Retícula Modular

Cuando hay proyectos de maquetación de cierta dificultad y se requiere más control sobre la disposición de los diferentes elementos, se suele trabajar con una retícula modular. A grandes rasgos, una retícula modular puede ser una retícula de columnas con un gran número de líneas horizontales. A esta división resultante se le denomina módulo. Cada uno de los módulos define una pequeña porción de espacio y algunos de ellos juntos definen áreas que se llaman zonas espaciales, a las cuales se les asignarán funciones específicas, como pueden ser la muestra de imágenes, un reservado para textos aclaratorios, etc. El grado de control dentro de una retícula de este tipo lo determina el tamaño de cada módulo, ya que con unos módulos más pequeños se podrá obtener más flexibilidad y precisión a la hora de maquetar los distintos elementos gráficos, pero unos módulos demasiado pequeños pueden llevar al error y la confusión. Las retículas modulares se usan sobre todo para coordinar los sistemas extensos de publicación, como pueden ser los periódicos o revistas. La proporción de estos módulos pueden ser de múltiples relaciones, algunas de estas relaciones tienen que ver con la anchura y la longitud de párrafo medio, según la proporción de las imágenes que se vayan a incluir, etc. A parte de los usos diversos que se le pueden dar a este tipo de retícula, la historia ha vinculado psicológicamente esta arquitectura de página con un significado adicional de orden, claridad y reflexión.