Joaquim Jordà
El ensayo visual caracteriza la producción de Joaquim Jordà. Su cine es directo y transgresor, a la vez que ecléctico. En él mezcla formatos visuales dispares que van de la ficción al documental, todo ello con el fin de tratar temas con un fuerte componente político y social. El autor se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona y posteriormente estudió en la Escuela de Cine de Madrid, momento en que ingresó en la Unión Industrial Cinematográfica. Junto con Jacinto Esteva fue el creador y teórico de la Escuela de Barcelona. Así mismo colaboró con las revistas Acento Cultural, Cinema Universitari y Nuestro Cine. En 1960 dirigió Día de muertos, su primer cortometraje, junto con Julián Marcos. En 1966 codirigió, juntamente con Jacinto Esteva, su primer largometraje: Dante no es únicamente severo, y en 1969 dirigió el documental Marià Aurèlia Capmany para d’Un lloc entre els morts. Posteriormente se exilió a Italia. Allí realizó diferentes documentales de carácter militante como encargo del Partido Comunista Italiano. Entre ellos se encuentra Lenin Vivo (1973). A su regreso a Barcelona trabajó como traductor de libros para la editorial Anagrama y como guionista, colaborando con Mario Camus y Vicente Aranda. A partir del 1980 se dedicó exclusivamente al cine, realizando los films: Numax presenta (1980), El encargo del cazador (1990), Un cos al bosc (1996), Monos como Becky (1999) junto con Núria Villazán, De nens (2003), Veinte años no es nada (2004) y Más allá del espejo (2006). Fue galardonado a título póstumo con el Premio Nacional de Cinematografía el año 2006.