Aiguafort

El concepto básico del grabado al aguafuerte implica la utilización de una sustancia resistente al ácido para proteger la plancha metálica. Dicha sustancia, llamada base o barniz, se aplica de forma que se deje sin cubrir parte de la plancha, aunque a veces se puede aplicar en toda ella y, a continuación, se retira de algunas zonas con herramientas o disolventes para que la plancha quede expuesta. Posteriormente, se graba la imagen sumergiendo la plancha en un baño de ácido, donde éste "muerde" el metal expuesto y fija así la imagen sobre la plancha. la plancha puede pasar por varias tandas de grabado antes de concluir la imagen. Las estampas se realizan con un tórculo, que empuja el papel hacia los huecos grabados y levanta la tinta hacia el exterior de la superficie grabada. El resultado es una imagen inversa del dibujo original de la plancha. Herramientas y materiales Como sucede con todos los procesos de impresión, las características del grabado al aguafuerte están en parte determinadas por los diversos materiales y herramientas utilizados. Comprender en la práctica cómo funcionan los materiales y las herramientas puede conducir a una experimentación al traducir las ideas a través del proceso de grabado al aguafuerte. El proceso 1- Se corta una plancha metálica al tamaño deseado y se prepara. 2- A continuación se cubre la plancha con una sustancia resistente a los ácidos llamada base o barniz. 3- Se utiliza una punta u otra herramienta para eliminar parte de esta base. 4- Se sumerge la plancha en un mordiente (ácido). Cuanto más tiempo pase la plancha dentro del ácido, más profunda será la "mordida" y más oscura la estampa resultante. En varias etapas del proceso de aguafuerte, la plancha puede retirarse del baño de ácido para aplicar barniz de tapado resistente al ácido sobre partes de la superficie ya grabada y evitar así que el mordiente siga actuando en dichas zonas. este proceso de grabado por etapas produce variaciones de tono en la estampa final. 5- Después de terminar de grabar la plancha, se eliminan las materias restantes en los huecos de la misma con un disolvente apropiado, con el fin de prepararla para el entintado. 6- Se extiende la tinta sobre la plancha. Se utiliza una lámina para traducir la tinta a las zonas grabadas. 7- Se retira el exceso de tinta de la superficie en relieve de la plancha, de manera que sólo quede en los surcos grabados. 8- Se coloca papel humedecido sobre la plancha y se pasa por el tórculo. La tinta se transfiere al papel y se crea la estampa.