocida por –e irá dirigida a– los profesionales del Derecho, para que luego se aplique. Asimismo procede aplicar la integración de la perspectiva de género (“transversalidad”) en todos los sectores judiciales. En la segunda mitad del programa hay que diseñar y llevar a cabo campañas de concienciación sobre la igualdad, dirigidas a los profesionales de todas las ramas del Derecho.

 

II.2 El cometido del programa en las políticas y actividades comunitarias

II.2.1 Observaciones generales

El programa ha contribuido a que la igualdad entre hombres y mujeres ocupe un lugar preferente en el orden del día de la UE, así como también ha estimulado el debate sobre la importancia de la igualdad al concebir y desarrollar las políticas comunitarias más relevantes. Concretamente, el programa ha preparado el camino para mejorar el perfil y el ámbito de aplicación del principio de igualdad a escala europea (Tratado de Amsterdam, legislación sobre la igualdad). El planteamiento de la transversalidad ha dado excelentes resultados y, gracias a él, el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo se ha incluido en el núcleo de la estrategia europea de empleo y de la propuesta en curso de la Comisión para la reforma de los Fondos Estructurales (2000–2006).

Presentamos a continuación ejemplos de la pertinencia de los objetivos del programa en diferentes políticas y logros comunitarios.

 

II.2.2 La estrategia de la transversalidad

Se ha aprobado un planteamiento metodológico, desarrollado en el marco del programa, para aplicar la transversalidad en el interior de la Comisión. Conlleva la estrecha colaboración de todos los servicios, el nombramiento de funcionarios responsables de alto nivel coordinados por los servicios encargados del programa, la concienciación y la formación, la elaboración de herramientas prácticas y de directrices, así como el seguimiento y la evaluación de los progresos a intervalos regulares.

El compromiso de la Comunidad con la transversalidad queda decididamente establecido en el Tratado de Amsterdam, que incluye la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres entre los objetivos comunitarios y como preocupación horizontal en sus artículos 2 y 3. La integración de estos principios en el Tratado demuestra la eficacia de la transversalidad y de la implicación de todos los agentes de la vida política y social para alcanzar la igualdad. El compromiso de promover la igualdad en todas las políticas comunitarias, explícito en el nuevo Tratado, proporciona una sólida base para la actuación a escala comunitaria en pro de la integración de la perspectiva de género en el conjunto de las políticas.

Dos años después de la adopción de la comunicación de la Comisión sobre la transversalidad, se aprobó un informe , el 4 de marzo de 1998, sobre la aplicación de la política de la transversalidad. Se han alcanzado hasta ahora resultados considerables en las áreas de la cooperación al desarrollo y de las relaciones exteriores, en los sectores de las políticas de información y de personal y en políticas de educación, formación y juventud, todos ellos bien documentados en el mencionado informe. También en política de investigación ha habido grandes progresos para mejorar la participación de la mujer.

El programa ha prestado su apoyo a dos redes europeas de mujeres políticas: la red de mujeres elegidas a nivel local y regional del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE) , y la Conferencia de Comités por la igualdad de los Parlamentos nacionales (CCEO) , creada por iniciativa del Senado belga. Ambas han sabido implicar a sus miembros en cuestiones relacionadas con la Conferencia Intergubernamental (CIG) y para la inclusión de la igualdad en el proyecto de nuevo Tratado, como también han favorecido las políticas sobre la igualdad en sus respectivas instituciones, especialmente en cuestiones relacionadas con los objetivos del programa. También se financió la red europea de documentación e información para mujeres (EUDIF) , que había sido creada para fomentar entre las ONG el debate sobre la igualdad durante la CIG.

La estrategia de transversalidad de la Comisión seguirá desarrollándose en la segunda mitad del programa por medio de campañas de formación y de concienciación. De acuerdo con el artículo 3 del Tratado de Amsterdam, se examinarán cuidadosamente los procedimientos y reglamentos de la Comisión para mejorar el equilibrio entre mujeres y hombres en todas las estructuras de consulta y de toma de decisiones, así como para garantizar que tanto las propuestas de ley como las actividades no legislativas de la Comisión cumplan con la obligación, establecida en el Tratado, de fomentar la igualdad entre las mujeres y los hombres.

 

II.2.3 La estrategia europea de empleo

Las Directrices para el Empleo de 1998, aprobadas por el Consejo en diciembre de 1997 , colocaron la igualdad de oportunidades en el núcleo de la estrategia europea de empleo. La igualdad se ha convertido en una de las prioridades en que deben sustentarse las políticas nacionales de empleo. Los Estados miembros tienen que tomar medidas para hacer frente a las disparidades entre hombres y mujeres, para que unos y otras puedan conciliar el trabajo y la vida familiar y para que tanto ellos como ellas puedan fácilmente reincorporarse al trabajo después de una ausencia.

El programa comunitario para la igualdad de oportunidades ha hecho por ahora una contribución significativa a la justificación, formulación y desarrollo del pilar de la igualdad de las Directrices para el Empleo. Los datos recabados en diversos proyectos de investigación y de acción ponen de manifiesto que aún perduran importantes disparidades en el mercado de trabajo, y que la posición de la mujer sigue sin ser de igualdad frente al hombre. La experiencia acumulada gracias a la aplicación del programa ha sido fundamental para la inclusión de la igualdad de oportunidades en las Directrices para el Empleo.

Las tendencias de la situación de la mujer en el mercado de trabajo se han visto confirmadas en la investigación realizada por el grupo de expertos “Género y empleo” del programa, que ha presentado un estudio sobre las políticas de empleo y de jornada laboral en Europa. Este estudio ha servido para iniciar un debate al respecto.

En 1997 se completó, en el marco del programa, una investigación exhaustiva sobre la situación de la mujer en el mercado de trabajo, que fue publicada en julio de 1998 . Este estudio ha servido para determinar los siguientes pasos en materia de investigación.

El informe anexo “Care en Europe” [la atención en Europa], elaborado en el marco del programa (cf. sección II.1.5), sirvió para preparar el documento de base de la Comisión para la reunión de los ministros responsables de la igualdad de oportunidades, que tuvo lugar en Belfast en mayo de 1998.

El encuentro de Belfast preparó el terreno para la importante declaración que hizo en junio de 1998 el Consejo Europeo de Cardiff, en la que los Estados miembros acordaron potenciar la transversalidad en las Directrices para el Empleo y fomentar medidas dirigidas a una mejor conciliación del trabajo y la vida familiar.

El grupo de expertos “Género y empleo” procedió a una evaluación detallada –en función del género– de los planes de acción nacionales, que los Estados miembros se habían comprometido a presentar a la Comisión de acuerdo con lo estipulado en la estrategia común por el empleo, para ayudar a la Comisión a preparar el Consejo inoficial conjunto de los ministros de Asuntos Sociales y de la Igualdad que tuvo lugar en Innsbruck en julio de 1998.

El programa seguirá suministrando, en su segunda parte, información y modelos de buenas prácticas sobre la situación de la mujer en el mercado europeo de trabajo, analizando –en función del género– los planes de acción nacionales y contribuyendo así a mejorar el componente de igualdad de la estrategia por el empleo.

 

II.2.4 Los Fondos Estructurales

Los Fondos Estructurales constituyen el principal instrumento de la Unión para alcanzar la cohesión social y económica. El planteamiento de transversalidad desarrollado por la Comisión en el marco del programa ha contribuido en gran medida a aumentar la concienciación en materia de igualdad en todos los servicios de la Comisión encargados de preparar la propuesta de reforma de los Fondos Estructurales.

La propuesta de la Comisión para la reforma de los Fondos Estructurales ha tenido muy en cuenta la dimensión del género. En ella se incluye el enfoque dual, que consiste en combinar la transversalidad con medidas específicas. La inclusión de la estrategia de transversalidad en los reglamentos generales y específicos de todos los Fondos repercutirá en todo el proceso de aplicación, desde la fase de programación a la de informe. Además, el apoyo a medidas específicas como la lucha contra el paro, la ayuda a quienes se reincorporan al mercado de trabajo, el acceso a la creación de empresas y la reducción de la segregación en el mercado de trabajo tendrá especial importancia para la plena integración de la mujer en el mercado de trabajo.

Sin anticiparse a los resultados de la negociación sobre esta propuesta a escala interinstitucional, aún en curso en el momento de redactar el borrador del presente informe, se puede afirmar sin duda que la igualdad entre mujeres y hombres está anclada entre las prioridades de la Comunidad para el futuro de los Fondos Estructurales.

En la segunda parte del período de aplicación del programa seguirá buscándose la colaboración y el ajuste con los Fondos Estructurales, especialmente con el Fondo Social Europeo. En particular, se reforzará también el intercambio de información y de resultados entre los proyectos del programa y los financiados por la iniciativa NOW del FSE comunitario. Asimismo se pretende poner en común la información, y organizar acontecimientos de difusión en los Estados miembros.

 

II.2.5 La legislación europea en materia de igualdad

En los dos primeros años de aplicación del programa, la Comisión ha proseguido su actividad legislativa para completar los instrumentos jurídicos existentes en ámbitos que hasta ahora no estaban plenamente cubiertos. En este período se discutió activamente la propuesta de la Comisión de una Directiva sobre la carga de la prueba en casos de discriminación en el trabajo por razones de sexo, que el Consejo debatió acaloradamente y acabó aprobando. Este instrumento legislativo está concebido para reforzar las condiciones en las que pueden ejercerse los derechos, ya que facilita el recurso a la Justicia en casos de discriminación por razones de sexo.

Por otra parte, la importancia de la igualdad ha quedado plasmada en la Directiva del Consejo relativa al acuerdo marco sobre el permiso parental, al que llegaron las organizaciones industriales intergremiales UNICE, CEEP y CES, y en la que se otorga tanto a hombres como a mujeres el derecho individual a un permiso parental de al menos tres meses, que, en principio, no puede ser transferido al otro progenitor. Este derecho concedido a los hombres en un régimen de igualdad con las mujeres puede, como consecuencia, contribuir a un reparto de las obligaciones familiares más equitativo entre mujeres y hombres. De esta manera, este incentivo para que los hombres tomen parte más activamente en la atención a la infancia contribuirá a la reducción de los estereotipos tradicionales. El programa insiste en proyectos que fomentan la participación de hombres en trabajos asistenciales.

El Consejo aprobó en 1996 un instrumento jurídico importantísimo, la Recomendación sobre una participación equilibrada de mujeres y hombres en los procesos de toma de decisiones. En mayo de 1998 tuvo lugar un encuentro de representantes gubernamentales, en el marco del programa, para estudiar los progresos realizados en los Estados miembros respecto a la aplicación de dicha Recomendación y facilitar a la Comisión su seguimiento.

El grupo de expertos en legislación sobre la igualdad brinda una asistencia fundamental a la Comisión para el seguimiento de los avances en cada Estado miembro en el terreno de la igualdad de derechos. El grupo elabora anualmente un informe, que presenta a la Comisión, en el que da una visión global de la aplicación de la igualdad de derechos en toda la Unión. Además de la información suministrada sobre progresos legislativos y judiciales a escala de los Estados miembros y a escala europea, propone un análisis de la situación y una “evaluación teniendo en cuenta el género” de la legislación y las acciones legales, que no se encuentra en ningún otro sitio. Dicho informe es una herramienta de referencia para los profesionales del Derecho de todos los Estados miembros. El boletín trimestral Equality News da información sobre la jurisprudencia actual y la situación legislativa en Europa y en los Estados miembros.

En su segunda mitad, el programa seguirá monitorizando la aplicación de la legislación europea en materia de igualdad a escala nacional, así como los progresos en la legislación y las acciones legales. Se harán esfuerzos especiales por difundir la legislación y las acciones legales en materia de igualdad entre los profesionales del Derecho de los países candidatos a la adhesión.